¡Ah, Donald Trump! El único hombre capaz de convertir la política en un episodio de reality show sin necesidad de cambiar de canal. ¿Sabían que Trump es tan naranja que cuando juega al escondite, los únicos lugares donde puede ocultarse son los campos de calabazas y las convenciones de zanahorias?

Ahora, su cabellera. Su pelo tiene más tramas y giros que una temporada completa de "Game of Thrones". No estoy seguro si peinarlo es más un trabajo para un estilista o para un topógrafo. ¿Y quién necesita Twitter cuando puedes hablar directamente al mundo a través de tu pelo? Es como si cada mechón tuviera su propia cuenta verificada.

En serio, Trump trató de comprar Groenlandia. ¿Pueden imaginar eso? ¿Cuál era el plan? ¿Ponerle un gigantesco letrero de neón que dijera "Trump Ice"? Aunque pensándolo bien, si el cambio climático continúa, tal vez quería convertirlo en su próxima cancha de golf tropical. "¡Bienvenidos a Mar-a-Glacio!"

Y no olvidemos su muro. Trump hablaba del muro con México como si fuera a ser la octava maravilla del mundo. Lo describía tan grande y hermoso que empezaba a sonar como la página de Tinder de un arquitecto muy solitario. "¿Amas las largas caminatas junto a una gran barrera de concreto? Entonces te encantará mi muro."

Pero a pesar de todo, tenemos que admitir que Trump ha unido a la gente como nunca antes. Gracias a él, comunistas y capitalistas, demócratas y republicanos, todos pueden unirse en una cosa: memes. ¡Es el único presidente que ha logrado un consenso bipartidista en memes sobre su persona!

En fin, digan lo que digan, una cosa es cierta: la presidencia de Trump fue más entretenida que cualquier temporada de "Celebrity Apprentice". Por lo menos, en la Casa Blanca, él era definitivamente "el aprendiz". ¡Gracias, Donald, por hacer que la política sea... entretenida de nuevo!