Esta frase proviene de de una peli de Al Pacino, llamada Un domingo cualquiera. La peli no la he visto, pero una tarde, mi padre me sentó en la sala y me dijo, "tienes que por esto". Me puso un audio y nada más senti la voz le dije "eh ese es al Pacino" me hizo señas de que escuchase. Fueron los mejores 4 minutos, casi 5 de mi tarde. Ese discurso me llegó al corazón. Me he tomado el trabajo de traducir el audio (porque lo tengo en inglés tal y como me lo enseñó mi padre) y escribirselos acá. Cada vez que ando con desánimo y decaimiento me ayuda a levantarme. Así que quiero contagiarlo a ustedes. Para ponerlos en contexto, Al Pacino interpreta al entrenador de un equipo de fútbol rugby y está motivando a su equipo para su último partido en esa liga.
No sé qué decir, en realidad. Quedan tres minutos para la mayor batalla de nuestras vidas profesionales, y todo se reduce a curarnos como equipo o a desmoronamos, jugada a jugada, pulgada a pulgada hasta el final. Ahora estamos en el infierno, caballeros, créanme; o nos quedamos aquí dejándonos que nos aplasten o luchamos por regresar a la luz para salir del infierno, pulgada a pulgada. Yo no puedo hacerlo por ustedes, soy muy viejo.
Miro alrededor y veo esas jóvenes caras y pienso que he cometido todos los errores que un hombre de mediana edad puede cometer, he despilfarrado todo mi dinero, ¿pueden creerlo?, he sacado de mi vida a todo aquel que me ha amado y últimamente ni siquiera soporto ver la cara que veo en el espejo.
Cuando te haces mayor en la vida, hay cosas que se van, eso es parte de la vida, pero solo los comprendes cuando empiezas a perderlas, y descubres que la vida es cuestión de pulgadas. Así es el futbol, porque en cada juego, la vida o el futbol, el margen de error es muy pequeño, medio segundo más rápido o más lento y no llegas a pasarla, medio segundo más rápido o más lento, y no llegas a atraparla.
Las pulgadas que necesitamos están a nuestro alrededor, están en cada momento del juego, en cada minuto, en cada segundo. En este equipo luchamos por ese terreno, clavamos las uñas por esa pulgada, en este equipo dejamos el pellejo por cada uno de los demás, por esa pulgada que se gana, porque cuando sumamos una tras otra, eso es lo que va a marcar la putx diferencia entre ganar o perder, entre vivir o morir.
En cada lucha, aquel que va a muerte es el que gana ese terreno, y sé que si queda vida en mí, es porque quiero luchar y morir por esa pulgada, porque vivir consiste en eso, las seis pulgadas frente a sus caras. Yo no puedo convencerlos de que lo hagan, tienen que mirar al que tienen a su lado y creo que van a ver a un compañero dispuesto a ganar con ustedes, que se sacrificará por este equipo, porque sabe que cuando llegue la ocasión, ustedes harán lo mismo por él. Eso es un equipo, caballeros, o nos curamos como equipo o morimos como individuos. Ese es el futbol, muchachos, eso es todo lo que es. ¿Qué van a hacer?