A ver, no Soma no, creo que tuerces el dicho para ajustarlo a tu modo de pensar.
Primeramente este dicho no es aplicable de forma exclusiva a la libertad de expresión, sino a toda libertad de hacer, como individuo, lo que desees o necesites hacer en cada momento. De hecho el dicho es "tu derecho acaba donde empieza el mio". Va sobre derecho, no libertad, pero está bien, veámoslo así.
Existe el orden y existe el caos, el primero contrarresta al segundo, el primero es necesario, el segundo es inadmisible como forma de vida social, colectiva, por lo tanto tiene que haber un orden para que la sociedad funcione. El orden no es privación de libertad, sino organización de la misma. Yo tengo la libertad de ser y hacer siempre que esa libertad no dañe, no perjudique a otras prsonas que tienen su derecho a que se les respete y mantenga su integridad; eso no anula mi libertad sino que la mantiene consecuente con el orden social.
Ahora, viendolo desde lo que quieres expresar: libertad de expresión, pienso que este término se confunde la mayoría de la veces, libertad de expresión no es libertad de decir, aunque parezca lo mismo. La libertad de expresión asiste el derecho del individuo a plantear y defender su forma de pensar con respecto a cualquier temática socio política sin que ello suponga una agravio o represalia en su contra. La libertad de decir es, en cambio, poder soltar por la boca lo que sea, aunque ello ofenda, denigre, perjudique, difame o trasgreda el derecho ajeno. Con lo primero se está de acuerdo, se defiende, se reclama: mi libertad de expresión; con lo segundo no porque nadie tiene derecho a ofenderme, denigrarme, perjudicarme, difamarme o transgredirme. No es me "moleste", es que me perjudique.
La libertad de expresión te ampara en la expresión de tus ideales y conceptos, bajo respeto, bajo cuidado verbal, bajo la no transgresión del derecho ajeno, eso es libertad de expresión, pero tu lo estás confundiendo con la libertad de decir lo que te salga de los pies, y no es así.
Existe la libertad de expresión (aunque hay que defenderla la mayoría de las veces), lo que no existe es la libertad de ofender y dañar a terceras personas sencillamente por no saber escoger el cómo, dónde y cuándo decir las cosas.
Si me paro en la puerta de tu casa a gritarte cuanto me salga de mi libertad de expresión tu no te vas a quedar calladito respetando que ?: