fijisublevao
Nivel 3
- 194
- 404
Todos nos sentimos como una mierda a veces, es parte del ser humano, pero qué pasa cuando nos resulta satisfactorio revolcarnos en la mugre. No necesariamente me refiero a un masoquismo torcido o una visión fatalista de la vida, sino más bien a romantizar la depresión. Vivir en una época con millones de personas sumidas en una supuesta tristeza y ansiedad social, personas que a la vez comparten historias en redes que captan cada milésima de segundo de sus vidas, resulta contradictorio.
Converso con una muchacha y de repente, más orgullosa que apenada, me suelta: “Me caes bien, entiendes la visión oscura que tengo de las cosas”. Aguanto la respiración y me muerdo la lengua para no reírme en su cara. “¿Por qué no te puedes tomar a la pobre chiquita en serio?”, pienso un poco arrepentido. “A lo mejor sí está pasando por un momento difícil”. Minutos después la veo perreando con un tema de Chocolate Mc. El Choco es un animal, quita la depresión al momento y te pone a bailar.
Estar loco no es cool, normalizar una enfermedad mental es una idiotez. Revolcarte en la tristeza, fingir ansiedad y tratar mal a las personas a tu alrededor solo por seguir una moda, es ridículo. Gritas todo el tiempo que el mundo no te comprende, que nadie te quiere y que todos son unos idiotas menos tú, eso se traduce en un serio déficit de atención. Lo peor es que piensas que eres único y que vas en contra de lo establecido, siento decirte que eres un producto de la manipulación del mercado.
La moda, la televisión, el internet y la música te gritan: “¡Vuélvete loco, sé diferente!”. La industria musical se desborda de artistas jóvenes que repiten una y otra vez el discurso de la depresión y la ansiedad, los adolescentes toman nota e imitan a la perfección. Así te encuentras con una niña de doce años con tintes fosforescentes en el pelo y frases en los estados tipo: “Todo lo que quiero en está vida es que este dolor tenga algún propósito”. Un ejército de gente especial.
Cada vez más series o películas para adolescentes nos presentan personajes con rasgos de desequilibrio mental resaltados como virtud. “Ella es muy sexy, siempre anda con tremenda cara de tranca y escribe poemas sobre el suicidio” o “Ella lo quiere cantidad, la última vez que se separaron se intentó matar, pero todo está bien y ahora son felices”. Suena un poco ridículo si se saca de contexto, a fin de cuentas, intentar que las enfermedades mentales sean sexys es como intentar que las diarreas lo sean.
El problema es que estos shows presumen de un progresismo falso tratando estos problemas más para atraer el morbo de los jóvenes que por la necesidad de concientizar. Se quedan en lo superficial de la normalización y no van a lo profundo, una enfermedad no es motivo de orgullo.
Incluso, grandes marcas te condicionan a comer semejante pi.... La famosa empresa de ropa Forever 21 sacó una camiseta con el letrero: “High anxiety, low expectations”, Urban Outfitters produjo camisas con la palabra “Depression” por todas partes y no olvidemos la conocida blusa con colores pasteles que gritaba: “Cute but psycho”. Parece una bobería, pero para los enfermos mentales ver a otras personas presumir de un problema que no padecen no debe ser del todo agradable.
Dejando de lado a “Ariel el conspiranoico”, en serio, usa un poco tu cabeza. Nadie te dice que no puedas consumir determinado tipo de contenido, solamente aprende a separar la realidad de la ficción. No tienes que ser una copia andante del comepi... famosillo de turno, ten un poco de originalidad. Tu vida no es una mierda, solo eres un adolescente y las hormonas se te mueven mucho.
Tampoco debemos verlo como una perreta de gente que no tiene ganas de lidiar con la vida. Hay jóvenes que en serio tienen problemas, pero la manera de buscar ayuda no es mediante un meme, una red social o un tipo de vestimenta, así solo contribuyes a desacreditarte y a perder seriedad.
