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  • Iniciador del tema Iniciador del tema Okarin
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Okarin

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145
Me gustaba tomar mucho, al menos consumía unas cuantas vidas en la mañana, vivía en un piso alto de algún alquiler ratonera y el canto del
gallo era sustituido por el grito de un orgasmo fingido de la pvta de 20 dólares de al lado, no dormía ella, siempre trabajando, su cuerpo era el
centro cultural del barrio, todos los anillos del edificio temblaban al verla pasar (pero creo que más temblaba ella en verdad).

Creo que se llamaba Eva y era muy temprano en ese otoño fingiendo ser verano, aún todas las personas normales se recreaban en sus pesadillas, menos la pvta de al lado, ella vivía su pesadilla despierta, su voz rajaba las flores del
estampado de mi pared, las marchitaba, las hacía manchar mi piso con su sangre;
¿Cómo es posible que un grito de éxtasis cause tanta tristeza?

El concierto duraba 10 o 15 minutos,
dependiendo del pobre diablo que está vez alquilara su cuerpo, que le rompiera más la esperanza de enamorase alguna vez de verdad, cuando terminaba el show de sus sonidos agonizantes, se oía un portazo, un silencio, un olor a muerte, a sangre, a mierda, a soledad.
Luego salía ella, en bragas, y con unos
ajustadores que usaba más para sostener sus lágrimas que sus pechos, me daba los buenos días y se ponía a llorar.

-Buenos días vecina, estás mucho más hermosa esta mañana, tranquila, algún día nos vengaremos de esta vida hija de pvta- le decía mientras me ahogaba en un trago amargo de vino, ella encendía un cigarrillo de esos largos, extraños y limpiándose las lágrimas me miraba con esos ojazos marrones, sonreía y me decía entre sollozos...

-¿De qué hablas? Mi vida es perfecta, solo me gusta cantar un poco en la mañana, ya sabes, entrenar, seré algún día una cantante famosa de ópera- Luego siempre inspeccionaba la distancia
del balcón al piso, pero nunca pudo, o quizás, nunca quiso, solo le daba otro sorbo a su cigarrillo y a sus lágrimas, me miraba por última vez antes de volver a su infierno, muy caliente, o, más bien frío.

- Cuídate vecino, hay mucha distancia de acá arriba al piso, ¿sabes? A veces quisiera poder ser como aquel gorrión y solo volar hasta el precipicio- daba la vuelta y empezaba a cantar, a sufrir, a
llorar.
Pensé, pobre chica, ojalá algún día se diera cuenta de que tiene unas alas muy hermosas en el alma.

Murió a la semana siguiente, parece que fumar y cantar no eran sus únicos vicios , no era su único mal, yo solo me paré en mi balcón, ebrio pero con las alas extendidas, e intenté volar...
 
Me gustaba tomar mucho, al menos consumía unas cuantas vidas en la mañana, vivía en un piso alto de algún alquiler ratonera y el canto del
gallo era sustituido por el grito de un orgasmo fingido de la pvta de 20 dólares de al lado, no dormía ella, siempre trabajando, su cuerpo era el
centro cultural del barrio, todos los anillos del edificio temblaban al verla pasar (pero creo que más temblaba ella en verdad).

Creo que se llamaba Eva y era muy temprano en ese otoño fingiendo ser verano, aún todas las personas normales se recreaban en sus pesadillas, menos la pvta de al lado, ella vivía su pesadilla despierta, su voz rajaba las flores del
estampado de mi pared, las marchitaba, las hacía manchar mi piso con su sangre;
¿Cómo es posible que un grito de éxtasis cause tanta tristeza?

El concierto duraba 10 o 15 minutos,
dependiendo del pobre diablo que está vez alquilara su cuerpo, que le rompiera más la esperanza de enamorase alguna vez de verdad, cuando terminaba el show de sus sonidos agonizantes, se oía un portazo, un silencio, un olor a muerte, a sangre, a mierda, a soledad.
Luego salía ella, en bragas, y con unos
ajustadores que usaba más para sostener sus lágrimas que sus pechos, me daba los buenos días y se ponía a llorar.

-Buenos días vecina, estás mucho más hermosa esta mañana, tranquila, algún día nos vengaremos de esta vida hija de pvta- le decía mientras me ahogaba en un trago amargo de vino, ella encendía un cigarrillo de esos largos, extraños y limpiándose las lágrimas me miraba con esos ojazos marrones, sonreía y me decía entre sollozos...

-¿De qué hablas? Mi vida es perfecta, solo me gusta cantar un poco en la mañana, ya sabes, entrenar, seré algún día una cantante famosa de ópera- Luego siempre inspeccionaba la distancia
del balcón al piso, pero nunca pudo, o quizás, nunca quiso, solo le daba otro sorbo a su cigarrillo y a sus lágrimas, me miraba por última vez antes de volver a su infierno, muy caliente, o, más bien frío.

- Cuídate vecino, hay mucha distancia de acá arriba al piso, ¿sabes? A veces quisiera poder ser como aquel gorrión y solo volar hasta el precipicio- daba la vuelta y empezaba a cantar, a sufrir, a
llorar.
Pensé, pobre chica, ojalá algún día se diera cuenta de que tiene unas alas muy hermosas en el alma.

Murió a la semana siguiente, parece que fumar y cantar no eran sus únicos vicios , no era su único mal, yo solo me paré en mi balcón, ebrio pero con las alas extendidas, e intenté volar...
Al final me reí valla pvto sarcasmo , esto es lo q buscaba poemas reales no basuras de amor :v .La vida es asi pero necesito saber q c metia la wea ¿éxtasis?
 
La vida de las putas es muy literaria, siempre lo ha sido y siempre lo será, principalmente porque a través de la historia el oficio de escritor ha sido un oficio masculino. He leido historias de putas escritas por mujeres y, salvo algunas excepciones, resultan sosas y poco humanas, porque pienso que tienden a minimizar el sentimiento de puta entregada no al placer, sino entregada al sexo por dinero o interés.
Me gusta, Dayan...
 
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