- 1,191
- 111
¿Y quién lo diría? Pepe Mujica, el eterno símbolo de la izquierda latinoamericana, desvinculándose del discurso romántico sobre la Revolución Cubana y lanzando un dardo envenenado con su declaración de que "no sirve". El ex presidente uruguayo, con su inconfundible estilo directo, saca a la luz la cruda realidad: la dictadura del proletariado no solo se ahoga en burocracia, sino que termina siendo un monstruo parásito que, irónicamente, puede llegar a ser más peligroso que la misma burguesía.
Mujica sostiene que, al menos con los capitalistas, hay una chispa de inversión que mueve la economía. Mientras tanto, en la Isla de la Libertad, ese ideal socialista ha degenerado en una máquina que más que bienestar, genera escasez. Porque al final del día, ¿qué es el socialismo sin desarrollo? Un eco vacío en un sistema que se autocomplace con discursos, pero que no alimenta ni a sus propios ciudadanos.
Así que, en lugar de aferrarnos a un viejo mito, quizás sea hora de mirar a la realidad. La historia ha enseñado que los modelos se deben adaptar, y lo que es, simplemente no sirve. La revolución debe ser más que un recuerdo; debe ser una evolución.
Mujica sostiene que, al menos con los capitalistas, hay una chispa de inversión que mueve la economía. Mientras tanto, en la Isla de la Libertad, ese ideal socialista ha degenerado en una máquina que más que bienestar, genera escasez. Porque al final del día, ¿qué es el socialismo sin desarrollo? Un eco vacío en un sistema que se autocomplace con discursos, pero que no alimenta ni a sus propios ciudadanos.
Así que, en lugar de aferrarnos a un viejo mito, quizás sea hora de mirar a la realidad. La historia ha enseñado que los modelos se deben adaptar, y lo que es, simplemente no sirve. La revolución debe ser más que un recuerdo; debe ser una evolución.