K
Kvesto
Invitado
Está la famosa frase, de que no hay que juzgar un libro por su portada, y aquí, a portada o primera impresión, no quiero hacer referencia únicamente al físico, si no a cuándo conoces por primera vez a una persona, y digamos que tienes una interacción, conversación suficiente, ya puede ser una primera cita, una quedada en grupo, etc.
Lo que está claro es que juzgamos, y si no lo hacemos conscientemente, ya lo hace nuestro cerebro de manera inconsciente, es algo natural, nuestra memoria almacena una cantidad muy grande de información, en base a otras personas que ya hemos conocido. Esta información, basada en el físico, forma de ser, manera de vestir, gestos, gustos, cualquier pequeño detalle. El cerebro está automáticamente comparando y juzgando lo nuevo, con este bagaje de experiencias.
Por eso puede ser que a veces conozcamos una chica que se parece mucho a otra anterior que nos hizo daño, e inconscientemente ya tenemos miedo y estamos a la defensiva, o conocemos a un chico que se parece al matón de nuestra clase de primaria, y ya directamente pensamos que también va a serlo. Estos sentimientos muchas veces son involuntarios, pero nos ayudan a prevenir aprendiendo del pasado, y es lo que llamamos intuición. Pero también, a veces nuestra intuición puede fallar, y es cuándo lo llamamos prejuicios. Girar hacia otra calle al ir caminando de noche y ver que se aproxima una persona con "mala imagen" puede resultar prejuicioso, pero también nos puede salvar de un atraco. Hay una línea muy delgada, entre intuición y prejuicio.
Bueno, que me estoy yendo del tema. En nuestra sociedad, se le da una extrema importancia a las primeras impresiones, en el amor, con las primeras citas, ¿Quién no se pone elegante para su primera cita? ¿Quién no comprueba que hasta el último pelo esté en su sitio antes de salir, aunque después acabes desmelenado con el viento y corriendo al autobús para no llegar tarde? Seamos sinceros, ¿Quién no se comporta un tanto diferente a cómo realmente es?, por intentar agradar más, o sorprender, o lo que sea. Eso sí, hay diferentes grados... y hay gente que se pasa. En el tema laboral, también pasa lo mismo, la entrevista de trabajo, dónde sólo hay dos opciones, o te cojen (para trabajar o para una nueva ronda de entrevistas), o para casa... y puedes ser muy buen trabajador, pero si no causas buena impresión en la entrevista, de nada servirá. Nos lo jugamos todo a una en demasiadas ocasiones.
Es cierto que cuando conocemos a alguien por primera vez, no lo conocemos del todo, y que hace falta bastante tiempo, pero también es cierto, que hay pequeños detalles, que te pueden dar pistas. Esos detalles, creo que son claves, y cuándo nuestra intuición falla, es porque le hemos dado importancia a otras cosas, que no eran esos detalles clave. Quizás cuándo nuestra intuición falla, es que realmente estamos sobreponiendo sentimientos y necesidades personales (p.e: estoy desesperado porque no tengo pareja, la necesito ya) que silencian a lo que nuestra intuición nos susurra (esta persona no pega contigo ni con cola).
Muchas veces me he equivocado pensando que alguien me iba a gustar, o le iba a gustar yo a ella, pero casi nunca, me he equivocado al prejuzgar a alguien que sabía que NO me gustaría. Aunque todas las personas somos diferentes, hay patrones que se repiten, y son esos patrones a los que aluden la intuición, cuándo nos encontramos con que un patrón no se ha cumplido, buscamos las diferencias, y de nuevo el cerebro reaprende.
