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Reflexiones y Enseñanzas

osdalo85

Nivel 2
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Creo este tema para que todo aquel que desee dejar algun historia o reflexion lo haga.

MORALEJA:

Un pájaro volaba hacia el sur para invernar. Hacía tanto frío que el pájaro -helado-, cayó al suelo agotado. Mientras estaba tendido en el suelo pasó una vaca y dejó caer unas boñigas sobre él. Envuelto en el montón de estiércol, el pájaro se dio cuenta de lo cálido y a gusto que estaba allí. Se sintió tan feliz que empezó a cantar de alegría. Oyendo un pájaro cantar, un gato se acercó a investigar. Descubrió el pájaro bajo el montón de estiércol, lo desenterró y rápidamente se lo comió…

Moralejas de la historia:
1) No todo el que se caga en ti, es tu enemigo.
2) No todo el que te saca de la mierda es tu amigo.
3) Cuando estés con la mierda hasta el cuello… ¡Mantén la boca cerrada!
 
LA VELA DE LA ESPERANZA

Cuatro Velas se estaban consumiendo tranquilamente. El ambiente estaba tan silencioso que se podía oír el diálogo entre ellas.

La primera dice:

¡Yo Soy la Paz! A pesar de mi Luz, las personas no consiguen mantenerme encendida. Y disminuyendo su llama, se apagó totalmente.

La segunda dice:

¡Yo me llamo Fe! Infelizmente soy superflua para las personas. Porque ellas no quieren saber de Dios, por eso no tiene sentido continuar quemándome.

Al terminar sus palabras, un viento se abatió sobre ella, y esta se apagó.

En voz baja y triste la tercera vela se manifestó:

¡Yo Soy el Amor! No tengo más fuerzas que quemar. Las personas me dejan de lado porque Sólo consiguen manifestarme para ellas mismas; se olvidan hasta de aquellos que están a su alrededor.

Y también se apagó.

De repente entró una niña y vio las tres velas apagadas

¿Qué es esto?

Ustedes deben estar encendidas y consumirse hasta el final.

Entonces la cuarta vela, hablo: No tengas miedo niña, en cuanto yo esté encendida, podemos encender las otras velas. Entonces la niña tomó la vela de la Esperanza y encendió nuevamente las que estaban apagadas.

¡Que la vela de la Esperanza nunca se apague dentro de nosotros…!
 
LAS TRES REJAS

El joven discípulo de un filósofo sabio llegó a casa de este y le dijo:

—Maestro, un amigo suyo estuvo hablando de usted con malevolencia.

—¡Espera! —lo interrumpió el filósofo—. ¿Ya hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?

—¿Las tres rejas?

—Sí. La primera es la reja de la verdad. ¿Estás seguro de
que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?

—No; lo oí comentar a unos vecinos.

—Entonces al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Esto que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?

—No, en realidad no. Al contrario…

—¡Vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?

—A decir verdad, no.

—Entonces —dijo el sabio sonriendo—, si no es
verdadero, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo en el olvido.

¿Cuántos malos ratos podríamos evitar si sometiéramos a esas tres rejas todo lo que decimos…?
 
¿EXISTE EL MAL?

El profesor universitario retó a sus alumnos con esta pregunta. "¿Dios creó todo lo que existe?" Un estudiante contestó valiente: Sí, lo hizo. ¿Dios creó todo?: Sí señor, respondió el joven. El profesor contestó, "Si Dios creó todo, entonces Dios hizo al mal, pues el mal existe, y bajo el precepto de que nuestras obras son un reflejo de nosotros mismos, entonces Dios es malo". El estudiante se quedó callado ante tal respuesta y el profesor, feliz, se jactaba de haber probado una vez más que la fe Cristiana era un mito .Otro estudiante levantó su mano y dijo: ¿Puedo hacer una pregunta, profesor? Por supuesto, respondió el profesor. El joven se puso de pie y preguntó: ¿Profesor, existe el frío?, El profesor respondió: ¿Qué pregunta es esa? Por supuesto que existe, ¿Acaso usted no ha tenido frío? El muchacho respondió: De hecho, señor, el frío no existe. Según las leyes de la Física, lo que consideramos frío, en realidad es ausencia de calor. "Todo cuerpo u objeto es susceptible de estudio cuando tiene o transmite energía, el calor es lo que hace que dicho cuerpo tenga o transmita energía. El cero absoluto es la ausencia total y absoluta de calor, todos los cuerpos se vuelven inertes, incapaces de reaccionar, pero el frío no existe. Hemos creado ese término para describir cómo nos sentimos si no tenemos calor". Y, ¿existe la oscuridad? Continuó el estudiante. El profesor respondió: Por supuesto. El estudiante contestó: Nuevamente se equivoca, señor, la oscuridad tampoco existe. La oscuridad es en realidad ausencia de luz. La luz se puede estudiar, la oscuridad no, incluso existe el prisma de Nichols para descomponer la luz blanca en los varios colores en que está compuesta, con sus diferentes longitudes de onda. La oscuridad no. Un simple rayo de luz rasga las tinieblas e ilumina la superficie donde termina el haz de luz. ¿Cómo puede saber cuan oscuro está un espacio determinado? Con base en la cantidad de luz presente en ese espacio, ¿no es así? Oscuridad es un término que el hombre ha desarrollado para describirlo que sucede cuando no hay luz presente. Finalmente, el joven preguntó al profesor: señor, ¿existe el mal? El profesor respondió: Por supuesto que existe, como lo mencioné al principio, vemos violaciones, crímenes y violencia en todo el mundo, esas cosas son del mal. A lo que el estudiante respondió: El mal no existe, señor, o al menos no existe por si mismo. El mal es simplemente la ausencia de Dios, es, al igual que los casos anteriores un término que el hombre ha creado para describir esa ausencia de Dios. Dios no creó al mal. ¡No es como la fe o el amor! que existen como existe el calor y la luz. El mal es el resultado de que la humanidad no tenga a Dios presente en sus corazones. Es como resulta el frío cuando no hay calor, o la oscuridad cuando no hay luz. Entonces el profesor, después de asentar con la cabeza, se quedó callado.

