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Subnautica: Bellow Zero

Gatto007

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Ahora vamos a el análisis de Subnautica: Bellow Zero
Ofrecido también por 3d juegos
Acá el enlace: https://www.3djuegos.com/juegos/analisis/33177/0/subnautica-below-zero/

El primer Subnautica fue toda una sorpresa que logró combinar los juegos de supervivencia con un entorno submarino y alienígena fascinante. En este análisis de Below Zero os contamos cuáles son sus novedades y diferencias con respecto a la obra original.

Quizá porque haya algunos juegos que lo necesitan más que otros, porque merece la pena descubrirlos, me permito ser más contundente. En la generación que nos deja, o que nos ha dejado, pocos juegos entendieron mejor el concepto de libertad, exploración y descubrimiento como The Legend of Zelda: Breath of the Wild, Outer Wilds y sí, Subnautica.


El de Unknown Worlds fue toda una sorpresa para mí: atraído por las mecánicas de crafteo y supervivencia, pero buscando una experiencia centrada en un jugador, Subnautica logró obsesionarme hasta cotas insospechadas. Durante el tiempo que duró mi partida, no podía pensar en otra cosa; quería saber qué pasaba cuando bajase de los 1000 metros de profundidad, cuando consiguiera la protección térmica, cuando construyese el submarino.


No solo las mecánicas de Subnautica, que también utiliza al máximo Below Zero, son absorbentes. Sus tramas son sencillas, pero logran atraer irremediablemente al jugador a través de ese lema de “muestra, no cuentes”, que en nuestra industria se transforma en “descubre, no muestres”. Es el jugador el que, al llegar a un nuevo escenario, empieza a hacerse un montón de preguntas ante una construcción abandonada o un nuevo complejo alienígena. Partiendo de este mismo patrón, Below Zero se presenta de manera algo difusa. No he querido seguir todo el Early Access, porque prefería sorprenderme con la versión final, pero, por lo que parece, este nuevo juego anda a medio camino entre la expansión y la secuela. Expansión, porque se centra mucho en los mismos conceptos que se utilizaron en el primer Subnautica. Pero segunda parte, porque introduce otros nuevos como la posibilidad de explorar tierra firme (y helada), así como mejorar las ya hermosas profundidades submarinas del planeta 4546B, al que regresamos.


Lo hacemos, en esta ocasión, viajando a la región ártica y encarnando a un nuevo personaje: Robin Ayou, una xenologista en busca de su hermana Sam, a la que se le da por desaparecida tras una accidente en su base. Por el camino, también entraremos en contacto con una entidad alienígena: Al-An, a la que tendremos que buscar un cuerpo físico escaneando diversas ruinas y elementos orgánicos de su civilización.

El planteamiento es interesante y se nota que Unknown Worlds ha contado en esta ocasión con más herramientas que hace unos años, hasta el punto de mostrar personajes en pantalla (y las tan difíciles animaciones humanas para estudios independientes) y algunas cinemáticas que ayudan a contar la historia. Pero, con todo, lo cierto es que esta nueva forma de desmenuzar la trama termina siendo más tradicional y menos fascinante, apoyándose menos en el descubrimiento que proporcionaba el primer videojuego. Aunque, eso sí, termina de forma bastante enigmática y espectacular.

Creo que es ese hambre de descubrimiento lo que más me ha pesado en Below Zero. En el primer Subnautica, todo era nuevo. La obsesión y la dedicación de horas y horas a la colecta de minerales, fabricación de objetos... era fascinante porque era la primera vez que experimentabas con sus mecánicas. Al apoyarse en la misma estructura, Below Zero me ha producido la misma obsesión que antaño, pero sin tanta fascinación. Muchos de sus elementos se repiten, convirtiendo la experiencia, ante todo, en un proceso que el jugador ya conoce y, simplemente, tiene que ejecutar en el orden correcto. Hay alguna herramienta nueva destinada al duro trabajo de encontrar los minerales adecuados, pero no me ha resultado tan útil como cabría esperar.

¿Y qué hay de las novedades? La nueva porción de tierra firme cambia un poco la mecánica y añade objetos, consumibles y hasta un vehículo nuevo: el snow fox. Una especie de moto aérea, a lo Star Wars, para recorrer las vastas planicies de hielo de la región. Si en el agua debemos medir el nivel de oxígeno, en tierra haremos lo propio con la temperatura, mientras tenemos cuidado de algunas nuevas criaturas que pueblan la superficie, como acechantes de las nieves o un nuevo tipo de leviatán.


