Les voy a contar algo increíble: mi ex ha vuelto. Sí, esa que desapareció como un calcetín en la lavadora, y ha regresado como si fuera una secuela no solicitada. Me saluda con un "¡Hola, cómo estás!" como si el último "Ok" por mensaje hace un año nunca hubiese pasado.

Me quedé mirándola como quien espera que la última temporada de su serie favorita mejore, aunque sabe que no lo hará. Ahora, después de haber probado todos los menús posibles, parece que ha decidido que mi sabor "vainilla" no era tan malo.

Es gracioso cómo te dicen "ya verás, un día se dará cuenta de lo que perdió". Y cuando eso pasa, es menos como una película romántica y más como recibir un reembolso de impuestos: inesperado y algo beneficioso.

Mi ex habla del pasado como si hubiésemos estado de vacaciones todo el tiempo, olvidando todas las discusiones. Se ve que tiene una memoria selectiva. Es como si regresara con patrocinadores detrás, luciendo logos de "Perdón" y "He cambiado".

Ella propone empezar de nuevo, olvidar el pasado. Yo pienso, ¿acaso puedo resetear mi memoria? No, pero aquí está, esperando que salte a sus brazos como en las películas. Pero yo me siento más para un documental sobre osos que no vuelven a su comida una vez que la dejan.

La indiferencia que mostró antes ahora se ha transformado en un entusiasmo de telenovela, cada mensaje viene cargado de más emojis que un teclado puede contener.

Cuando te dejan, te conviertes en experto en superación personal, pero nadie te prepara para cuando el pasado decide volver y sentarse en tu sofá. Me gustaría decir que mi corazón es ahora una fortaleza, pero entonces me mira con esos ojos de "yo era tu hogar" y me siento como un turista en mi propia fortaleza, pensando si construí los muros correctamente.

Cuando ella pregunta, "¿Podemos intentarlo de nuevo?", se siente como si me ofreciera una suscripción a una revista que no quiero leer. Pero, ¿y si esta vez trae algo que necesito?

El corazón y la razón son como dos políticos en campaña dentro de mi cabeza, cada uno con promesas dudosas. Y mientras ella espera una respuesta, yo me debato entre darle una segunda oportunidad o dejarla en el pasado como una vieja serie que ya no se transmite.

Volver con un ex es como recalentar una pizza; nunca es igual que la primera vez, pero a veces parece una buena idea a las tres de la mañana. Solo que no hablamos de una indigestión, sino de algo que podría durar mucho más.

Al final, lo que necesitas es alguien que te vea como una edición limitada, no alguien que vuelve porque se acabaron las opciones. Quieres ser la elección, no el consuelo.

Así que, mientras decido si permito otro capítulo en este sitcom que es mi vida amorosa, me preparo para cualquier resultado. Porque incluso cuando pierdes, de alguna manera, ganas. Al menos ganas una historia para contar, como esta, aquí con ustedes. ¡Gracias y recuerden siempre leer los términos y condiciones antes de firmar cualquier cosa, especialmente si es con un ex!