Cómo funcionan las sociedades secretas
Aunque la existencia de algunas sociedades secretas sea de dominio público (como ocurre con la secta Rosacruz, los Illuminati y masones, por ejemplo), los adeptos no pueden conocer todos los entresijos de las órdenes hasta superar los distintos niveles que existen dentro de su organigrama. Son realmente muy pocos los que llegan a la cúspide de la organización y logran descubrir sus secretos y planes más ocultos.
Grabado del siglo XVIII que representa uno de los ritos de la masonería
De hecho,
es habitual que a los miembros de los niveles inferiores se les divulgue información sesgada o falsas interpretaciones de la realidad, con lo que la élite que está en lo más alto de la orden siempre consigue reflejar la imagen que más conviene a sus intereses.
Por este motivo se encuentra tan jerarquizada la estructura de las sociedades secretas: los neófitos deben obedecer las órdenes sin cuestionar la autoridad o los motivos de sus maestros.
Las ceremonias de iniciación y los rituales contribuyen a que esto sea posible. Los adeptos ni siquiera conocen el significado de la simbología y de todas las prácticas que deberán realizar, simplemente tienen la obligación de cumplir con los ritos.
Por lo general, para entrar en las organizaciones secretas
se requiere la recomendación de alguno de sus miembros, lo que se conoce como cooptación.
Grabado de la recepción de aprendices en una logia masónica de Inglaterra
Sin embargo, existen casos en los que algunas personas ingresaron en la masonería o en otras órdenes debido a que fueron sorprendidas espiando cuando se celebraba una reunión secreta, o porque presenciaron por accidente algún ritual. Por ejemplo, los Masones tuvieron que admitir a diversas mujeres por esta causa.
Por otra parte, cada organización tiene sus reglas. Algunas de ellas son tan exclusivas que, a pesar de haber sido invitado por uno de sus miembros, no resulta fácil entrar. Así ocurre en el caso del Club Bohemio, donde, tras recibir una invitación, hay que esperar 15 años para poder ingresar en la orden.
El hecho de que no es posible llegar a conocer hasta dónde llega la influencia de estas sociedades secretas, no hace más que incrementar el misterio, las intrigas y las conspiraciones que nacen en torno a ellas.