Gigangel
Nivel 5
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Resulta muy curioso que basta un apagón total en Cuba para que la poca tecnología que existe se vaya a pique.
Sin corriente no hay celulares ni comunicación, además de otras cosas más, pero casi todo el mundo o la vida de los cubanos gira a través de esos aparatos y las redes sociales. El apagón puso a la gente de cabeza, pero la pérdida del internet si fué la debacle.
Se hicieron reales los mayores temores de las personas:
-Que el teléfono se quede sin cobertura.
-Que no tenga carga.
-Que no tenga acceso a internet.
Además, muchos (como yo) se quedaron sin un puto peso en el bolsillo. Los cajeros fuera de servicio por la corriente. Vaya, otro aparato del que se valen muchas personas también se quedó fuera.
Cocinar con hornillas de inducción y arroceras? Nada de eso.
Teléfonos inalámbricos? Sin carga y fuera de servicio.
Vaya, que volvimos a socializarnos una vez más: Saliendo a la calle y hacer grupos de gente dónde se intercambian criterios y rumores ya que nada que fuera tecnología o informatizacion se podía usar.
Gente jugando dominó y hasta parchís en medio de la calle, siempre y cuando la llovizna te dejara. Incluso gente encabronada que a falta de internet montaba una red social callejera y "posteaba" (decía) temas candentes con otros usuarios (vecinos).
En resumen, aquí vemos la dependencia que hay de la tecnología para llevar una vida semi "normal" y como toda esa normalidad desaparece por un problema eléctrico transportando de golpe y porrazo a la gente, del mundo virtual al mundo real, dónde no hay nada. Ni un like.
Sin corriente no hay celulares ni comunicación, además de otras cosas más, pero casi todo el mundo o la vida de los cubanos gira a través de esos aparatos y las redes sociales. El apagón puso a la gente de cabeza, pero la pérdida del internet si fué la debacle.
Se hicieron reales los mayores temores de las personas:
-Que el teléfono se quede sin cobertura.
-Que no tenga carga.
-Que no tenga acceso a internet.
Además, muchos (como yo) se quedaron sin un puto peso en el bolsillo. Los cajeros fuera de servicio por la corriente. Vaya, otro aparato del que se valen muchas personas también se quedó fuera.
Cocinar con hornillas de inducción y arroceras? Nada de eso.
Teléfonos inalámbricos? Sin carga y fuera de servicio.
Vaya, que volvimos a socializarnos una vez más: Saliendo a la calle y hacer grupos de gente dónde se intercambian criterios y rumores ya que nada que fuera tecnología o informatizacion se podía usar.
Gente jugando dominó y hasta parchís en medio de la calle, siempre y cuando la llovizna te dejara. Incluso gente encabronada que a falta de internet montaba una red social callejera y "posteaba" (decía) temas candentes con otros usuarios (vecinos).
En resumen, aquí vemos la dependencia que hay de la tecnología para llevar una vida semi "normal" y como toda esa normalidad desaparece por un problema eléctrico transportando de golpe y porrazo a la gente, del mundo virtual al mundo real, dónde no hay nada. Ni un like.