Da comienzo cuando Sagi Tsukiko, creadora de Maromi el Perro, juguete y personaje animado de moda en Japón, denuncia haber sido atacada esa noche en la calle por un muchacho con un bate y patines, ambas cosas de color dorado. Rápido la noticia trasciende y junto a la investigación policial se añade la serie de rumores sobre el muchacho, su aspecto, forma de actuar y motivos. Asimismo, lo que comenzó como un simple ataque individual se convierte pronto en un suceso a gran escala al conocerse nuevas víctimas y aún más extraño, el casi comprobado rumor que cuenta que tras ser atacadas, las personas se liberan de sus problemas.

Es así como un sinfín de historias comienzan a mezclarse, ya que tras desarrollarse la noticia de que el Chico del Bate puede liberar a la gente de sus problemas, este parece ser llamado por las ansias de aquellos que se sienten desesperados, pero si bien puede parecer que los ayuda, es también verdad que ha llegado a matar y sus soluciones distan mucho de ser provechosas para sus víctimas.