El problema de todo esto, es que hay personas, como yo, que somos pésimos en las primeras impresiones (Aunque poco a poco estoy controlando esto). Actuamos nerviosos por intentar ser "nosotros mismos" y al final, acabamos no siéndolos. Actuamos por intentar agradar, y al final, acabamos desagradando, y la lástima es que podemos quedar automáticamente descartados, con la primera impresión. Puedes ser la mejor persona del mundo, agradable y amable, pero si justo el día que estás de mala hostia te cruzas con tu vecino nuevo en el ascensor, ese vecino va a pensar que eres un amargado. La ventaja aquí es que seguramente vas a tener nuevas oportunidades para darle un saludo más amable a tu vecino, y modificar esa primera impresión que ha tenido de tí, pero con las citas, la suerte no es la misma. La prueba definitiva es ir a una cita con la colonia del ex de la otra persona, en la vida te dará una segunda oportunidad :D
Y ahora toca, como me gusta a mí, darle la vuelta a todo, ¿Y si acaso nuestras intuiciones no condicionan el contexto para que se cumplan? Me explico. Por ejemplo, hemos quedado con nuestros amigos, y un amigo de este grupo, ha invitado a dos chicas y un chico nuevos. Al verlos y hablar un poco con ellos, ya sacamos nuestras "primeras impresiones", (recuerdo que no estoy hablando sólo del físico, para sacar estas primeras impresiones pueden incluso pasar horas o días), y pensamos que una de las chicas es pija, otra es una depresiva, y el chico es un chulo (estoy simplificando). Entonces, nuestro comportamiento con estas personas, va a estar condicionado a cómo los hemos prejuzgado, y no sólo eso, si no que vamos a atender más a aquellas señales, que confirmen nuestros primeros juicios, ignorando quizás aquellas otras que los contradigan.
Esta forma de actuar, pensar, y observarles, nos va a llevar a realimentar cada vez más nuestras primeras impresiones, alejándonos de aquellas personas que nos han resultado menos agradables, y dejando de lado la opción de conocerlas más a fondo.
Por último, hay diversas opiniones también en función del sexo, hay gente que dice que para las mujeres, es mucho más determinante la primera cita, porque supuestamente tienen muchas más opciones que los hombres, sin embargo, los hombres solemos ser "menos exigentes" (lo dudo con respecto al físico), y solemos dar más oportunidades después de la primera cita. ¿Cuál es vuestra opinión? ¿Cómo de importante pensáis que es la primera impresión? ¿Es diferente para hombres que para mujeres?
Un saludo y perdón por el tostón :saludo::dibujarcorazon:
Lo que está claro es que juzgamos, y si no lo hacemos conscientemente, ya lo hace nuestro cerebro de manera inconsciente, es algo natural, nuestra memoria almacena una cantidad muy grande de información, en base a otras personas que ya hemos conocido. Esta información, basada en el físico, forma de ser, manera de vestir, gestos, gustos, cualquier pequeño detalle. El cerebro está automáticamente comparando y juzgando lo nuevo, con este bagaje de experiencias.
Por eso puede ser que a veces conozcamos una chica que se parece mucho a otra anterior que nos hizo daño, e inconscientemente ya tenemos miedo y estamos a la defensiva, o conocemos a un chico que se parece al matón de nuestra clase de primaria, y ya directamente pensamos que también va a serlo. Estos sentimientos muchas veces son involuntarios, pero nos ayudan a prevenir aprendiendo del pasado, y es lo que llamamos intuición. Pero también, a veces nuestra intuición puede fallar, y es cuándo lo llamamos prejuicios. Girar hacia otra calle al ir caminando de noche y ver que se aproxima una persona con "mala imagen" puede resultar prejuicioso, pero también nos puede salvar de un atraco. Hay una línea muy delgada, entre intuición y prejuicio.
Bueno, que me estoy yendo del tema. En nuestra sociedad, se le da una extrema importancia a las primeras impresiones, en el amor, con las primeras citas, ¿Quién no se pone elegante para su primera cita? ¿Quién no comprueba que hasta el último pelo esté en su sitio antes de salir, aunque después acabes desmelenado con el viento y corriendo al autobús para no llegar tarde? Seamos sinceros, ¿Quién no se comporta un tanto diferente a cómo realmente es?, por intentar agradar más, o sorprender, o lo que sea. Eso sí, hay diferentes grados... y hay gente que se pasa. En el tema laboral, también pasa lo mismo, la entrevista de trabajo, dónde sólo hay dos opciones, o te cojen (para trabajar o para una nueva ronda de entrevistas), o para casa... y puedes ser muy buen trabajador, pero si no causas buena impresión en la entrevista, de nada servirá. Nos lo jugamos todo a una en demasiadas ocasiones.
