Colega, aquí te habla un caído en esos menesteres. A pesar de hace un tiempo ya, pero al final la tónica sigue siendo la misma. Estás por meterte en un terreno donde todo está creado, ella tiene su vida hecha y aunque el tipo le guste o no, ya la pareja que lleva un cierto tiempo se conocen hasta cuándo van al baño a mear. O sea, hay un dicho muy viejo acá que se llama: Nunca dejes camino por vereda. O sea, lo cierto por lo inseguro. Ella por lo que veo tiene sus dudas que no se ha lanzado a fondo, quizás pensando lo que te dije anteriormente y temiendo que todo no sea un momento de lujuria juvenil reprimida que le dan a muchas... cuarentonas en distintas etapas de su vida. Momentos de gozo en medio de su relación de años, o sea un joven para refrescar.
No sé hasta dónde hayan desnudado su alma, expresar sus sentimientos, pero es muy seguro que, si has hablado con ella, intuye algo en ti o en tu juventud que no se anima a dar el paso. En este punto, ni es bueno ni es malo, solamente está siendo prudente y no se quiere dejar llevar por la locura. Uno cuando es jóven, para su entender hace las cosas con tacto, pero en realidad hace muchas cosas por instinto y sin pensar, algo que no puede hacer tan fácil una señora de las 4 décadas que ya tiene su vida hecha y libre de tentaciones, aunque no sea del todo una santa. Es que en un final nadie lo es.
Quizás estoy hablando pura "KKCK" y todo se debe a otros factores que a lo mejor ella no te ha contado: los chismosos, los hijos, etc. Cómo siempre, para saber todo lo anterior y no dejarse llevar por ilusiones, lujuria o hacerse una falsa idea de algo, deberías hablar con ella a las claras y despejar dudas para saber si avanzar o detenerte.
Si nada de eso funciona, conozco algunos yerberos que por un precio módico, te preparan unos brebajes que hacen caer hasta la virgen María y hasta se olvidan de su marido. También ha resultado muy efectivo el uso de cloroformo y un trapo (mis fieles compañeros). Y si el marido es un tipo intransigente y atravesado, se cuadra con el Hombre del Saco para que una noche se lo lleve y lo lance por una cuneta, por allá por jatibonico o por Vado del Yeso.
Dejando de lado la broma. Trata de hablar con ella y despeja interrogantes. A lo mejor la cosa es más sencilla de lo que parece y puedes ayudarla a decidirse.