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¿Qué piensas sobre la muerte?

Okarin

Nivel 2
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-¿Qué piensas sobre la muerte?- me dijo mientras se llevaba una cucharada de arroz a la boca.

-No pienso mucho sobre ella, al final ya sé donde iré cuando muera.

-¿Y a donde irás cuando mueras?

-Pues a donde más, al infierno.

-¿Al infierno?- preguntó asombrada.

-Tal y como te lo cuento, más no te preocupes, estoy seguro que tu irás directo al cielo- mi respuesta le dió paz, no es como si yo fuera el que decidiera esas cosas pero de alguna manera ella me creyó completamente.

-¿Cómo sabes que iré al cielo?

-Porque Dios no enviaría al infierno alguien con una sonrisa tan hermosa, ni aunque cometiera el peor de los pecados- su cara se sonrojó de manera súbita, había tocado los botones indicados.

-Siempre dices cosas tan hermosas, es por eso que no me importaría pecar e ir al infierno contigo.

-Te dije que no puedes, Dios no se atrevería.

-Pero entonces te extrañaré mucho- me tomó de las manos, sus ojos estaban cristalizados, casi a punto de llover.

-No te preocupes, yo iré al infierno, de eso estoy seguro, pero juro que todos los sábados me escaparé e iré a verte allá en el cielo.

-¿Lo prometes?- apretó fuerte mis manos, sin dejar de mirarme.

-Lo prometo- le dije con una sonrisa y la lágrima que tanto se había contenido por fin salió, vaya chica estúpida, esas pequeñas cosas eran lo que me gustaba de ella, además de su gran trasero, por supuesto.

Después de eso continuó comiendo, había que aprovechar pues el lugar donde la había llevado era muy caro, prácticamente te cobraban por respirar, todo en el país estaba así de todas formas, nos habíamos acostumbrado lamentablemente a sobrevivir.

-Tendrás que haber hecho algo muy malo para tener la certeza de que irás al infierno- dijo después de terminar su comida.

-En verdad no he hecho nada de otro mundo, simplemente siempre he sentido que no soy la persona favorita de Dios por así decirlo, así que no espero que me favorezca el día del Juicio Final.

-¿Y como harás para escaparte?, además, ¿porqué los sábados?

-¿Qué has pedido para comer, cotorra?

-Jajaja, hace años que no escuchaba eso, simplemente tengo curiosidad, además tengo que saber todos los detalles para poder esperarte.

-Tienes razón, bueno, este es el plan, no hay que haber ido al infierno para saber que los Sábados allí se deben montar unas fiestas endemoniadas- la miré para ver si había entendido el chiste, pero nada, sin reacción- bueno, yo aprovecharé toda la algarabía para escaparme de alguna forma, robar una nave y viajar al cielo, pan comido, ¿ves?- ella enserio estaba analizando todo el plan en su mente.

-Supongo que es un buen plan, pero tengo otra duda.

-Dígame señorita.

-¿En el cielo no habrán fiestas los sábados?- me preguntó preocupada.

-No lo creo mi amor- le respondí, ella me miró fijamente e hizo una mueca.

-Menuda mierda es el cielo.

Terminamos de cenar y pagamos la cuenta, luego simplemente nos fuimos...
 
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