A mí me gusta la ópera y soy joven, así que eso no tiene nada que ver. De hecho, la disfruto mucho, aunque no conozca el idioma en que cantan. Pero la ópera no es para que entiendas la letra y ya. La ópera es para que veas la puesta en escena y disfrutes de todo el conjunto. Si ya sabes de qué va, cuando la escuchas en tu casa, no necesitas saber el idioma. Sabes lo que está sucediendo instintivamente. Conozco gente a las que les gusta el heavy metal super hard como le llamas. ¿Sabes qué edad tienen? No pasan de 25, algunos no llegan a los 20, y prefieren eso antes que regueton.,,,por ejemplo a que joven le gusta espantarse un danzón,una opera pero de esas que no se entiende ni lo que dicen, o un hevi metal súper hard
Ahora, sobre si es música o no, mal que nos pese a muchos, lo es. Lo es, y además, muy popular. Tiene ritmos pegajosos y vivarachos. Cierto que las letras son una reverenda basura en el 99% de los casos. No generalizo porque ni las he escuchado todas ni planeo hacerlo, pero siempre algún tema sorprende.
Si vamos a hablar de vulgaridad con respecto al género, sucede lo que ya se dijo, que al ser música que pega fácil, es más sencillo para un delincuente escuchar esto, que ponerse a oír un Aria de una ópera de Verdi ?. Ojo: hay delincuentes que son extremadamente malos y sí escuchan música clásica. Pero ya me voy del tema.
El caso es que, en una lucha eterna por erradicar este género de música urbana, habría que comenzar por erradicar géneros como el rap o el hip hop. ¡Ja! Buena suerte con eso. Yo no escucho ninguno, y por lo general, nada que sea música popular tampoco. Simplemente son mis gustos. En lo que sí no estoy de acuerdo es en que vayan por ahí, a las 6.30 de la mañana, con un bafle de 1m con el palon divino a todo volumen. Pongo ese ejemplo, pero puedo decir con orgullo que no he oído el tema (ah, y para quien mencionó el guachineo, ese tampoco lo escuché y mucho menos lo bailé) y no planeo hacerlo, a menos que sea por accidente. Pero como siempre ando con audífonos puestos, no hay mucha oportunidad de que suceda.
Al final, para gustos los colores, y para ello, la música.