En este caso no voy hacer referencia de dolor ajeno qué ya es algo ( sádico) simplemente del propio de cada persona dónde si disfruta de dolor o sienten incluso hasta placer del propio dolor dónde llamamos masoquismo
dicen que la felicidad sin la tristeza sería un estado normal
En fin .. me refiero ese dolor qué sientes al otro día después hacer ejercicio, a las personas que se hacen tatu , incluso en las prácticas sexuales y hasta el dolor de la soledad .. lo cierto es que se siente placer por ciertos dolores y llegado el caso lo ven como una recompensa pq los interpretan cómo tal ..
uno de los dolores más placenteros y da felicidad inclusive es el de la mujer cuándo va a parir y le enseñan su bbcito..?
No creo que lo normal sea disfrutar del dolor. Ya el disfrute del dolor se considera algo patológico, creo que más bien lo que uno siente no es placer sino como que valió la pena pasarlo, o sufrirlo. Para mi uno de los dolores más fuertes es el del parto el otro es el de muela, y no estoy segura pero creo q la muela me dolió más, jajaja. Pero la espera del bb si es cierto como que nos da fuerzas, no se, creo que es lo único que mantiene a uno con la capacidad de aguantar tanto dolor y durante tanto tiempo. Aunque se conoce que entre el dolor y el placer hay una línea muy fina, ya que se sabe durante el dolor se liberan sustancias similares a las q se liberan durante el placer.
Algo de esto encontré en la red:
Los sistemas que procesan el placer y el dolor en nuestro cerebro son diferentes pero pueden estar activados al mismo tiempo, de ahí la mezcla de placer y dolor que producen prácticas como el masoquismo.
Pareciera que para el ser humano el dolor y el placer siempre han estado entrelazados. Todo dolor hace que el sistema nervioso central libere endorfinas, proteínas cuya misión es la de bloquear esa sensación. Y al hacerlo, también producen euforia.
Es una sensación bien conocida por los que practican ejercicio intenso, que en el desarrollo de su actividad liberan ráfagas de ácido láctico. Este ácido altera los receptores de los músculos, y estos comunican la situación al cerebro por medio de unos mensajes eléctricos que envían a través de la médula espinal, que como respuesta a las señales de dolor ordena al cuerpo que genere sus propios narcóticos (las endorfinas).
Las endorfinas estimulan las regiones límbica y prefrontal del cerebro, que son las mismas que se activan con el amor apasionado y la música, de una forma similar a la que lo hacen la morfina y la heroína. A la par, el dolor producto del ejercicio intenso también provoca un aumento súbito de los otros analgésicos del cuerpo: las anandamidas, que se conocen como los "químicos de la felicidad" e inducen un cálido placer, en una sensación parecida a la que provoca fumar marihuana.
Pues sabiendo esto ya vemos porque se tiende a mezclar el dolor y el placer o a condundir ambas sensaciones.