Las personas Especiales Son personas sinceras consigo mismas, que no intentan aparentar ni fingir, que no buscan ajustarse a un canon, rompiendo incluso con cualquier tipo de prototipo si éste no encaja con lo que verdaderamente son. Son personas que no tienen miedo a mirar hacia dentro, a descubrir esos demonios que les atormentan, a escucharlos para poder llegar más a sí mismos, pues saben que aunque esa parte no les guste tanto o les resulte incómoda, deben afrontarla y aceptarla para poder vivir en paz. Las personas especiales son aquéllas que transmiten ese “no se qué” que cuando estás a su lado, parece que un aura de paz te rodea porque te sientes más tranquilo, más seguro, como si nada pudiera pasarte… Son personas que parecen haber encontrado respuestas, lo que quiere decir que se han atrevido a hacer-se preguntas seguramente difíciles de responder. Son personas que hacen cosas bonitas con sus manos, porque cuando te abrazan, te sientes como arropado con la manta en una noche lluviosa; son personas que te desnudan con la mirada porque saben mirar más allá de un “estoy bien”, se preocupan realmente por las personas que tienen en su vida y eso… se nota… ¡y mucho! porque sin “saber por qué”, cuando tienes un problema piensas primero en ellas…
Por eso, las personas especiales, la gente bonita, es aquélla cuya sola presencia emociona porque cuando te miran a los ojos, llegan hasta tu corazón. Porque te respetan, no te juzgan y porque siempre dan la cara, incluso para decir “tienes razón, me he equivocado” o un “lo siento”…
Son personas que han sufrido, y mucho. Que han luchado para hacer su vida a su medida y no a la medida de ningún otro patrón. Son personas auténticas, transparentes y sencillas, que tratan a cualquier persona de “tú a tú” porque saben que todos somos especiales y que todos tenemos algo que ofrecer al mundo y algo que aprender de él. Son personas que te escuchan sin prestar atención a nada más que a ti, se olvidan del mundo y en ese preciso instante sólo existes tú para ellas, porque saben disfrutar del momento, del contacto humano, de un abrazo, de una carcajada…
Son aquellas personas que hacen bonito tu mundo, no porque nunca tengáis discusiones o conflictos, sino porque sabes que están a tu lado desde el corazón.