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1 barra de pan del día anterior (pan de flauta o similar)
3 huevos
1 taza de leche
1/2 taza de azúcar
1 cucharadita de canela en polvo
1 cucharadita de vainilla
Ralladura de 1 limón
Aceite para freír
Para el almíbar:
1 taza de azúcar
1 taza de agua
1 rama de canela
Cáscara de limón
Opcional: un chorrito de ron o vino dulce
Instrucciones:
Preparar las rebanadas de pan:
Corta el pan en rebanadas gruesas (de 2 a 3 cm de grosor aproximadamente). El pan debe ser del día anterior para que esté un poco más firme y absorba mejor la mezcla.
Mezclar los ingredientes:
En un bol, bate los huevos con la leche, el azúcar, la canela, la vainilla y la ralladura de limón. Esta mezcla será el baño para las torrejas.
Remojar las rebanadas de pan:
Sumerge las rebanadas de pan en la mezcla de leche y huevo, dejándolas reposar unos minutos para que absorban bien el líquido, pero sin que se deshagan.
Freír las torrejas:
Calienta abundante aceite en una sartén a fuego medio-alto.
Fríe las rebanadas de pan hasta que estén doradas por ambos lados. Asegúrate de que estén bien cocidas en el centro.
Retíralas del aceite y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
Preparar el almíbar:
En una cacerola, mezcla el azúcar, el agua, la rama de canela y la cáscara de limón. Lleva a ebullición y cocina a fuego lento durante unos 10-15 minutos, hasta que el almíbar espese ligeramente.
Si quieres darle un toque más especial, puedes añadir un chorrito de ron o vino dulce al almíbar una vez esté listo.
Servir las torrejas:
Coloca las torrejas en un plato y vierte el almíbar caliente por encima. Puedes servirlas con un poco más de canela espolvoreada si lo deseas.
¡Y listo! Ahora tienes unas deliciosas torrejas cubanas, perfectas para disfrutar como postre o desayuno.