El reciente accidente del helicóptero que transportaba al presidente de Irán, Ebrahim Raisi, ha dejado a la nación en un estado de incertidumbre. Según reportes de las agencias de noticias IRINN y Mehr News, no hubo sobrevivientes en el sitio del accidente. Raisi, el octavo presidente de Irán y ex jefe judicial de línea dura, asumió el cargo en 2021 después de unas elecciones presidenciales históricamente no competitivas. Durante su mandato, se observó un período de represión intensificada de la disidencia. Con la muerte de Raisi, el siguiente en la línea de sucesión es el Primer Vicepresidente Mohammad Mokhber, sujeto a la aprobación del Líder Supremo de Irán, el Ayatollah Ali Khamenei. En la República Islámica de Irán, el Líder Supremo actúa como el árbitro final de los asuntos internos y exteriores, superando los poderes del presidente del país. A diferencia de su predecesor, el ex presidente moderado Hassan Rouhani, Raisi había forjado una estrecha alianza con Khamenei. Muchos iraníes creían que Raisi estaba siendo preparado para suceder algún día al anciano Khamenei, de 85 años. Preguntas para el Debate: ¿Cómo afectará la muerte de Raisi a la estabilidad política interna de Irán y qué impacto podría tener este evento en las relaciones de Irán con otros países, especialmente con las potencias occidentales?