Sé un poquito más tú mismo y no pierdas tanto el tiempo con ese personaje tan gastado del nihilista sabroso. Si la vida es una mierda, ¿por qué no te matas? Na mentira, ¡no al suicidio chicos!, que después aparece uno muerto por mi culpa y es tremenda candela para arriba de uno.
Converso con una muchacha y de repente, más orgullosa que apenada, me suelta: “Me caes bien, entiendes la visión oscura que tengo de las cosas”. Aguanto la respiración y me muerdo la lengua para no reírme en su cara. “¿Por qué no te puedes tomar a la pobre chiquita en serio?”, pienso un poco arrepentido. “A lo mejor sí está pasando por un momento difícil”. Minutos después la veo perreando con un tema de Chocolate Mc. El Choco es un animal, quita la depresión al momento y te pone a bailar.
Estar loco no es cool, normalizar una enfermedad mental es una idiotez. Revolcarte en la tristeza, fingir ansiedad y tratar mal a las personas a tu alrededor solo por seguir una moda, es ridículo. Gritas todo el tiempo que el mundo no te comprende, que nadie te quiere y que todos son unos idiotas menos tú, eso se traduce en un serio déficit de atención. Lo peor es que piensas que eres único y que vas en contra de lo establecido, siento decirte que eres un producto de la manipulación del mercado.
La moda, la televisión, el internet y la música te gritan: “¡Vuélvete loco, sé diferente!”. La industria musical se desborda de artistas jóvenes que repiten una y otra vez el discurso de la depresión y la ansiedad, los adolescentes toman nota e imitan a la perfección. Así te encuentras con una niña de doce años con tintes fosforescentes en el pelo y frases en los estados tipo: “Todo lo que quiero en está vida es que este dolor tenga algún propósito”. Un ejército de gente especial.
Cada vez más series o películas para adolescentes nos presentan personajes con rasgos de desequilibrio mental resaltados como virtud. “Ella es muy sexy, siempre anda con tremenda cara de tranca y escribe poemas sobre el suicidio” o “Ella lo quiere cantidad, la última vez que se separaron se intentó matar, pero todo está bien y ahora son felices”. Suena un poco ridículo si se saca de contexto, a fin de cuentas, intentar que las enfermedades mentales sean sexys es como intentar que las diarreas lo sean.
El problema es que estos shows presumen de un progresismo falso tratando estos problemas más para atraer el morbo de los jóvenes que por la necesidad de concientizar. Se quedan en lo superficial de la normalización y no van a lo profundo, una enfermedad no es motivo de orgullo.
Incluso, grandes marcas te condicionan a comer semejante pi.... La famosa empresa de ropa Forever 21 sacó una camiseta con el letrero: “High anxiety, low expectations”, Urban Outfitters produjo camisas con la palabra “Depression” por todas partes y no olvidemos la conocida blusa con colores pasteles que gritaba: “Cute but psycho”. Parece una bobería, pero para los enfermos mentales ver a otras personas presumir de un problema que no padecen no debe ser del todo agradable.
Dejando de lado a “Ariel el conspiranoico”, en serio, usa un poco tu cabeza. Nadie te dice que no puedas consumir determinado tipo de contenido, solamente aprende a separar la realidad de la ficción. No tienes que ser una copia andante del comepi... famosillo de turno, ten un poco de originalidad. Tu vida no es una mierda, solo eres un adolescente y las hormonas se te mueven mucho.
Tampoco debemos verlo como una perreta de gente que no tiene ganas de lidiar con la vida. Hay jóvenes que en serio tienen problemas, pero la manera de buscar ayuda no es mediante un meme, una red social o un tipo de vestimenta, así solo contribuyes a desacreditarte y a perder seriedad.
Sé un poquito más tú mismo y no pierdas tanto el tiempo con ese personaje tan gastado del nihilista sabroso. Si la vida es una mierda, ¿por qué no te matas? Na mentira, ¡no al suicidio chicos!, que después aparece uno muerto por mi culpa y es tremenda candela para arriba de uno.
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