El joven se llamaba Albert Eisntein
 
LO MÁS IMPORTANTE DE MI VIDA:
En cierta ocasión, durante una charla que di ante un grupo de abogados, me hicieron esta pregunta: "¿Qué es lo más importante que ha hecho en su vida?"
La respuesta me vino a la mente en el acto, pero no fue la que di, porque las circunstancias no eran las apropiadas. En mi calidad de Abogado de la industria del espectáculo, sabía que los asistentes deseaban escuchar anécdotas sobre mi trabajo con las celebridades. Pero, he aquí la verdadera, la que surgió de lo más recóndito de mis recuerdos.
Lo más importante que he hecho en la vida, tuvo lugar el 8 de Octubre de 1990. Comencé el día jugando golf con un ex-condiscípulo y amigo mío al que no había visto en mucho tiempo. Entre jugada y jugada, conversamos acerca de lo que estaba pasando en la vida de cada cual. Me contó que su esposa y él acababan de tener un bebé. Mientras jugábamos, llegó el padre de mi amigo, que consternado, le dijo que su bebé había dejado de respirar y lo habían llevado de urgencia al hospital. En un instante, mi amigo subió al auto de su padre y se marchó. Por un momento me quedé donde estaba, sin acertar a moverme, pero luego traté de pensar qué debía hacer: ¿Seguir a mi amigo al hospital? Mi presencia allí, me dije, no iba a servir de nada, pues la criatura seguramente estará al cuidado de médicos y enfermeras, y nada de lo que yo hiciera o dijera iba a cambiar las cosas. ¿Brindarle mi apoyo moral? Eso, quizás, pero tanto él como su esposa provenían de familias numerosas, y sin duda estarán rodeados de parientes, que les ofrecerán consuelo y el apoyo necesario, pasara lo que pasara. Lo único que haría será estorbar. Así, decidí reunirme con ellos e ir más tarde a ver a mi amigo.
Al poner en marcha el auto que había rentado, me percaté que mi amigo había dejado su camioneta, con las llaves puestas, estacionada junto a las canchas. Decidí pues, cerrar el auto e ir al hospital a entregarle las llaves. Como supuse, la sala de espera estaba llena de familiares que trataban de consolarlos. Entré sin hacer ruido y me quedé junto a la puerta, tratando de decidir qué hacer. No tardó en presentarse un médico, que se acerca a la pareja y, en voz baja les comunica que su bebé había fallecido. Durante lo que pareció una eternidad, estuvieron abrazados, llorando, mientras todos los demás los rodeamos en medio del silencio y el dolor. El médico les preguntó si deseaban estar unos momentos con su hijo. Mi amigo y su esposa se pusieron de pie, y caminaron resignadamente hacia la puerta. Al verme allí, en un rincón, la madre se acercó, me abrazó y comenzó a llorar. También mi amigo se refugió en mis brazos. "Gracias por estar aquí, me dijo".

Durante el resto de la mañana, permanecí sentado en la sala de urgencias del hospital, viendo a mi amigo y a su esposa sostener en brazos a su bebé y despedirse de él. Eso, es lo más importante que he hecho en mi vida.
Aquella experiencia me dejó tres enseñanzas:

-Primera: Lo más importante que he hecho en la vida, ocurrió cuando no había absolutamente nada que yo pudiera hacer. Nada de lo que aprendí en la universidad, ni en los seis años que llevaba ejerciendo mi profesión, ni todo lo racional que fui para analizar mis alternativas, me sirvió en tales circunstancias. A dos personas les sobrevino una
desgracia, y yo era impotente para remediarla. Lo único que pude hacer fue acompañarlos y esperar el desenlace. Pero estar allí en esos momentos, en que alguien me necesitaba, era lo principal.
-Segunda: Estoy convencido, que lo más importante que he hecho en mi vida, estuvo a punto de no ocurrir, debido a las cosas que aprendí en la universidad, al concepto inculcado de ser racional, así como en mi vida profesional. Al aprender a pensar, casi me olvidé de sentir. Hoy, no tengo duda alguna que debí haber subido al coche sin titubear, y seguir a mi amigo al hospital.
-Tercera: Aprendí que la vida puede cambiar en un instante. Intelectualmente, todos sabemos esto, pero creemos que las desdichas les pasan a otros. Así pues, hacemos planes y concebimos nuestro futuro como algo tan real, que pareciera que va a ocurrir. Pero, al ubicarnos en el mañana, dejamos de advertir todos los presentes que pasan junto a nosotros, y olvidamos que perder el empleo, sufrir una enfermedad grave o un accidente, toparse con un conductor ebrio y miles de cosas más, pueden alterar ese futuro en un abrir y cerrar de ojos. En ocasiones, a uno le hace falta vivir una tragedia, para volver a poner las cosas en perspectiva.
Desde aquel día, busqué un equilibrio entre el trabajo y la vida; aprendí que ningún empleo, por gratificante que sea, compensa perderse unas vacaciones, romper con la pareja o pasar un día festivo lejos de la familia. Y aprendí que lo más importante en la vida, no es ganar dinero, ni ascender en la escala social, ni recibir honores... Lo más importante en la vida, es el tiempo que dedicamos a cultivar una amistad… y a veces está en nuestra propia familia.
 
OBSTÁCULOS EN EL CAMINO

Hace mucho tiempo, un rey colocó una gran roca obstaculizando un camino. Luego se escondió y miró para ver si alguien quitaba la tremenda piedra. Algunos simplemente la rodearon. Muchos culparon a la autoridad por no mantener los caminos despejados, pero ninguno de ellos hizo nada para sacar la piedra del camino.

Un vecino del pueblo que vivía en el sitio más descampado, pasaba por allí exhausto con un fardo de leña sobre sus hombros y la vio.

Se detuvo, luego se aproximó a ella, puso su carga en el piso trabajosamente y trató de mover la roca a un lado del camino.

Después de empujar y empujar hasta llegar a fatigarse mucho, con gran esfuerzo, lo logró.

Mientras recogía su fardo de leña, vio una pequeña bolsita en el suelo, justamente donde antes había estado la roca. La bolsita contenía muchas monedas de oro y una nota para la persona que removiera la roca como recompensa por despejar el camino.

El campesino aprendió ese día que cada obstáculo puede estar disfrazando una oportunidad tanto para ayudar a los demás como para ayudarse a si mismo.
 

LAS RANAS

Un grupo de ranas viajaba por el bosque y, de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo. Todas las demás ranas se reunieron alrededor del hoyo.

Cuando vieron cuán hondo este era, le dijeron a las dos ranas en el fondo que para efectos prácticos, se debían dar por muertas.

Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas.

Las otras seguían insistiendo que sus esfuerzos serían inútiles.

Finalmente, una de las ranas puso atención a lo que las demás decían y se rindió, se desplomó y murió. La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible.

Una vez más, la multitud de ranas le gritaba y le hacían señas para que dejara de sufrir y que simplemente, se dispusiera a morir, ya que no tenía caso seguir luchando. Pero la rana saltó cada vez con más fuerzas hasta que finalmente logró salir del hoyo.

Cuando salió, las otras ranas le dijeron: nos da gusto que hayas logrado salir, a pesar de lo que te gritábamos. La rana les explicó que era sorda, y que pensó que las demás la estaban animando a esforzarse más y salir del hoyo.

Moralejas:
La palabra tiene poder de vida y muerte. Una palabra de aliento compartida con alguien que se siente desanimado puede ayudar a levantarlo al finalizar el día.

Una palabra destructiva dicha a alguien que se encuentre desanimado puede ser que acabe por destruirlo. Tengamos cuidado con lo que decimos.

Una persona especial es la que se da tiempo para animar a otros.

En la NASA hay un póster muy lindo de una abeja, el cual dice así:


“Aerodinámicamente el cuerpo de una abeja no está hecho para volar, lo bueno es que la abeja no lo sabe…”
 
DEBATE DEL VERDADERO AMOR:

Un famoso maestro se encontró frente a un grupo de jóvenes que estaban en contra del matrimonio. Los muchachos argumentaban que el romanticismo constituye el verdadero sustento de las parejas y que es preferible acabar con la relación cuando este se apaga, en lugar de entrar a la hueca monotonía del matrimonio.
El maestro les dijo que respetaba su opinión, pero les relató lo siguiente:
"Mis padres vivieron 55 años casados. Una mañana mi mamá bajaba las escaleras para prepararle a papá el desayuno y sufrió un infarto. Cayó.
Mi padre la alcanzó, la levantó como pudo y casi a rastras la subió a la camioneta. A toda velocidad, rebasando, sin respetar los altos, condujo hasta el hospital. Cuando llegó, por desgracia, ya había fallecido.
Durante el sepelio, mi padre no habló, su mirada estaba perdida. Casi no lloró. Esa noche sus hijos nos reunimos con él. En un ambiente de dolor y nostalgia recordamos hermosas anécdotas. El pidió a mi hermano teólogo que le dijera donde estaría mamá en ese momento. Mi hermano comenzó a hablar de la vida después de la muerte, conjeturó cómo y donde estaría ella. Mi padre escuchaba con gran atención. De pronto pidió: "llévenme al cementerio". Papá -respondimos-, ¡son las 11 de la noche, no podemos ir al cementerio ahora! Alzó la voz y con una mirada vidriosa dijo: "No discutan conmigo por favor, no discutan con el hombre que acaba de perder a la que fue su esposa por 55 años". Se produjo un momento de respetuoso silencio. No discutimos más.
Fuimos al cementerio, pedimos permiso al velador, con una linterna llegamos a la lápida. Mi padre la acarició, lloró y nos dijo a sus hijos que veíamos la escena conmovidos: "Fueron 55 buenos años ..saben? Nadie puede hablar del amor verdadero si no tiene idea de lo que es compartir la vida con una mujer así". Hizo una pausa y se limpio la cara. "Ella y yo estuvimos juntos en aquella crisis, cambio de empleo", continuó, "..hicimos el equipaje cuando vendimos la casa y nos mudamos de ciudad, compartimos la alegría de ver a nuestros hijos terminar sus carreras, lloramos uno al lado del otro la partida de seres queridos, rezamos juntos en la sala de espera de algunos hospitales, nos apoyamos en el dolor, nos abrazamos en cada Navidad, y perdonamos nuestros errores...
Hijos, ahora se ha ido y estoy contento, ¿saben por que?, porque se fue antes que yo, no tuvo que vivir la agonía y el dolor de enterrarme, de quedarse sola después de mi partida. Seré yo quien pase por eso, y le doy gracias a Dios. La amo tanto que no me hubiera gustado que sufriera..."Cuando mi padre terminó de hablar, mis hermanos y yo teníamos el rostro empapado de lágrimas.
Lo abrazamos y él nos consoló: "Todo está bien hijos, podemos irnos a casa; ha sido un buen día". Esa noche entendí lo que es el verdadero amor. Dista mucho del romanticismo, no tiene que ver demasiado con el erotismo, mas bien se vincula al trabajo y al cuidado que se profesan dos personas realmente comprometidas."
Cuando el maestro terminó de hablar, los jóvenes universitarios no pudieron debatirle, ese tipo de amor era algo que no conocían.
 
LIBERTAD PARA ELEGIR

Era un profesor comprometido y estricto, conocido también por sus alumnos como hombre justo y comprensivo...
Al terminar la clase ese día de verano, mientras el maestro organizaba unos documentos encima de su escritorio, se le acercó uno de sus alumnos y en forma desafiance le dijo:

– Profesor, lo que me alegra de haber terminado la clase es que no tendré que escuchar más sus tonterías y podré descansar de verle esa cara aburridora.

El alumno estaba erguido, con semblante arrogante, en espera de que el maestro reaccionara ofendido y descontrolado.
El profesor miró al alumno por un instante y en forma muy tranquila le preguntó:

– Cuándo alguien te ofrece algo que no quieres, ¿lo recibes?

El alumno quedó desconcertado por la calidez de la sorpresiva pregunta.

– Por supuesto que no, contestó de nuevo en tono despectivo el muchacho.

– Bueno, -prosiguió el profesor- cuando alguien intenta ofenderme o me dice algo desagradable, me está ofreciendo algo, en este caso una emoción de rabia y rencor, que puedo decidir no aceptar.

– No entiendo a qué se refiere -dijo el alumno, confundido.

– Muy sencillo, -replicó el profesor-. Tú me estás ofreciendo rabia y desprecio y si yo me siento ofendido o me pongo furioso, estaré aceptando tú regalo, y yo, mi amigo, en verdad, prefiero obsequiarme mi propia serenidad. Muchacho, -concluyó el profesor en tono gentil- tu rabia pasará, pero no trates de dejarla conmigo, porque no me interesa. Yo no puedo controlar lo que tú llevas en tu corazón pero de mí depende lo que yo cargo en el mío.

Cada día, en todo momento, tú puedes escoger qué emociones o sentimientos quieres poner en tu corazón y lo que elijas lo tendrás hasta que decidas cambiarlo.

Es tan grande la libertad que nos da la vida que hasta tenemos la opción de amargarnos o ser felices.
 
LOS DOS AMIGOS

Cuenta una historia que dos amigos iban caminando por el desierto. En algún punto del viaje comenzaron a discutir, y un amigo le dio una bofetada al otro.
Lastimado, pero sin decir nada, escribió en la arena:
Mi mejor amigo me dio hoy una bofetada.
Siguieron caminando hasta que encontraron un oasis, donde decidieron bañarse. El amigo que había sido abofeteado comenzó a ahogarse, pero su amigo lo salvó.
Después de recuperarse, escribió en una piedra:
Mi mejor amigo hoy salvó mi vida.
El amigo que había abofeteado y salvado a su mejor amigo preguntó:
– Cuando te lastimé escribiste en la arena y ahora lo haces en una piedra. ¿Por qué?
El otro amigo le respondió que cuando alguien nos lastima debemos escribirlo en la arena donde los vientos del perdón puedan borrarlo. Pero cuando alguien hace algo bueno por nosotros, debemos grabarlo en piedra donde ningún viento pueda borrarlo.
Aprende a escribir tus heridas en la arena y grabar en piedra tus venturas.
Dicen que toma un minuto encontrar a una persona especial, una hora para apreciarla, un día para amarla, pero una vida entera para olvidarla.
 
EL CORAZON DE UNA MUJER:

Cuando el Señor hizo a la mujer, era su sexto día de trabajo haciendo horas extras... Un Ángel apareció y dijo:

- ¿Por qué pasas tanto tiempo en ésta?"

Y el Señor le contestó diciendo:

- Has visto el formulario de especificaciones que tiene?, Tiene que ser completamente lavable, pero no plástica, tiene 200 partes movibles, todas reemplazables, funciona con café y restos de comida, tiene un regazo en el que caben 2 niños al mismo tiempo pero que desaparece cuando se incorpora, tiene un beso que puede curar cualquier cosa, desde una rodilla raspada hasta un corazón roto.

El Ángel trató de detener al Señor.

- "Esto es demasiado trabajo para un solo día, mejor espera hasta mañana para terminar".

