Shipper
Nivel 3
- 151
- 478
?PRESENCIA DE SENTIMIENTOS MUY NEGATIVOS NO APTO PARA PERSONAS SENSIBLES
Trozo de galleta
Me siento en un rincón oscuro, protegiendo mi trozo de galleta. Me rodean ratas y cucarachas, no puedo verlas, pero sé que están ahi. El pequeño trozo de galleta parece temblar en mi mano. Ah, no, la que tiembla soy yo.
Al pasar el tiempo en medio de la oscuridad se acostumbra mi vista y noto apilonadas en la habitación montones de cajas, algunas grises, otras puestas recientemente. No les hago mucho caso, seguro que las ratas se encuentran detrás de ellas. Me mantengo alerta, la palma de mi mano ya algo sudada, pero me niego a abrirla. Es mí galleta y nadie va a arrebartármela.
Quizás por el sudor o por el hambre, comienzo a sentir su sabor en mi mano. Es dulce, puede que algo fría, todavía como sacada de la fábrica. Mis ojos empiezan a llenarse de lágrimas. Son saladas, no como la galleta, pero sí como mi interior. Saboreo algunas con mi lengua y pienso en la galleta, lo cual solo hace que broten aún más. No sé de dónde vendrán estas gotas tan claras, ¿de mis recuerdos sobre ella? Imposible. Tapicé esos recuerdos hace muchos años, quizás por ser tan antiguos se llenaron de humedad. Ahora el corazón me duele y como un remedio presiono el trozo contra mi pecho.
Con mis ojos entrecerrados y nublados veo una luz. No es blanca, sino amarilla y parece escaparse de arriba. Sé lo que es, es la cubierta del barco, si la sigo podré volver a ver el mar salado, azul e inmenso y sentiré los rayos de sol broncear mi piel. Si tan sólo no estuviera en una habitación llena de ratas. Si tan sólo no me quedara solamente un trozo de galleta.
G. Fundora
Qué piensan? ^ ^' Alguna teoría?
Trozo de galleta
Me siento en un rincón oscuro, protegiendo mi trozo de galleta. Me rodean ratas y cucarachas, no puedo verlas, pero sé que están ahi. El pequeño trozo de galleta parece temblar en mi mano. Ah, no, la que tiembla soy yo.
Al pasar el tiempo en medio de la oscuridad se acostumbra mi vista y noto apilonadas en la habitación montones de cajas, algunas grises, otras puestas recientemente. No les hago mucho caso, seguro que las ratas se encuentran detrás de ellas. Me mantengo alerta, la palma de mi mano ya algo sudada, pero me niego a abrirla. Es mí galleta y nadie va a arrebartármela.
Quizás por el sudor o por el hambre, comienzo a sentir su sabor en mi mano. Es dulce, puede que algo fría, todavía como sacada de la fábrica. Mis ojos empiezan a llenarse de lágrimas. Son saladas, no como la galleta, pero sí como mi interior. Saboreo algunas con mi lengua y pienso en la galleta, lo cual solo hace que broten aún más. No sé de dónde vendrán estas gotas tan claras, ¿de mis recuerdos sobre ella? Imposible. Tapicé esos recuerdos hace muchos años, quizás por ser tan antiguos se llenaron de humedad. Ahora el corazón me duele y como un remedio presiono el trozo contra mi pecho.
Con mis ojos entrecerrados y nublados veo una luz. No es blanca, sino amarilla y parece escaparse de arriba. Sé lo que es, es la cubierta del barco, si la sigo podré volver a ver el mar salado, azul e inmenso y sentiré los rayos de sol broncear mi piel. Si tan sólo no estuviera en una habitación llena de ratas. Si tan sólo no me quedara solamente un trozo de galleta.
G. Fundora
Qué piensan? ^ ^' Alguna teoría?