Danita Yoshi ??
Nivel 4
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Más aún, nada es seguro en esta vida. Ni siquiera el sexo seguro, son eufemismos. En este caso se usa para referirse a un aborto con asistencia médica.Un copy paste sobre lo que nadie dice del aborto para quienes le interese:
Aún en las condiciones de máxima supervisión médica e higiene ideales, el aborto provocado conlleva numerosos riesgos y posibles complicaciones a corto y largo plazo.
En la misma página de la multinacional promotora del aborto Planned Parenthood, investigada por el tráfico de órganos de fetos abortados, figuran las listas de las posibles complicaciones. [1]
Las complicaciones graves incluyen las siguientes:
- El aborto no funciona y el embarazo no se termina.
- Quedan restos de tejido del embarazo en el útero.
- Quedan coágulos de sangre en el útero.
- Sangrado muy abundante.
- Infección.
- Lesiones en el cuello uterino, útero o en otros órganos.
- Reacción alérgica a los medicamentos.
- En casos excepcionales, algunas complicaciones pueden ser muy graves o, incluso, potencialmente mortales.
Se requiere urgente asistencia médica si:
- Hay sangrado vaginal abundante que empapa más de 2 toallas higiénicas grandes en una hora durante 2 horas seguidas o más.
- Dolor o malestar intenso en tu abdomen que no se puede controlar con medicamentos
- Fiebre de 100.4 °F (38 °C) o más
En el caso del aborto por dilatación y evacuación, la recuperación puede llevar un poco más de tiempo.
Aproximadamente el 10% de mujeres que han pasado por un aborto procurado sufren de complicaciones inmediatas, de las cuales un quinto (2%) se consideran mayores. Sin embargo, la mayoría de las complicaciones lleva tiempo para desarrollarse y no será detectada por días, meses o años.
RIESGOS MÁS RELEVANTES QUE PONEN EN PELIGRO LA VIDA O LA SALUD DE LA MUJER
En base a resultados de varios estudios científicos, luego de un aborto provocado hay riesgo de:
MUERTE
En el proceso de registrar la mortalidad es importante resaltar la importancia de mirar más allá de la mortalidad materna de mujeres en edad reproductiva, ya que solamente los estudios que contemplen todas las causas de muerte pueden identificar que el riesgo de fallecimiento de mujeres que han abortado es mayor que el de aquellas que dan a luz, especialmente por causas relacionadas con conductas inseguras, que las llevan a ser víctimas de muertes violentas o suicidios. (Gissler y cols., 1997). [2]
La “mortalidad materna” no es lo mismo que la mortalidad bruta, para el grupo poblacional de mujeres en edad reproductiva; sin embargo, ese grupo de población sí se afecta por muertes relacionadas y derivadas de abortos provocados.
El índice de muerte materna vinculada al aborto es 2,95 veces más elevado que el de embarazos que llegan al parto, en la población de mujeres de Finlandia entre los 15 y los 49 años de edad. Esta investigación, realizada en el Centro Nacional de Investigación y Desarrollo para el Bienestar y la Salud de Finlandia, concluyó que el embarazo contribuye a la salud de las mujeres (Gissler y cols., 2004) [3].
El estudio que se realizó sobre 9.192 mujeres que fallecieron entre los años 1987-1994 con una edad comprendida entre los 15 y los 49 años (es decir, en edad reproductiva) indica que de todas ellas, 281 murieron en el curso de un año desde su último embarazo. [4]
Esta investigación, realizada en el Centro Nacional de Investigación y Desarrollo para el Bienestar y la Salud de Finlandia, concluyó que el embarazo contribuye a la salud de las mujeres (Gissler y cols., 2004) [2].
Las mujeres que se habían practicado abortos tuvieron un índice de mortalidad de casi el doble respecto de las controles, en los siguientes dos años: el índice de muerte siguió elevado durante por lo menos ocho años (Reardon y cols., 2002) [2].
En un estudio hecho en California, las mujeres que abortan están 3.1 veces más propensas a cometer suicidio que las que dan a luz. En Finlandia, quienes tienen un aborto tienen 3.7 veces más riesgo de morir por suicidio que las que no están embarazadas, y un riesgo de intento de suicidio 6.5 veces mayor que las que dan a luz. (Fig. 2) [6].