- "Pero no puedo", protestó el Señor. Estoy tan cerca de terminar esta creación por lo que está muy cerca de mi corazón. Se cura a si misma cuando está enferma y puede alimentar a una familia con una hamburguesa y puede hacer que un nene de 9 años se quede bajo la ducha"

El Ángel se acercó y tocó a la mujer,

- "Pero la has hecho tan suave, Señor"

- "Ella es suave", asintió el Señor " pero también la hice fuerte.

- "No tienes ni idea de lo que puede resistir o lograr"

- "¿Podrá pensar?", preguntó el Ángel.

El Señor respondió -"No tan sólo será capaz de pensar, sino también de razonar y negociar."

El Ángel notó algo y se estiró y tocó la mejilla de la mujer.

- "Oh, parece que este modelo tiene una pérdida. Le dije que estaba tratando de poner demasiadas cosas."

- "Esa no es una pérdida" - Objetó el Señor "Eso es una lágrima."

- "¿Y para qué son las lágrimas?" - Preguntó el Ángel.

El Señor dijo,

- "La lágrima es la forma en que ella expresa su alegría, su pena, su desilusión, su soledad, su dolor y su orgullo".

El Ángel estaba impresionado.

- "Eres un genio, Señor" Pensaste en todo ya que las mujeres son en verdad asombrosas!!"

Las mujeres tienen fuerzas que asombran a los hombres. Llevan a los hijos, sobrellevan dificultades, llevan pesadas cargas pero se aferran a la felicidad, amor y alegría. Sonríen cuando quieren gritar. Cantan cuando quieren llorar. Lloran cuando están felices y ríen cuando están nerviosas. Pelean por lo que creen. Se sublevan contra la injusticia. No aceptan un "no" por respuesta cuando creen que existe una solución mejor. No se compran zapatos nuevos pero a sus hijos sí... Acompañan al médico a un amigo asustado. Aman incondicionalmente. Lloran cuando sus hijos sobresalen y ovacionan a sus amigos cuando triunfan. Se les rompe el corazón cuando un amigo muere. Sufren cuando pierden a algún miembro de la familia pero son fuertes cuando no hay de donde más sacar fuerzas. Saben que un abrazo y un beso puede sanar un corazón roto. Las mujeres vienen en todos los tamaños, colores y formas. Manejan, vuelan, caminan o te mandan un e-mail para decirte cuánto te quieren.

El corazón de las mujeres es lo que hace el mundo girar! Las mujeres hacen más que dar a luz. Ellas traen alegría y esperanza. Compasión e ideales. Las mujeres tienen un montón de cosas que decir y para dar. ¡Sí, el corazón de la mujer es asombroso!
 
MANOS QUE ORAN:

Durante el siglo XV, en una pequeña aldea cercana a Nuremberg, vivía una familia con 18 niños. Para poder poner pan en la mesa para tal prole, el padre, y jefe de la familia, trabajaba casi 18 horas diarias en las minas de oro, y en cualquier otra cosa que se presentara.

A pesar de las condiciones tan pobres en que vivían, dos de los hijos de Albrecht Durer tenían un sueño. Ambos querían desarrollar su talento para el arte, pero bien sabían que su padre jamás podría enviar a ninguno de ellos a estudiar a la Academia. Después de muchas noches de conversaciones calladas entre los dos, llegaron a un acuerdo. Lanzarían al aire una moneda. El perdedor trabajaría en las minas para pagar los estudios al que ganara. Al terminar sus estudios, el ganador pagaría entonces los estudios al que quedara en casa, con las ventas de sus obras, o como fuera necesario. Lanzaron al aire la moneda un domingo al salir de la Iglesia. Albretch Durer ganó y se fue a estudiar a Nuremberg. Albretch comenzó entonces el peligroso trabajo en las minas, donde permaneció por los próximos cuatro años para sufragar los estudios de su hermano, que desde el primer momento fue toda una sensación en la Academia. Los grabados de Albretch, sus tallados y sus óleos llegaron a ser mucho mejores que los de muchos de sus profesores, y para el momento de su graduación, ya había comenzado a ganar considerables sumas con las ventas de su arte.

Cuando el joven artista regresó a su aldea, la familia Durer se reunió para una cena festiva en su honor. Al finalizar la memorable velada, Albretch se puso de pie en su lugar de honor en la mesa, y propuso un brindis por su hermano querido, que tanto se había sacrificado para hacer sus estudios una realidad.

Sus palabras finales fueron: "Y ahora, Albert hermano mío, es tu turno. Ahora puedes ir tú a Nuremberg a perseguir tus sueños, que yo me haré cargo de ti".

Todos los ojos se volvieron llenos de expectativa hacia el rincón de la mesa que ocupaba Albert, quien tenía el rostro empapado en lágrimas, y movía de lado a lado la cabeza mientras murmuraba una y otra vez: "No... No... No...".

Finalmente, Albert se puso de pie y secó sus lágrimas. Miró por un momento a cada uno de aquellos seres queridos y se dirigió luego a su hermano, y poniendo su mano en la mejilla de aquel le dijo suavemente: "No, hermano, no puedo ir a Nuremberg. Es muy tarde para mí. Mira lo que cuatro años de trabajo en las minas han hecho a mis manos. Cada hueso de mis manos se ha roto al menos una vez, y últimamente la artritis en mi mano derecha ha avanzado tanto que hasta me costó trabajo levantar la copa durante tu brindis... mucho menos podría trabajar con delicadas líneas el compás o el pergamino y no podría manejar la pluma ni el pincel. No, hermano... para mí ya es tarde".

Más de 450 años han pasado desde ese día. Hoy en día los grabados, óleos, acuarelas, tallas y demás obras de Albretch Durer pueden ser vistos en museos alrededor de todo el mundo. Pero seguramente usted, como la mayoría de las personas, sólo recuerde uno. Lo que es más, seguramente hasta tenga uno en su oficina o en su casa. Un día, para rendir homenaje al sacrificio de su hermano Albert, Albretch Durer dibujó las manos maltratadas de su hermano, con las palmas unidas y los dedos apuntando al cielo. Llamó a esta poderosa obra simplemente "Manos", pero el mundo entero abrió de inmediato su corazón a su obra de arte y se le cambió el nombre a la obra por el de "Manos que oran".

La próxima vez que vea una copia de esa creación, mírela bien. Permita que sirva de recordatorio, si es que lo necesita, de que nadie, nunca, triunfa solo! Disfruta este día que nace para ti como un regalo del cielo.
 
