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Quemaduras

  • Iniciador del tema Iniciador del tema Okarin
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Okarin

Nivel 2
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Puede que se haya demorado mucho en llegar, había gastado ya media cajetilla de paciencia y los cigarros tampoco lo llevaban bien.
Ella es una chica un poco boba, de esas que con solo una frase bonita puedes remover su mundo,
pero me gustaba su idiotez, de alguna forma la usaba en mi contra, me dominaba las entrañas,
podía sentir como unas cuantas mariposas destrozaban mi estómago cuando la veía.
¿Estaré enamorado? No, no lo creo, la conocí mientras, cómo todos los miércoles, fumaba en el
parque y más que humo exhalaba mi amargura.

Era un parque como cualquier otro, un cielo siempre a punto de llorar, ruidos, personas presumiendo sus sonrisas fingidas, sonidos de sirenas, sirenas de faldas cortas en las esquinas,
hombres de anillos en los bolsillos detrás de estas y un pobre diablo consumiéndose en un banco, lo mismo de siempre...

Se sentó a mi lado y cogió un cigarrillo, sin preguntar, yo solo la miré y antes de que pudiera decir algo me dijo mientras botaba el humo:

-No es un día asqueroso? Mira a esas personas, en verdad están felices? –
-Depende, ¿qué es la felicidad para ti?-
Pregunté, y levantado su cigarrillo (Bueno, el que me robó) hacia el cielo me contestó:
-Es como este cigarro, piensas que la has estado consumiendo toda la vida, hasta el día en que te das cuenta que es ella la que te ha consumido a tí, luego, simplemente, nos mata, entonces cuando el cigarro te empiece a quemar los dedos, lobotas y buscas otro-
Ahora que lo pienso puede que esa vez me hayarobado algo más además de mi cigarro.
Luego nos vimos dos o tres veces más, quizás, porque como Melendi, ella me recordaba a ti.
En todas nuestras visitas me llevaba un cigarrillo y gran parte de mis penas, un día simplemented ejamos que nuestras entrañas tomarán el mando de nuestras mentes y acabamos en mi casa.

-Sé gentil, so y virgen- Me dijo y se rió
-Y y o soy Batman, no te jode- Le dije.
Nuestros instintos empezaron a desempolvarse y nuestros cuerpos a juntarse, nos despedazamos
sin compasión, menuda virgen me salió la boba.
Echamos dos o tres polvos más, la botella empezó a menguar y las hojas de mi reloj se gastaban como sus besos, ya eran casi las seis, ella recogió sus cosas pero dejó su recuerdo junto a su brazier.
-Te volveré a ver? Dijo más mi corazón que mi boca, se dio la vuelta y lanzado su cigarrillo por la rendija de la ventana, me respondió:
-Parece que este cigarrillo se ha consumido-
Mientras se pintaba los labios que antes besaban los míos...
-Antes que te vayas por favor cierra la ventana, puede ser que este día pase muy frío- Le dije mientras una lágrima me hacía un lío...
 
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