Los investigadores tomaron los certificados de defunción de todas las mujeres en edad reproductiva (15-49 años) que murieron entre 1987 y 1994 –un total de 9.192 mujeres, identificando los eventos relacionados con el embarazo en los 12 meses anteriores a su muerte. El riesgo de muerte por suicidio dentro del año desde el aborto era 7 veces mayor que el riesgo de muerte dentro del año de dar a luz.
China, con su brutal política del “hijo único” ha multiplicado el aborto y el infanticidio, convirtiéndose en el país con mayor porcentaje de suicidio del mundo: 56%. [7]
CANCER CERVICAL, DE OVARIO Y DE HÍGADO
Las altas tasas de cáncer post-aborto pueden deberse a una interrupción de los cambios hormonales que acompañan el embarazo o a mayor stress y su negativo impacto en el sistema inmunitario. [2, nota 4]. La decisión de retrasar el embarazo tiene, como consecuencia, una pérdida de la protección que aporta este al cáncer de seno, con un riesgo neto mayor (Brind, 1996). El llevar el primer embarazo a su término a temprana edad, se ha constituido un factor protector en contra del cáncer de mama. Posponer el primer nacimiento a través del aborto constituye el primer factor de riesgo independiente de cáncer de mama (Krieger y cols., 1989; MacMahon y cols., 1970; Tricopolous y cols., 1983). [2, ref. 7, 8, 9, 10]
PERFORACIÓN UTERINA Y DESGARRO CERVICAL
Entre el 2 y 3% de las mujeres que abortan pueden sufrir perforación del útero y la mayoría de esos daños pueden quedar sin diagnóstico y tratamiento a no ser que se realice visualización laparoscópica. En un estudio de revisión español se resumen las principales complicaciones que se deben informar a las mujeres en la interrupción voluntaria del embarazo de primer trimestre. Las complicaciones inmediatas son desgarros cervicales, perforación uterina, sangrado y persistencia de restos del embrión dentro del útero. Las complicaciones tardías son las adherencias o sinequias uterinas, las cicatrices y la incompetencia cervical, que producen parto prematuro y riesgo de pérdida aumentada del siguiente hijo (Sánchez, 2000) [2, ref. 15].
COMPLICACIONES O PÉRDIDA EN EL PRÓXIMO EMBARAZO
El aborto provocado por aspiración produce un riesgo aumentado de pérdida del hijo en el siguiente embarazo (Sun y col., 2003) [2, ref. 11].
PLACENTA PREVIA
Tras un aborto provocado (curetaje), el riesgo de placenta previa en el siguiente embarazo y parto prematuro, con posible aborto espontáneo, se presentó en tres de cada cuatro mujeres con historia de aborto, OR (OR = Odds Ratio = Riesgo de Disparidad) 2,9 (95% IC 1,0-8,5) (3, ref. 12). Esto se había probado ya anteriormente en otro estudio, de la Universidad de Medicina de New Jersey, que mostró un OR 1,7 (95% IC 1,0-2,9) [2, ref. 13].
PARTO PREMATURO
Las mujeres con antecedente de aborto provocado presentaron un riesgo mayor de tener un recién nacido altamente prematuro, que aquellas sin este antecedente (tres de cada cinco mujeres con historia de aborto provocado presentaron parto gravemente prematuro, OR + 1,5 (95% CI 1,1-2,0) (Moreaou y cols., 2005) [2, ref. 14].
ALTERACIONES DEL ESTADO DE ANIMO, STRESS, ALTERACIONES EN LAS RELACIONES SEXUALES
El aborto provocado aumenta los riesgos de alteraciones en el estado del ánimo (depresión y autolesión), enmarcadas en el síndrome postaborto (Thorp y cols., 2003) [2, ref. 16]. Las mujeres que han sufrido un aborto provocado padecen un síndrome de estrés generalizado, con un 30% más de probabilidad que las que han llevado adelante su embarazo aunque sea no deseado (Cougle y cols., 2005) [2, ref. 17]. El aborto provocado por malformación fetal tiene secuelas igual de graves que la pérdida de un hijo sano, y la interrupción voluntaria del embarazo en este supuesto causa aislamiento social y depresión (Schutt y cols., 2001) [2, ref. 18]. Se ha descrito cómo las relaciones sexuales y el deseo sexual pueden alterarse en mujeres que han abortado voluntariamente (Bianchi-Demicheli F. y cols., 2002; Bielecka Z., 1988) [2, ref. 19 y 20].