UN PEDAZO DE CIELO:
Si muero antes que tú, hazme un favor:
Llora cuanto quieras, pero no te enojes con Dios por haberme llevado.
Si no quieres llorar, no llores.
Si no logras llorar no te preocupes.
Si quieres reír, ríe.
Si algunos amigos te cuentan algo de mí, óyelos y cree lo que digan.
Si me elogian demasiado, corrige la exageración.
Si me critican demasiado, defiéndeme.
Si quieren hacerme un santo, sólo porque he muerto, di que yo tenía algo de santo, pero estaba lejos de ser el santo que pintan.
Si quieren hacerme un demonio, muestra que yo tal vez tuve algo de demonio, pero toda la vida procuré ser bueno y buen amigo.
Si intentan canonizarme di que yo nunca quise ser incensado en vida.
Si hablan más de mí que de Cristo, llámales la atención.
Si sientes tristeza y deseas rezar por mí, puedes hacerlo, pues quizás necesite tu ORACION.
Si quieres hablar conmigo, habla con Jesús y yo lo escucharé.
Espero estar con Él lo suficiente para continuar siendo útil para ti donde esté.
Y si quieres escribir algo sobre mi, di solo una frase:
¡Fue amigo, creyó en mi y me quiso para Dios!
¡Era una flecha que vivía apuntando en dirección a Dios!
Ahí, entonces, derrama una lágrima.
Yo no estaré presente para enjugarla, pero no hace falta, pues otros amigos lo harán en mi lugar.
Y viéndome bien sustituido, iré a atender a mi nueva tarea en el cielo.
Pero de vez en cuando, da una escapadita hacia Dios; no me verás, pero yo estaré muy feliz viéndote a ti mirar hacia Él.
Y cuando llegue para ti la hora de ir a ver al Padre, ahí donde nadie puede separarnos, viviremos la amistad que aquí nos preparó para El.
¿Crees en estas cosas?
Entonces, reza para que los dos vivamos como quien sabe que va a morir un día y que muramos como quien supo vivir bien.
La amistad sólo tiene sentido si hace el cielo más cercano y si aquí inaugura su comienzo
Pero, si yo muero antes que tú, creo que no voy a extrañar el cielo...
Ser tu Amigo…
…es Un Pedazo de Cielo!
 
RECORTE DE LA REVISTA “PEOPLE”

Esta Es Una Historia Verdadera, Salio Publicada En La Revista PEOPLE,

Durante un fin de semana en un Casino de un Hotel de Atlantic City, Nueva Jersey, una mujer se ganó una cubeta llena de monedas de veinticinco centavos de dólar. Decidió tomarse un descanso para ir a cenar con su esposo en el Comedor del Hotel, pero primero quería guardar en su cuarto la cubeta con las monedas.

-"Ya vuelvo, le dijo a su esposo, guardo esto y nos vamos a cenar".

Se dirigió al ascensor y cuando intento entrar, vio que ya dos hombres estaban adentro. Ambos eran negros. Uno de ellos era grande, muy grande... una mole intimidante y presionaba el botón que mantenía la puerta abierta.

La mujer se congeló en la puerta del ascensor. Su primer pensamiento fue: "¡Estos dos negros me van a robar!"

Su siguiente pensamiento fue: "¡No seas racista, ellos parecen unos caballeros amables!"

Pero sus estereotipos raciales eran muy poderosos y el miedo la mantuvo inmovilizada. Permaneció parada y mirando fijamente a ambos hombres.

Se sentía angustiada, aturdida, avergonzada. Rogó que ellos no pudieran leer sus pensamientos, pero sabía que seguramente sabían lo que le pasaba. Su vacilación en entrar con ellos al ascensor era demasiada obvia. Se sonrojó. Sabía que no podía permanecer parada ante ellos, por lo que con un gran esfuerzo dio un primer paso hacia el ascensor y luego otro y otro, hasta lograr entrar. Evitando el contacto visual con ellos, se volteó rápidamente y quedó de frente a la puerta, con los dos negros detrás de ella.

¡Sus temores se incrementaron! La puerta se había cerrado, pero el ascensor no se movía. El pánico la consumía. "¡Dios mío, pensó, estoy atrapada y a punto de ser robada!" Su corazón latía apresuradamente.

Sudaba por cada poro de su piel.

Luego, uno de los hombres dijo: "¡Al piso!"

Su instinto de supervivencia le aconsejó: "¡Haz lo que te digan! No pongas resistencia por una cubeta llena de monedas, piensa en tu integridad física." Lanzó la cubeta hacia arriba, extendió sus brazos y se tiró de cabeza sobre la alfombra del piso del ascensor y cerró sus ojos con firmeza. Una lluvia de monedas cayó sobre ella.

Rogó a Dios que los dos negros tomaran las monedas y que no le hicieran daño. Pasaron unos segundos que le parecieron interminables. Oyó que uno de los dos hombres, le dijo cortésmente: "Señora, si nos dice a qué piso se dirige, presionaremos el botón correspondiente". El que lo dijo tuvo problemas en articular las palabras.

Estaba tratando muy vigorosamente de no soltar una carcajada. Ella abrió los ojos, levantó la cabeza y miró hacia arriba a ambos negros. Ellos le ofrecieron sus manos para ayudarla a levantarse. Confundida, trastabilló hasta lograr ponerse de pie. El más bajo de los dos le dijo:

Cuando le dije a mi amigo "al piso", quise decir que debería presionar el botón de nuestro piso. No quise decir que Usted se arrojara al piso, señora."

El hombre se estaba mordiendo los labios. Era obvio que a duras penas podía contener las carcajadas que se revolvían incontenibles en su interior. Ella pensó: "Dios mío, he hecho el gran ridículo."

Estaba muy humillada para poder hablar. Deseaba lograr emitir una disculpa, pero no le salían las palabras. "¿Cómo se le pide disculpas a dos respetables caballeros con quienes te comportaste como si te fueran a robar? No sabía qué decir, apenas logró tartamudear el número de su piso

Entre los tres recogieron las monedas y rellenaron la cubeta. Cuando el ascensor llegó al piso de ella, los dos hombres insistieron en acompañarla hasta la puerta de su habitación. Ella caminaba muy inestablemente y los dos hombres temían que ella no lograra llegar hasta el final del corredor. En frente a la puerta de su habitación, ellos le desearon que tuviese una buena noche. Mientras ella se escurría dentro de su cuarto, podía oír las grandes carcajadas de ambos hombres caminando hacia el ascensor.

La mujer se cepilló el traje, se peinó y logró calmarse y controlarse.

Bajó a cenar con su esposo. Al día siguiente, un ramo de flores fue llevado a su habitación - una docena de rosas. La tarjeta del ramo decía:

"Muchas gracias por las mejores carcajadas que hemos tenido en muchos años".

Estaba firmada:

"Eddie Murphy y Michael Jordan"
 
Comprender sin pensar.

La Sabiduría es una energía liberadora, curativa y amorosa. Pertenece al corazón y no a la cabeza ni a la mente analítica. Nos permite comprender sin pensar, aunque para percibir con la precisión lo que nos brinda la sabiduría, el corazón debería estar siempre libre de resentimientos y de amarguras.
Desconocida y misteriosa, la sabiduría conduce toda la vida y todas las criaturas a los mundos internos. Se expresa como tendencia a la complementación y a la unión profunda. Como hasta hoy la mayoría de los seres humanos están polarizados en las emociones, en el miedo y en los instintos primitivos, pocos han podido experimentarla. Las personas suelen canalizar los impulsos, que originalmente reciben para conquistar esa facultad superior, hacia la búsqueda de otro ser, de otra situación, objeto o idea. De esa manera hasta que se llegue a comprender sin pensar, se puede permanecer apegado a alguien o a algo (ideas, personas, objetos, creencias)
La sabiduría hace posible la serenidad y el desapego, como así también la certeza de que la verdadera unión llegará sin que haya que preocuparse en buscarla. Aporta esa comprensión y disuelve confusiones mentales: además conduce a la sensibilidad superior y a conocer intuitivamente la necesidad real de los semejantes. Impulsa al ser para que encuentre lo positivo de cada circunstancia y para que no se deje atrapar por las resistencias. Cualquiera sean, son parte del miedo a la vida. Si no se puede trascender ese miedo, todo resulta un esfuerzo sin sentido. El sentido de la vida podría encontrarse en atreverse a vivirla, a correr riesgos, en las relaciones afectivas, en todo lo que emprendamos.
Todos podemos manifestar sabiduría, siempre que establezcamos contacto con nuestra alma- porque es en ella, centro del ser, - donde se halla la perfecta síntesis de amor, inteligencia y voluntad para el Bien.
Anónimo.
 
