Ara
Ex-Moderador
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Aunque Suiza era neutral y es, continuaba quedando armada hasta los dientes. Cuando Alemania invadió Bélgica en la Primera Guerra Mundial (que también era neutral jajaja, aquí la neutralidad se la pasan por el forro) para darle agua a Francia, los suizos dijeron los fósforos (y con razón). Fabricaron un procedimiento citado “El Refugio Nacional”, planteado para que cualquier contrario que advirtiera a Suiza en un mapa, concluyera que no valía la pena anexionársela.
Se fundó un servicio militar obligatorio que reclutó a un ejército de 400.000 hombres en dos días (los hombres guardaban los rifles en sus casas. Todavía lo hacen hoy en día, joder con los suizos). Recordar que esos hombres estuvieron entrenados para combatir en el terreno montañoso de Suiza la de los quesitos. Escondieron los tanques en las granjas,, esto se hizo a lo largo del país entero, fundamentalmente en la zona alpina del sur.
Cada carretera, túnel y vía ferroviaria del país podía ser explotada desde una distancia remota. Los suizos tenían tantos búnkeres que los alemanes no hubieran podido usar la táctica de Blitzkrieg en su totalidad.
Además, Suiza custodiaba mucho oro de los alemanes; unos 400 millones de dólares. Si Alemania hubiera ocupado Suiza, los suizos se hubieran quedado con su riqueza.
Además, no tenía ninguna lógica abrir un nuevo frente innecesario y complicado. La estrategia suiza continuamente fue la de abandonar los magnas centros de población y quedarse al sur alpino, donde se había construido más 26.000 búnkeres y lo enemigos no estaban acostumbrados a luchar en un terreno de esas características.
En 1938, la Liga de Naciones eximió a Suiza de condenes dada su neutralidad. Alemania precisaba a Suiza para lavar su dinero sin soportar sanciones. Solo los bancos suizos lograban hacer algo así al estar obligados por ley a conservar el anonimato de los titulares de las cuentas de sus bancos.
Para resumirlo: no valía la pena.