Helaena89
Nivel 5
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Había regresado de un centro de salud mental hacía poco tiempo.
Y si su familia lo viese en ese momento lo volvería a regresar.
Tenía el pijama todo manchado de tierra, pero seguía cavando frenéticamente.
Todo era mentira, él no estaba mal de la cabeza, nunca estuvo loco; solo era una pesadilla atrapada en su mente.
Hoy la sacaría.
La tumba parecía observarlo como a un viejo conocido.
Estaba muerto, su hermano, desde hacía mucho tiempo lo habían enterrado allí.
Y nunca había salido, o al menos se trataba de convencer de eso.
Tras él, su habitual fantasma se burlaba de sus esfuerzos inútiles.
Un fantasma que había asesinado a todos, empezando por sus amigos, familiares, todos cuánto le rodeaban.
La pala impacto algo blando, y se manchó de un líquido oscuro aunque allí en la oscuridad podría ser cualquier cosa.
Tragó en seco, acercó la linterna y retiró la tierra del rostro del cadáver que yasia encima de la caja.
Un rostro familiar le devolvió la mirada, con los ojos muertos desorbitados.
Era su compañero de cuarto en la institución mental, había sido el último en desaparecer.
Apartó el cadáver luego de confirmar sus sospechas.
Uso la pala para forzar la caja, exhudando desesperación y nerviosismo.
Tras de él se escuchó una carcajada; la caja contenía los viejos huesos de su huésped.
Volvió la vista atrás, allí donde el fantasma se divertía, pero el rostro de este había cambiado, ya no era su hermano, quizás nunca lo había sido; ahora tenía su rostro.
PD: El título está sujeto a cambios.
Y si su familia lo viese en ese momento lo volvería a regresar.
Tenía el pijama todo manchado de tierra, pero seguía cavando frenéticamente.
Todo era mentira, él no estaba mal de la cabeza, nunca estuvo loco; solo era una pesadilla atrapada en su mente.
Hoy la sacaría.
La tumba parecía observarlo como a un viejo conocido.
Estaba muerto, su hermano, desde hacía mucho tiempo lo habían enterrado allí.
Y nunca había salido, o al menos se trataba de convencer de eso.
Tras él, su habitual fantasma se burlaba de sus esfuerzos inútiles.
Un fantasma que había asesinado a todos, empezando por sus amigos, familiares, todos cuánto le rodeaban.
La pala impacto algo blando, y se manchó de un líquido oscuro aunque allí en la oscuridad podría ser cualquier cosa.
Tragó en seco, acercó la linterna y retiró la tierra del rostro del cadáver que yasia encima de la caja.
Un rostro familiar le devolvió la mirada, con los ojos muertos desorbitados.
Era su compañero de cuarto en la institución mental, había sido el último en desaparecer.
Apartó el cadáver luego de confirmar sus sospechas.
Uso la pala para forzar la caja, exhudando desesperación y nerviosismo.
Tras de él se escuchó una carcajada; la caja contenía los viejos huesos de su huésped.
Volvió la vista atrás, allí donde el fantasma se divertía, pero el rostro de este había cambiado, ya no era su hermano, quizás nunca lo había sido; ahora tenía su rostro.
PD: El título está sujeto a cambios.