UN ERROR EN EL CIELO.
Cierta vez, le pregunté a Ramesh, uno de mis maestros de la India.
- ¿Por qué existen personas que salen fácilmente de los problemas más complicados, mientras que otras sufren por problemas muy pequeños, muriendo ahogadas en un vaso de agua?
El simplemente sonrió y me contó esta historia.
"Era un sujeto que vivió amorosamente toda su vida. Cuando murió, todo el mundo dijo que se iría al cielo. Un hombre bondadoso como él solamente podría ir al Paraíso. Ir al cielo no era tan importante para aquel hombre, pero igual el fue para allá.
En esa época, el cielo todavía no había tenido un programa de calidad total.
La recepción no funcionaba muy bien. La chica que lo recibió dio una mirada rápida a las fichas que tenía sobre el mostrador, y como no vio el nombre de él en la lista, le orientó para ir al Infierno.
En el Infierno, usted sabe cómo es. Nadie exige credencial o invitación, cualquiera que llega es invitado a entrar. El sujeto entró allí y se fue quedando.
Algunos días después, Lucifer llegó furioso a las puertas del Paraíso para pedirle explicaciones a San Pedro.
- ¡Esto es sabotaje! Nunca imaginé que fuese capaz de una bajeza semejante. ¡Eso que usted está haciendo es puro terrorismo!
Sin saber el motivo de tanta furia, San Pedro preguntó sorprendido, de que se trataba.
Lucifer, trastornado gritó:
- Usted mandó a ese sujeto al Infierno y él está haciendo un verdadero desastre allí. El llegó escuchando a las personas, mirándolas a los ojos, conversando con ellas. Ahora, está todo el mundo dialogando, abrazándose, besándose. ¡El Infierno está insoportable, parece el Paraíso!
Y entonces hizo un pedido.
- Pedro, ¡por favor, agarre a ese sujeto y tráigalo para acá!"
Cuando Ramesh terminó de contar esta historia me miró cariñosamente y dijo:

  • Vive con tanto amor en el corazón, que si por error fueses a parar al Infierno, el propio demonio te lleve de vuelta al Paraíso.
  • Los problemas forman parte de nuestra vida, pero no dejes que ellos te transformen en una persona amargada. La crisis siempre sucederá y a veces no tendrás opción.
  • Tu vida está sensacional y de repente puedes descubrir que un ser querido está enfermo; que la política económica del país cambió, y que infinitas posibilidades de preocupación aparecen. En las crisis no puedes elegir, pero puedes elegir la manera de enfrentarlas.
  • Y al final, cuando los problemas sean resueltos, más que sentir orgullo por haber encontrado la solución, tendrás orgullo de ti mismo.
 
¡RENUNCIO A SER ADULTO!:

Por medio de la presente presento mi renuncia irrevocable a ser adulto. He decidido aceptar la responsabilidad de tener 6 años nuevamente:

Quiero navegar barquitos de papel en un estanque y hacer anillos tirando piedras al agua.

Quiero pensar en que los dulces son mejores que el dinero, pues se pueden comer.

Quiero tener un receso y pintar con acuarelas.

Quiero salir cómodamente de mi casa sin preocuparme como luce mi cabello.

Quiero tener alguien que me arregle y me planche la ropa.

Quiero regresar a mi casa a una comida casera y que alguien corte mi carne.

Quiero tomar largos baños y dormir 10 horas todas las noches.

Quiero abrazar a mis padres todos los días y enjuagar mis lágrimas en sus hombros.

Quiero regresar a los tiempos donde la vida era simple. Cuando todo lo que sabía eran colores, tablas de sumar y cuentos de hadas: y eso no me molestaba, porque no sabia que no sabía y no me preocupaba por no saber. Con todo lo que sabía era feliz, porque no sabía las cosas que preocupan y molestan.

Quiero pensar que el mundo es justo. Que todas las personas son honestas y buenas. Quiero pensar que todo es posible...! En algún lugar de mi juventud maduré, y aprendí demasiado.

Aprendí de armas nucleares, guerras, prejuicio, hambre y de niños abusados.

Aprendí sobre mentiras, matrimonios infelices, del sufrimiento, enfermedad, dolor y la muerte.

Aprendí de un mundo en el que saben como matar y lo hacen.

¿Qué pasó con el tiempo en que pensaba que todo el mundo viviría para siempre, porque no entendía el concepto de la muerte, excepto cuando perdí a mi mascota?

Cuando pensaba que lo peor que pasaba era que alguien me quitara mi pelota de jugar o me escogiera de último para ser su compañero de equipo. - Cuando no necesitaba gafas para leer.

Quiero alejarme de las complejidades de la vida y emocionarme nuevamente con las pequeñas cosas una vez más.

Quiero regresar a los días en que la música era limpia y sana.

Recuerdo cuando era inocente y pensaba que todo el mundo era feliz porque yo lo era.

Caminaría de nuevo en la playa pensando solo en la arena entre los dedos de mis pies, sin preocuparme por la erosión y la contaminación.

Pasaría mis tardes subiendo árboles y montando en mi bicicleta hasta llegar al parque, sin la preocupación de que me secuestren.

No me preocupaba por el tiempo, las deudas o de donde iba a sacar dinero para arreglar el coche. Solo pensaba en lo que iba a ser cuando fuera grande, sin la preocupación de lograrlo o no.

Quiero vivir simple nuevamente. No quiero que mis días sean de ordenadores que se estropean, de la montaña de papeles en mi escritorio, de noticias deprimentes, ni de como sobrevivir unos días mas al mes cuando ya no queda dinero en la cuenta.

No quiero que mis días sean de facturas de médicos o medicinas.

No quiero que mis días sean de chismes, enfermedades y pérdida de seres queridos.

Quiero creer en el poder de la sonrisa, del abrazo, del apretón de manos, de la palabra dulce, de la verdad, de la justicia, de la paz, los sueños, de la imaginación.

Quiero creer en la raza humana y quiero volver a dibujar muñecos en la arena...

Quiero volver a mis 6 años!
 
Las etapas

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella, más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, O cerrando puertas, O cerrando capítulos. Como quiera llamarlo, lo importante es poder cerrarlos, dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.

