Hola amigos. Les voy a decir lo que sé. El Infierno no es otra cosa que el mundo de los muertos. Ese mundo existe aquí en la Tierra, en este planeta, pero en una dimensión paralela a dond estamos. pero coexiste aquí con nosotros en este mismo planeta. Ahí es donde tarde o temprano van a parar las almas de los muertos, de todos los muertos. Es lo que conocemos como "más allá". En esas dimensiones paralelas a nuestro mundo las "almas" de los fallecidos son “recicladas”, transformadas y preparadas para su próxima reencarnación. No obstante, cada alma experimenta paz o sufrimiento según las impresiones mentales conscientes y subconscientes que lleva consigo como resultado de su vida cuando estaba vivo. Por ejemplo, si se cometieron muchos actos de maldad mientras vivía, el alma experimentará ser maltratada o torturada por seres feroces y horrendos. Y aunque tales experiencias son una especie de alucinación, se sienten como si fueran totalmente reales y se vive continuamente en un tormento. Hay quienes experimentan un hambre o un frío atroz, o viven en un estado de miseria y suciedad extremas como resultado de su propia miseria humana o su egoísmo. Otras almas experimentan una desoladora soledad. Pero todas esas vivencias no son más que un reflejo objetivo de la maldad y la miseria humana individual y colectiva de las almas que están en cada una de esas dimensiones paralelas.
Quienes han tenido una vida más o menos bondadosa experimentarán paz y tranquilidad, aunque no dejan de sentir un lamento por haber dejado el mundo de los vivos y por la situación desafortunada que se vive ahora. Aunque eso varía de acuerdo con el grado de apego que cada alma tenga por la vida que dejó atrás y por sus seres queridos y por los placeres que disfrutó o quiso disfrutar.
Aunque a ustedes les parezca extraño, es necesario que exista el Infierno. Allí se reciclan y transforman las almas. Cada alma sufre y vivencia su propia maldad, sus deseos, sus vicios, y sus anhelos insatisfechos más profundos. Y cuanto antes se pase por el Infierno es mejor para cada alma, ya que a través de esa purificación dolorosa el alma va experimentando en "carne propia" el daño que le hizo a otras personas, o su propio tormento e insatisfacción acumulados a lo largo de su vida, hasta despojarse de todo eso y transformarse y prepararse para la próxima vida.
Mientras más amargados, resentidos, egoistas o malévolos seamos, y mientras apegados estemos a los goces, mayor será nuestro tormento post-mortem, ya que nuestro inconsciente sigue vivo y nos hará ver toda esa basura que acumulamos a lo largo de nuestra vida, que experimentaremos como seres espantosos que nos torturan o nos atormentan, o experimentaremos estar en un ambiente repugnante, sucio o desolador donde hay una atmósfera de pesadumbre, de maldad, de terror, o incluso de total soledad.
No es un lugar de castigo eterno, sino una especie de carcel temporal.
Aunque a ustedes les parezca extraño es necesario que exista el Infierno. Allí se reciclan y transforman las almas. Cada alma sufre y vivencia su propia maldad, sus deseos, sus vicios, sus anhelos más profundos. Además, se les mantiene retenidas allí, porque de lo contario andarían deambulando en grandes masas por nuestro mundo de los vivos y perturbarían tanto con su mala presencia. A cada persona que muere se le debe hacer un ritual religioso para que los espíritus guardianes del Inframundo se lo lleven para allá, y así no tiene que estar vagando por su casa y con sus familiares creándoles más angustia a causa de su presencia no visible. Todas las religiones tienen rituales y prácticas para liberar a los muertos.