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Se han preguntado, y seguro que sí. ¿Qué es lo que nos hace único en este planeta? ¿Nuestro pensar? o ¿Nuestra evolución? o ¿Simplemente somos una raza extraña de entender?
Antes de que me respondan con comentario de neurociencia o demás comentarios de carácter filosófico. Llévense la ideas a la cabeza, proyéctenla bien, y luego formulen en verdad lo que quieren decir. Seguro que muchos piensan que somos una evolución de los primates, otros la semejanza de Dios, o somos extraterrestres. Yo no me limito a pensar muchas cosas de lo que podemos ser. Pero, vuelvo a la realidad. ¿Qué nos hace únicos?¿De que nos diferencia los unos a los otros?¿Hay alguna fuerza sobrenatural que nos hace ser como somos? Como si fuese un titiritero.
Espero sus comentarios.
No todo inflige dolor en este mundo.
Es necesario meditar en esto que voy a decir y que puedan hacerlo sin prejuicio de que sea religión o que el que lo lea y lo medite abra su corazón y de la posibilidad de que haya en este mensaje una posibilidad de que sea cierta.
.EL MISTERIO DE LA VIDA HUMANA
¿Se ha preguntado usted alguna vez por qué vive en este mundo y cuál es el propósito de su vida? Existen claves que le ayudarán a descubrir este misterio.
1. El plan eterno de Dios:
Dios desea expresarse a Sí mismo por medio del hombre (Ro. 8:29). Con este propósito, El creó al hombre a Su propia imagen (Gn. 1:26). Así como un guante es hecho a la imagen de una mano a fin de contener la mano, así también el hombre fue hecho a la imagen de Dios a fin de contener a Dios. Al recibir a Dios como su contenido, el hombre puede expresar a Dios (2 Co. 4:7).
2. El hombre :
Para su plan, Dios hizo al hombre como un vaso (Ro. 9:21-24)que consta de tres partes: cuerpo, alma y espíritu (1 Ts. 5:23). Con el cuerpo contactamos con las cosas de la esfera física y recibirlas. Con el alma, la facultad mental, percibimos las cosas de la esfera psicológica y recibirlas. Y con el espíritu humano, la parte más profunda de nuestro ser, contactamos a Dios mismo y recibirle (Jn. 4:24). El hombre no fue creado solo para recibir comida en su estómago ni para acumular conocimiento en su mente, sino para contener a Dios en su espíritu (Ef. 5:18).
3. La caída del hombre
No obstante, antes de que el hombre recibiese a Dios como vida en su espíritu, el pecado entró en él (Ro. 5:12). El pecado sumió al espíritu del hombre en una condición de muerte (Ef. 2:1), hizo que el hombre llegara a ser enemigo de Dios en su mente (Col. 1:21), y trasmutó su cuerpo convirtiéndolo en la carne pecaminosa(Gn.6:3;Ro. 6:12). Así que, el pecado arruinó las tres partes del hombre y le alejó de Dios. En tal condición, el hombre no podía recibir a Dios.
4. Cristo redime al hombre para que Dios pueda impartirse en él
A pesar de la caída del hombre, Dios no desistió de Su plan original. Así que, Dios primero se hizo hombre, el hombre llamado Jesucristo (Jn. 1:1, 14). Luego, Cristo murió en la cruz para redimir a los hombres (Ef. 1:7), y así librarlos del pecado (Jn. 1:29) y traerlos de regreso a Dios (Ef. 2:13). Finalmente, en resurrección, Cristo fue hecho Espíritu vivificante (1 Co. 15:45), a fin de impartir Su vida, que es inescrutablemente rica, en el espíritu del hombre (Jn. 20:22; 3:6]