¿Terminó con su trabajo?, ¿Se acabó la relación?, ¿Ya no vive más en esa casa?, ¿Debe irse de viaje?, ¿La amistad se acabó?

Puede pasarse mucho tiempo de su presente "revolcándose" en los porqués, en devolver el casette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho.

El desgaste va a ser infinito porque en la vida, usted, yo, su amigo, sus hijos, sus hermanas, todos y todas estamos abocados a ir cerrando capítulos, a pasar la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.

No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltar, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.

No. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por eso a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, papeles por romper, documentos por tirar, libros por vender o regalar. Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente. El pasado ya pasó.

No esperen que le devuelvan, no espere que le reconozcan, no espere que alguna vez se den cuenta de quién es usted. Suelte el resentimiento, al prender "su televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarlo mentalmente, envenenarlo, amargarlo.

La vida está para adelante, nunca para atrás. Porque si usted anda por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrá desprenderse ni vivir lo de hoy con satisfacción. Noviazgos o amistades que no clausuran, posibilidades de "regresar" (a qué?), necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios que lo invadieron ¡Si puede enfrentarlos ya y ahora, hágalo!, si no, déjelo ir, cierre capítulos. Dígase a usted mismo que no, que no vuelve.

Pero no por orgullo ni soberbia, sino porque usted ya no encaja allí, en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese escritorio, en ese oficio. Usted ya no es el mismo que fué, hace dos días, hace tres meses, hace un año, por lo tanto, no hay nada a que volver.

Cierre la puerta, pase la hoja, cierre el círculo. Ni usted será el mismo, ni el entorno al que regresa será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático.

Es salud mental, amor por usted mismo es desprender lo que ya no está en su vida. Recuerde que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo, nada es vital para vivir porque: cuando usted vino a este mundo 'llegó' sin ese adhesivo, por lo tanto es "costumbre" vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy le duele dejar ir. Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr porque, le repito,nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad.

Pero ... cierre, clausure, limpie, tire, oxigene, despréndase, sacuda, suelte. Hay tantas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escoja, le ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.

¡Esa es la vida!

de Paulo Coelho.
 
Hacer el amor es…

Cuando pones la mano en su hombro, frente a la cama de tu hijo que acaba de tener un accidente y le dices "no te preocupes, te amo".

Cuando ven salir juntos el sol, y con cada amanecer sienten renovado ese amor que nació con un "te amo".

Cuando tienen problemas económicos, los enfrentan juntos y aún en la adversidad le dices "no te preocupes, te amo".

Cuando al llegar a casa del trabajo sientes el confortable abrazo y el dulce beso de esa persona que con un "te amo" acelera tu pulso y sientes que el corazón te late mas aprisa.

Cuando en la madrugada sienten la preocupación por el hijo que no ha llegado y en la cama sientes una voz que dice "no te preocupes, te amo".

Cuando van a tener un hijo y en el momento del parto sientes sus manos y su voz que te dice "te amo".

Cuando ven crecer juntos a sus hijos y a tu lado sientes la misma voz que hace años te enamoró con un "te amo".

Hacer el amor es caminar juntos en la vida, superando los obstáculos que la misma vida les pueda presentar, es crecer juntos espiritual e intelectualmente, evolucionar unidos, fortalecer los lazos en común con esos pequeños detalles que algunas veces nos parecen tontos e insignificantes, pero que sin embargo son tan importantes para evitar la rutina que es la más cruel enemiga del amor.

Cuanto te sientes triste, cuando te sientes feliz, cuando te sientes deprimido, cuando te sientes enfermo, cuando te sientes en salud y siempre sientes a esa persona a tu lado, diciéndole tu, "te amo" y ella respondiendo "yo te amo mas"... en esos momentos puedes decir "he hecho el amor".

Hacer el amor es llegar al final de tu vida al lado de esa persona que hace años te conquistó y que te ha hecho sentir el ser más feliz y dichoso sobre la tierra.
 
LA FALSA GARANTÍA DE LA MEDIOCRIDAD

Aquel exitoso gerente de ventas me invitó a pasar a su oficina. En aquel lugar se respiraba solamente éxito, desde el color de los pisos hasta las manillas de las puertas. Su oficina era impecable, como lo era el resto de su empresa, según lo pude comprobar cuando hice un recorrido por sus instalaciones – Todo estaba perfectamente ordenado y se respiraba un ambiente muy distinto al de muchísimas de las empresas que conozco día a día.. www.humormdq.com
Yo estaba allí porque sabía de su éxito, el cual era además reconocido ampliamente en la comunidad. Yo estaba allí por el secreto de su éxito, también por la relación de vecinos que nos unía, pero fundamentalmente yo había aceptado su invitación a visitarlo para descubrir qué hacía él para tener el éxito que tiene.
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Mientras me hablaba y atendía cortas llamadas telefónicas mi mirada hacía un recorrido de espía por todas las superficies de su acogedor y sobrio ambiente de trabajo. Había muchas condecoraciones. Todas se referían al MEJOR. Él era un campeón en ventas y lo sabía. Él era uno de esos que escasean en nuestra sociedad, de aquellos a quienes desearíamos tener como socios. Y la pared llena de condecoraciones atestiguaba que siempre había llevado una vida de triunfador en sus asuntos de negocios.
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Pero no terminaba de adivinar qué tenía aquella personalidad arrolladora, ni cuál era la fórmula secreta que él practicaba. Y al final, ya vencido, tuve que preguntársela.
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Sé que eres de origen humilde, le dije, y ahora todo lo que tocas se vuelve oro, ¿qué fórmula milagrosa te dieron, qué misterioso secreto conoces tú que los demás ignoramos?
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Ni es secreto, ni es misterioso me dijo con su hablar seguro; aquí en la pared, detrás de mi cabeza siempre ha estado la regla con la que enfrento mi destino, mientras me señalaba con su mano un cuadro que contenía la siguiente frase:

"Si de verdad estás decidido a triunfar, tarde o temprano tendrás que rechazar la falsa seguridad que ofrece la mediocridad que te mantiene atrapado donde estás, y tendrás que salir en pos de tus sueños, asumiendo los riesgos que tengas que asumir".

Dame un papel, le dije, déjame anotar la sabiduría de estas palabras que seguramente podrán ser de utilidad para muchas personas que permanecen atadas a empleos que no les agradan. a ingresos que no los satisfacen, a estilos de vida llenos de tedio y de rutina, a grupos de amistades que no les aportan nada a su crecimiento, a profesiones saturadas de estatus, a clases medias que se pasan la vida compitiendo por tener mas cosas que el vecino, a ejércitos de ejecutivos que llevan una vida llena de facturas y de tarjetas de crédito que nunca terminan de pagar.
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No te vayas, me pidió mi amigo, déjame decirte algo, antes de que te vayas. Durante muchos años estuve repitiendo esta frase a mis amigos, como queriéndoles enseñar lo que debían hacer y todos me miraban y se reían. Años después, mucho después de que mis amigos han visto que no solo lo digo, sino que además lo hago y lo pongo en práctica, mis amigos me respetan. No le digas esta frase a nadie sin antes chequear cómo está la calidad de vida que estás llevando, pues corres el riesgo de no tener autoridad para decirla y recomendarla.
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Es bastante serio esto de la mediocridad. Una gran ayuda es ver la calidad de vida de la gente que admiramos, eso nos dirá dónde estamos nosotros. La mediocridad viene disfrazada de mil maneras, y el disfraz de mi propia mediocridad puede estarme ofreciendo una falsa garantía que a su vez sirva de modelo a otros y hacerles mucho daño. Es en serio que tenemos que hacer un inventario, una auditoria a lo que está pasando en nuestra vida.
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ACCIÓN Tome un papel y contéstese estas preguntas:
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¿Qué estoy haciendo? ¿Para qué lo estoy haciendo? ¿Qué sentido tiene esto o aquello que hago todos los días? ¿A dónde quiero llegar? ¿Qué estoy haciendo en forma intencional para llegar a donde quiero?
 
