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En el horizonte se observa una ciudad utopía, un refugio en medio del caos del mundo exterior. Un lugar, donde las calles pavimentadas con esperanzas y sus casas están construidas con sueños. Porque si, señores, tras esas fachadas de "perfección", acechan una sombra siniestra: Los hombres desagradables. Y aunque supuestamente esa sociedad donde todo parecía funcionar a la "perfección", dichos individuos se regocijaban en su mezquindad. Y aparte, de querer aparentar que juega con las emociones de los demás, creando ese ambiente hostil y tóxico en cada rincón a donde van.
Y sí, con su voluntad más débil, pero más que débil su voluntad, su forma de expresarse tan mezquina, creando cierto comentario de una lengua viperina para nuestros odios. Resulta que por mucho que la sociedad quiera avanzar, existe esos tipos de hombres que no saben comportarse con su lenguaje inmoral, convirtiendo esas palabras como dagas para los odios de ciertas mujeres, e incluso con chicas adolescentes que tan solo van de paso para su hogar o lugar de estudio. Comentarios que me hierven la sangre, y que no quiero hacer llegar por muy mezquina y desagradable que sea, y aunque seguro estoy que ya muchos saben a lo que me quiero referir. Esa mayoría de hombres desagradable, falta de tacto y cultura, ética y honradez, hacen simbólico su única forma de expresión a nuestra sociedad, excitando a su lengua de víbora, y que me perdone dicho reptil por compararla con semejante basura, mientras que su majadería y repugnancia al expresar un piropo o pretendiendo decir algo "brillante", termina en grosería. Sin embargo, la fuerza de la humanidad correcta, no puede silenciar del todo a estas personas, mucho menos, dejar mudo por mucho tiempo. Porque como semillas en el invierno, su resistencia comienzan a florecer como dignos predecesores de una ciudad repleta de ratas, destruyendo cualquier muralla entre el amor y la bondad.
Y así, una ciudad que supuestamente renació de las cenizas, más fuerte y resiliente que nunca, un grupo de hombres desagradables siempre emergerán, con una advertencia constante de esas expresiones y verborrea, amenazando cada día a esas mujeres que no necesitan sus piropos inmorales, sino aquellas acciones que protegen el amor y el respeto en cada rincón de nuestras vidas.
Agradezco que hayan llegado hasta acá, espero con ansias sus comentarios, respecto al tema. Porque señores, nunca habrá una ciudad utopía, si un grupo de hombres, no sabe como comportarse.
Y sí, con su voluntad más débil, pero más que débil su voluntad, su forma de expresarse tan mezquina, creando cierto comentario de una lengua viperina para nuestros odios. Resulta que por mucho que la sociedad quiera avanzar, existe esos tipos de hombres que no saben comportarse con su lenguaje inmoral, convirtiendo esas palabras como dagas para los odios de ciertas mujeres, e incluso con chicas adolescentes que tan solo van de paso para su hogar o lugar de estudio. Comentarios que me hierven la sangre, y que no quiero hacer llegar por muy mezquina y desagradable que sea, y aunque seguro estoy que ya muchos saben a lo que me quiero referir. Esa mayoría de hombres desagradable, falta de tacto y cultura, ética y honradez, hacen simbólico su única forma de expresión a nuestra sociedad, excitando a su lengua de víbora, y que me perdone dicho reptil por compararla con semejante basura, mientras que su majadería y repugnancia al expresar un piropo o pretendiendo decir algo "brillante", termina en grosería. Sin embargo, la fuerza de la humanidad correcta, no puede silenciar del todo a estas personas, mucho menos, dejar mudo por mucho tiempo. Porque como semillas en el invierno, su resistencia comienzan a florecer como dignos predecesores de una ciudad repleta de ratas, destruyendo cualquier muralla entre el amor y la bondad.
Y así, una ciudad que supuestamente renació de las cenizas, más fuerte y resiliente que nunca, un grupo de hombres desagradables siempre emergerán, con una advertencia constante de esas expresiones y verborrea, amenazando cada día a esas mujeres que no necesitan sus piropos inmorales, sino aquellas acciones que protegen el amor y el respeto en cada rincón de nuestras vidas.
Agradezco que hayan llegado hasta acá, espero con ansias sus comentarios, respecto al tema. Porque señores, nunca habrá una ciudad utopía, si un grupo de hombres, no sabe como comportarse.