En el océano también hay novedades
Por mucho que sea atrayente (yo mismo en el primer juego deseaba que hubiera más islas), poco a poco sientes las imperiosa necesidad de volver al océano, donde Subnautica, nunca mejor dicho, se mueve como pez en el agua. La zona glaciar da algo de variedad, pero termina siendo menos consistente, con pocas oportunidades de exploración para tanto terreno, donde la mayor dificultad consiste en encontrar los puntos calientes que no vienen marcados en el juego. Aunque agradezco ese factor de descubrimiento, creo que también habría agradecido un diario de misiones algo más intuitivo, ya que en ocasiones era difícil saber cuáles eran los objetivos de Robyn, ya que es posible no cumplir en orden algunas partes de la trama y perderte algo de información por el camino.

Por muy atrayente que sea el glaciar, poco a poco sientes las necesidad de volver al océano
En el océano también hay novedades. Quizá la principal sea el cambio del Seamoth y el Cyclops por el Seatruck. La idea es buena: en vez de tener un vehículo menor y uno enorme, tenemos ahora uno modular en el que ir construyendo poco a poco nuestra “casa a cuestas”, que, como si de un tren se tratase, dispondrá de vagón constructor, acuario, almacén, habitación y remolcador para el traje PRAWN. La idea es fantástica y muy divertida de construir, pero menos útil de lo que parece, ya que el Seatruck es bastante lento incluso con sus mejoras y no permite la construcción de taquillas o cargadores, lo que puede dificultar un poco la tarea. Eso sí, termina logrando cierto equilibrio, ya que puede navegar por profundidades que el Cyclops solo soñaría. ¡Pero cuidado! Porque como te metas donde no debes puedes terminar atascando el vehículo con peores consecuencias que el Ever Given.


El hecho de poder llevar el Seatruck tan abajo nos da una idea del carácter de expansión de Below Zero. Pese a que el juego contiene todas las mecánicas y construcciones del primer juego (y añade algunas nuevas), no necesitas de todas ellas. Aquí es donde se nota que Below Zero no deja de ser un patio de recreo que picotea de la base, mientras que el original era un juego exquisitamente diseñado, donde todo se aprovecha al máximo. Uno sufría y sentía la recompensa de llegar a la profundidad oceánica máxima, haciendo uso de todos los recursos. En Below Zero, en cambio, ni siquiera he necesitado utilizar los reactores bioquímicos, nucleares o hidráulicos para construir bases más profundas. Hay elementos que parecen algo recortados y simplificados.


Pese a que lo echo de menos, puedo llegar a entenderlo: Below Zero ya pide prestado demasiados sistemas del juego original y creo que en Unknown Worlds eran conscientes de que la segunda vez no cuentan con el factor sorpresa. Estos juegos basados en el descubrimiento funcionan cuando el jugador va averiguando cómo funciona cada nuevo objeto, vehículo y construcción; repetir el proceso, puede llegar incluso a causar fatiga. En mi caso, admito haber estado obsesionado las 26 horas que me duró Below Zero, pero también noté que esa obsesión era más artificial, me recompensaba menos como jugador y era producto de la limitación y la búsqueda incesante de materiales para avanzar en el juego.

Diría incluso que los atractivos biomas del primer juego han sido ampliamente superados
Gráficamente, el juego ha mejorado bastante. Diría incluso que los atractivos biomas del primer juego han sido ampliamente superados, en muchos casos. Aparte de los atardeceres en tierra firme, las islas de hojas de lirio, unas hermosísimas cuevas de cristal o los géiseres submarinos... Todos contienen ahora muchísimo más detalle y esa sobrecogedora sensación que te produce el adentrarte en ellos. Mi favorito son los puentes de coral, unas estructuras naturales alienígenas que captan todo lo que es Subnautica: asombroso, alienígena y con ese respeto que producen las fosas abisales.


En esta ocasión, Unknown Worlds ha trabajado para terminar tanto la versión de PC como las de consolas al mismo tiempo. Algo que ha ocurrido también con el primer Subnautica, que se ha visto actualizado a su versión de PS5 y Series X. He podido jugar a Below Zero en PS5 y los resultados han sido irregulares. Si bien el juego luce bien, arreglando bastante esos problemas de popping (no siempre) que tenía el original, sigue habiendo tirones ocasionales molestos y, sobre todo, peligrosos cierres que, ante un guardado manual, han logrado frustrarme en alguna ocasión. El juego cuenta con modos de Calidad y Rendimiento, limitando los frames a 30 fps o desbloqueando la tasa para una experiencia más suave, que es la opción que he elegido. En PS5, además, se intenta aprovechar los gatillos adaptativos para los distintos artilugios, aunque realmente solo está conseguido a la hora de utilizar el taladro de nuestro traje PRAWN.

Y como soy así les dejo el análisis del Subnautica también.... Wiiiii \:D/ https://www.3djuegos.com/juegos/analisis/18120/0/subnautica/
 
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