La determinación

Debemos aprovechar este momento ya que el tiempo pasa ...

En esencia, para dirigir nuestras propias vidas debemos hacernos cargo del control de nuestras acciones ya que lo que configura nuestra vida no es lo que hacemos "de vez en cuando", sino lo que hacemos de forma consistente, constante, vale decir, LA ACCIÓN. En donde la esencia de la acción es el poder de la determinación.

Entonces si no tomamos HOY las decisiones, sin quererlo ya hemos tomado de algún modo una decisión negativa: es decir, la decisión de dejarnos dirigir por las circunstancias en lugar de configurar nuestro destino.

La vida cambia en el mismo instante en que tomamos una decisión nueva, congruente y comprometida: en donde se marca la diferencia entre "lo que me gustaría" y "lo que realmente estoy dispuesto a hacer para llevar a cabo ese cambio"

Inicialmente, no es tan importante saber CÓMO vamos a poder alcanzar un resultado: LO IMPORTANTE CONSISTE EN DECIDIR QUE ENCONTRAREMOS UN CAMINO A TRAVÉS DE LA PRACTICA.

Tomar una verdadera decisión significa DESCARTAR CUALQUIER OTRA POSIBILIDAD.

Es decir que requiere comprometerse en lograr un resultado, un objetivo, y descartar cualquier otra posibilidad que no sea ésa.

Existe un posible impedimento para ejercer este poder infinito de la decisión: y es que debemos superar nuestro temor a equivocarnos. Sin duda que nos equivocaremos, pero tendremos que aprender a superarlo esforzándonos por aprender de nuestros errores y hacer surgir nuestra sabiduría en lugar de autoflagelarnos.

Es bueno, recordar que un retraso en el logro de nuestro objetivo no implica un fracaso: lo que parece imposible a corto plazo, finalmente se logra si se persiste en ello. Vale decir que para triunfar debemos pensar de forma consistente a largo plazo.

Los altibajos o "rachas" no son más que etapas comparables a los cambios estacionales: ninguna estación dura eternamente sino que toda la vida es un ciclo de siembra, maduración, descanso y renovación.

Nichiren Daishonin dice: "Los que creen en el Sutra del Loto son como el invierno, que jamás deja de convertirse en primavera. Nunca he visto u oído que el invierno retroceda y se convierta en otoño". Parece una sencilla frase que enuncia algo obvio pero, en realidad, está sometiendo a prueba nuestra convicción al igual que sabemos que luego del invierno viene la primavera…

Son nuestras decisiones, y no nuestras circunstancias, las que determinan nuestro propio destino. Una decisión Verdaderamente comprometida es la fuerza que cambia nuestras vidas. Y se trata de un poder que tenemos a nuestra disposición en cualquier momento, ¡siempre y cuando "decidamos" utilizarlo!
 
La determinación

Debemos aprovechar este momento ya que el tiempo pasa ...

En esencia, para dirigir nuestras propias vidas debemos hacernos cargo del control de nuestras acciones ya que lo que configura nuestra vida no es lo que hacemos "de vez en cuando", sino lo que hacemos de forma consistente, constante, vale decir, LA ACCIÓN. En donde la esencia de la acción es el poder de la determinación.

Entonces si no tomamos HOY las decisiones, sin quererlo ya hemos tomado de algún modo una decisión negativa: es decir, la decisión de dejarnos dirigir por las circunstancias en lugar de configurar nuestro destino.

La vida cambia en el mismo instante en que tomamos una decisión nueva, congruente y comprometida: en donde se marca la diferencia entre "lo que me gustaría" y "lo que realmente estoy dispuesto a hacer para llevar a cabo ese cambio"

Inicialmente, no es tan importante saber CÓMO vamos a poder alcanzar un resultado: LO IMPORTANTE CONSISTE EN DECIDIR QUE ENCONTRAREMOS UN CAMINO A TRAVÉS DE LA PRACTICA.

Tomar una verdadera decisión significa DESCARTAR CUALQUIER OTRA POSIBILIDAD.

Es decir que requiere comprometerse en lograr un resultado, un objetivo, y descartar cualquier otra posibilidad que no sea ésa.

Existe un posible impedimento para ejercer este poder infinito de la decisión: y es que debemos superar nuestro temor a equivocarnos. Sin duda que nos equivocaremos, pero tendremos que aprender a superarlo esforzándonos por aprender de nuestros errores y hacer surgir nuestra sabiduría en lugar de autoflagelarnos.

Es bueno, recordar que un retraso en el logro de nuestro objetivo no implica un fracaso: lo que parece imposible a corto plazo, finalmente se logra si se persiste en ello. Vale decir que para triunfar debemos pensar de forma consistente a largo plazo.

Los altibajos o "rachas" no son más que etapas comparables a los cambios estacionales: ninguna estación dura eternamente sino que toda la vida es un ciclo de siembra, maduración, descanso y renovación.

Nichiren Daishonin dice: "Los que creen en el Sutra del Loto son como el invierno, que jamás deja de convertirse en primavera. Nunca he visto u oído que el invierno retroceda y se convierta en otoño". Parece una sencilla frase que enuncia algo obvio pero, en realidad, está sometiendo a prueba nuestra convicción al igual que sabemos que luego del invierno viene la primavera…

Son nuestras decisiones, y no nuestras circunstancias, las que determinan nuestro propio destino. Una decisión Verdaderamente comprometida es la fuerza que cambia nuestras vidas. Y se trata de un poder que tenemos a nuestra disposición en cualquier momento, ¡siempre y cuando "decidamos" utilizarlo!
 
La persona que siempre soñé ser

Las condiciones ideales que usted está buscando no existen. Jamás se podrá eliminar un cierto número de defectos. El truco consiste en saber que, a pesar de todos esos defectos, usted es una persona extraordinaria.

Sí, usted se conoce muy bien, pero intente ir más allá de los límites a los cuales está habituado; sea —durante diez minutos por día— aquella persona que siempre deseó ser. Si el problema es la inhibición, fuerce una conversación. Si el problema es la culpa, siéntase aprobado. Si la dificultad es sentirse rechazado por el mundo, procure conscientemente atraer todas las miradas. Va a pasar por una que otra situación difícil, pero valdrá la pena.

Quien consigue ser lo que soñó durante diez minutos por día, ya está haciendo un progreso grande.​
 
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