DeltaShark
Nivel 5
- 1,240
- 2,240
LOS OJOS NEGROS DE PELO DURO
En mi vida jamás había visto yo tanto desprecio de un colectivo hacia una persona, yo siendo totalmente blanco sentía que me humillaban al criticar a mi amigo “Juan, el negro”, a él, no le quedaba más que reír, ¿por qué? (me pregunté)
¡¡¡¡BASTA!!!!¡¡
No me es agradable escuchar, que se le llame negro a un negro, ¡ubíquense! (repliqué).
Me miraron, callaron, unos rieron, Juan me miró, y sorprendido preguntó: ¿pero si tú eres blanco?
Y entres mis ideas busqué para demostrarle, que el color no es sinónimo de humillaciones o maltratos.
¡Juan, mira mis ojos pardos, son casi tan negros como los tuyos!
¡Delta mira mis manos negras, son totalmente diferente a las tuyas (me respondió)!
Juan, ¿me dejas hacerte un corte en la piel (le insistí)?
¡Haoooo! Joder duele, respondió ante la picadura y le puse para que me lo devolviera con la misma intensidad.
Me respondió: ¡Cierto, duele!
Le insistí: Pero. Ahora, mira tú brazo y mira el mío luego, para que me digas si no sale lo mismo de nuestras heridas, ¿no es lo mismo que bombea este líquido rojo que controla los sentimientos nuestros Juan (le pregunté)?
Lo hice observar mi pelo, y luego le demostré que él también tenía, sin importar que uno estuviese más maltratado que el otro, al fin y al cabo era pelo.
“¡Ser negro no significa que seas menos que ellos, defiéndete, tú vales!”
ENTRE MIS CABELLERA BLANCA, CIERTO DÍA COLGABA LA CABELLERA NEGRA DE LA HIJA DE JUAN, ENTRE MIS “PAPIS” DE CADA MAÑANA, COLGABA UN “CRIOLLO” NIETO DE JUAN, AL LADO DE MI TUMBA, MURIÓ LA SANGRE DE LAZOS CON GÉNEROS ERRADICADOS CON ANILLOS DE MI MUJER.
La hija de Juan...
Delta.
En mi vida jamás había visto yo tanto desprecio de un colectivo hacia una persona, yo siendo totalmente blanco sentía que me humillaban al criticar a mi amigo “Juan, el negro”, a él, no le quedaba más que reír, ¿por qué? (me pregunté)
¡¡¡¡BASTA!!!!¡¡
No me es agradable escuchar, que se le llame negro a un negro, ¡ubíquense! (repliqué).
Me miraron, callaron, unos rieron, Juan me miró, y sorprendido preguntó: ¿pero si tú eres blanco?
Y entres mis ideas busqué para demostrarle, que el color no es sinónimo de humillaciones o maltratos.
¡Juan, mira mis ojos pardos, son casi tan negros como los tuyos!
¡Delta mira mis manos negras, son totalmente diferente a las tuyas (me respondió)!
Juan, ¿me dejas hacerte un corte en la piel (le insistí)?
¡Haoooo! Joder duele, respondió ante la picadura y le puse para que me lo devolviera con la misma intensidad.
Me respondió: ¡Cierto, duele!
Le insistí: Pero. Ahora, mira tú brazo y mira el mío luego, para que me digas si no sale lo mismo de nuestras heridas, ¿no es lo mismo que bombea este líquido rojo que controla los sentimientos nuestros Juan (le pregunté)?
Lo hice observar mi pelo, y luego le demostré que él también tenía, sin importar que uno estuviese más maltratado que el otro, al fin y al cabo era pelo.
“¡Ser negro no significa que seas menos que ellos, defiéndete, tú vales!”
ENTRE MIS CABELLERA BLANCA, CIERTO DÍA COLGABA LA CABELLERA NEGRA DE LA HIJA DE JUAN, ENTRE MIS “PAPIS” DE CADA MAÑANA, COLGABA UN “CRIOLLO” NIETO DE JUAN, AL LADO DE MI TUMBA, MURIÓ LA SANGRE DE LAZOS CON GÉNEROS ERRADICADOS CON ANILLOS DE MI MUJER.
La hija de Juan...
Delta.