Es cierto que cuando conocemos a alguien por primera vez, no lo conocemos del todo, y que hace falta bastante tiempo, pero también es cierto, que hay pequeños detalles, que te pueden dar pistas. Esos detalles, creo que son claves, y cuándo nuestra intuición falla, es porque le hemos dado importancia a otras cosas, que no eran esos detalles clave. Quizás cuándo nuestra intuición falla, es que realmente estamos sobreponiendo sentimientos y necesidades personales (p.e: estoy desesperado porque no tengo pareja, la necesito ya) que silencian a lo que nuestra intuición nos susurra (esta persona no pega contigo ni con cola).
Muchas veces me he equivocado pensando que alguien me iba a gustar, o le iba a gustar yo a ella, pero casi nunca, me he equivocado al prejuzgar a alguien que sabía que NO me gustaría. Aunque todas las personas somos diferentes, hay patrones que se repiten, y son esos patrones a los que aluden la intuición, cuándo nos encontramos con que un patrón no se ha cumplido, buscamos las diferencias, y de nuevo el cerebro reaprende.
El problema de todo esto, es que hay personas, como yo, que somos pésimos en las primeras impresiones (Aunque poco a poco estoy controlando esto). Actuamos nerviosos por intentar ser "nosotros mismos" y al final, acabamos no siéndolos. Actuamos por intentar agradar, y al final, acabamos desagradando, y la lástima es que podemos quedar automáticamente descartados, con la primera impresión. Puedes ser la mejor persona del mundo, agradable y amable, pero si justo el día que estás de mala hostia te cruzas con tu vecino nuevo en el ascensor, ese vecino va a pensar que eres un amargado. La ventaja aquí es que seguramente vas a tener nuevas oportunidades para darle un saludo más amable a tu vecino, y modificar esa primera impresión que ha tenido de tí, pero con las citas, la suerte no es la misma. La prueba definitiva es ir a una cita con la colonia del ex de la otra persona, en la vida te dará una segunda oportunidad :D
Y ahora toca, como me gusta a mí, darle la vuelta a todo, ¿Y si acaso nuestras intuiciones no condicionan el contexto para que se cumplan? Me explico. Por ejemplo, hemos quedado con nuestros amigos, y un amigo de este grupo, ha invitado a dos chicas y un chico nuevos. Al verlos y hablar un poco con ellos, ya sacamos nuestras "primeras impresiones", (recuerdo que no estoy hablando sólo del físico, para sacar estas primeras impresiones pueden incluso pasar horas o días), y pensamos que una de las chicas es pija, otra es una depresiva, y el chico es un chulo (estoy simplificando). Entonces, nuestro comportamiento con estas personas, va a estar condicionado a cómo los hemos prejuzgado, y no sólo eso, si no que vamos a atender más a aquellas señales, que confirmen nuestros primeros juicios, ignorando quizás aquellas otras que los contradigan.
Esta forma de actuar, pensar, y observarles, nos va a llevar a realimentar cada vez más nuestras primeras impresiones, alejándonos de aquellas personas que nos han resultado menos agradables, y dejando de lado la opción de conocerlas más a fondo.
Por último, hay diversas opiniones también en función del sexo, hay gente que dice que para las mujeres, es mucho más determinante la primera cita, porque supuestamente tienen muchas más opciones que los hombres, sin embargo, los hombres solemos ser "menos exigentes" (lo dudo con respecto al físico), y solemos dar más oportunidades después de la primera cita. ¿Cuál es vuestra opinión? ¿Cómo de importante pensáis que es la primera impresión? ¿Es diferente para hombres que para mujeres?
Un saludo y perdón por el tostón :saludo::dibujarcorazon: