"De madre los padres". No me dejan respirar. Ya no soy un niño. Se muy bien como proyectarme y como salir adelante. Pero ellos se la pasan diciéndome que esto no, que aquello, que ellos saben más que yo y que no hago caso. Que va! Dan mucha lata y me tienen harto. No pueden comparar la vida que vivieron ellos con la actualidad. Todo no es igual. Son cosas de viejo lo que ellos me quieren meter en la cabeza y yo estoy en talla con la actualidad. No pueden dirigir mi vida.


Hace varios años los viejos murieron. Lo raro no es que me sienta algo libre tantos consejos y de que se metieran en mi vida cada cinco minutos sino que ahora reconozco que muchas de las cosas que me decían eran ciertas. Cosas que me están pasando ahora por cabeza dura y por no escuchar. Incluso me habían alertado de personas alrededor mío que no servían para nada y hasta en el trabajo y la vida en general. Pensaba que eran cosas de su tiempo y no del presente, pero ya veo que la edad era un número y lo que importa es la experiencia y sabiduría de los mayores, viejos, pero con mucha más calle y horas de vuelo que yo.

Al final los viejos tenían razón.