Que si tiene "flow", para empezar, ser médico es dejar de ser tú, ser médico no es una profesión, es un estilo de vida. Al hacerte médico cambias tu manera de vivir, de afrontar los problemas y mejoras en tu relación con los demás seres humanos. El médico es un personaje público, eres médico en la guagua, en la panadería o en la playa, así te verán y así te reconocerán, esto es un concepto que viene de los tiempos de Esculapio y se mantiene hasta nuestros días.
El médico es un ente políglota, no solo puede saber de medicina pues sus pacientes no son solo médicos, así que debe saber de política, religión, deporte, literatura, artes escénicas y un largo etc.
Ser médico es pertenecer a una hermandad, no importa donde estés, a donde vallas ni la hora que sea, si dos médicos se encuentran se saludarán, se invitarán a un café y podrán estar horas charlando de casos clínicos y tratamientos.
El médico es un ser en constante cambio, evoluciona junto a la ciencia que juró defender y no importa la edad que tenga, siempre lo verás leyendo un libro nuevo.
Ser médico no es solo ponerse una bata, recitar conceptos y diagnosticar enfermedades. El médico es ese amigo que te consuela cuando ya no hay nada que hacer para salvar a tu familiar querido, es ese hijo que se sienta junto a la abuela, que esta sola en el hospital, y le habla con palabras dulces y la tranquiliza mientras con lágrimas en los ojos mira una PCO2 en 60%. Es el "ladrón" que corre a "robarse" un insumo que necesita para salvarte la vida o justifica un examen complementario para que laboratorio lo realice de urgencia.
Ser médico es saber cuándo ya no se puede hacer más, cuando ha llegado el momento de decirle a la familia que "hay que prepararse para lo peor" y seguir adelante porque hay más pacientes y más vidas que salvar.
Ser médico es saber vivir con un cementerio adentro a donde remitirse para salvar una nueva vida.
Ser médico no se si tenga "flow", lo que si se que tiene de sobra es amor por la vida y respeto por la muerte.

Tomado de la Red.