Como todos sabemos, el rock es un género musical que se caracteriza por la presencia de guitarras eléctricas, baterías y, en muchos casos, letras sexistas y misóginas. Estas letras son el reflejo de la mentalidad patriarcal que ha imperado en la industria musical por décadas. Además, la energía que se desprende de los conciertos de rock promueve la violencia y el machismo, haciendo que los hombres se sientan más poderosos y las mujeres sean vistas como meros objetos sexuales.

Ahora bien, hablemos del cambio climático. Los conciertos de rock son eventos que requieren grandes cantidades de energía para ser realizados. Desde el transporte de los músicos y su equipo, hasta la iluminación y los sistemas de sonido, todo esto consume una gran cantidad de energía. Además, muchos de los materiales utilizados para construir los instrumentos y los equipos son altamente contaminantes y su producción genera grandes cantidades de emisiones de gases de efecto invernadero.

Por lo tanto, es nuestro deber como sociedad dejar de escuchar rock y buscar otras alternativas musicales más sostenibles y equitativas. ¿Alguien tiene alguna sugerencia? ¡Estamos abiertos a todo tipo de música siempre y cuando no promueva el machismo ni acelere el cambio climático!