Un estudio del 2010, publicado en el Canadian Journal of Psychiatry examine una muestra representativa nacional de más de 3.000 mujeres en los Estados Unidos, encontrando que quienes tuvieron un aborto tienen un 98% de mayor riesgo de padecer desórdenes mentales comparando con mujeres que no tuvieron un aborto.
Las mujeres que tuvieron abortos también tenían: [8]
- 59% de aumento del riesgo de pensamientos suicidas
- 61% de aumento del riesgo de alteraciones de ánimo
- 61% de aumento del riesgo de desórdenes de ansiedad
- 261% de aumento del riesgo de abuso de alcohol
- 280% aumento del riesgo en el uso de drogas o sustancias
LA MORTALIDAD MATERNA AUMENTA EN LUGARES QUE FACILITAN EL ABORTO[10, 11]
Un estudio del British Medical Journal, del año 2015, realizado en 32 estados mexicanos, ha encontrado que la mortalidad materna en los estados con legislación sobre aborto más restrictiva es un 23% inferior que en la de los estados donde existe mayor facilidad para abortar. Si nos centramos en la mortalidad derivada de complicaciones en un aborto, la mortalidad de los estados restrictivos es un 47% más baja. [10]
Las tasas de mortalidad y la proporción de muertes relacionadas a aborto según lugar de residencia en los estados con legislación de aborto menos y más permisiva
Las líneas ilustran tendencias en MMR (tasa de mortalidad materna), MMRAO (tasa de mortalidad materna con desenlace abortivo), iAMR (tasa de mortalidad por aborto inducido) y la proporción de muertes relacionadas a aborto según lugar de residencia entre 2002 y 2011 en estados mexicanos, agrupados en menos permisivos y en más permisivos.
Este experimento mostró que las tasas de mortalidad materna en 32 estados mexicanos entre 2002 y 2001 fueron más bajas en los estados con legislación menos permisiva comparada con estados con legislación más permisiva. Si bien las diferencias observadas no sean atribuibles a la legislación en sí.
Al ser el aborto un procedimiento riesgoso, al restringirse su acceso se producen muchos menos abortos y, en consecuencia, se reduce también el riesgo de complicaciones que pueden provocar la muerte. Por otro lado, parece que los estados en los que se ha restringido el acceso al aborto han dedicado recursos a otras políticas que sí reducen la mortalidad infantil como un mayor número de unidades de obstetricia de emergencia o detección y seguimiento de embarazos de alto riesgo entre otros.
Estos resultados de menor mortalidad materna son consistentes con otros estudios realizados en Chile y Estados Unidos. En Chile, la prohibición del aborto en 1989 no alteró para nada los índices de mortalidad materna y en Estados Unidos un estudio realizado en 23 estados por investigadores de la universidad de Stanford y publicado en el Journal of Public Health Policy mostraba que las legislaciones más restrictivas en materia de aborto estaban asociadas a tasas menores de complicaciones derivadas de un aborto. [11]
Aunque las leyes federales de los EEUU requieren que todos los estados permitan el aborto dentro de sus fronteras, aún tienen autoridad para imponer restricciones. Se usaron datos de alta hospitalarios para estudiar las tasas de mayores complicaciones por aborto en 23 estados desde el 2001 hasta el 2008. El resultado reflejaría el hecho de que los estados sin restricciones realizan un mayor porcentaje de abortos en el segundo trimestre, asociándose a mayores tasas de complicaciones.
De 2001 a 2008, de 131.000.000 de altas hospitalarias, 10.980 involucraban una complicación por aborto.
Por todo lo expuesto, podemos afirmar que el aborto supone un riesgo para la salud de la mujer significativamente mayor que el embarazo y el parto.
Nada, el aborto ¨seguro¨, no existe.