Alani
Nivel 4
- 496
- 610
Yo sé de un miedo que vive en la esquina,
Donde el cubano con cara divina
Sonríe al que manda, aunque por dentro
Tiembla de miedo, frío como el viento.
“¡Viva la patria!”, grita emocionado,
Mientras el hambre lo tiene amarrado.
“¿Comida? Mañana”, le dice el de arriba,
Y el pueblo responde: “¡Patria y comida!”
La libertad es un chiste de feria,
Con promesas largas y nunca serias.
El cubano espera, sentado en su silla,
Mientras le venden sueños de otra orilla.
“¿Hablar del jefe? No, qué locura,
Mejor hago chistes sobre la censura.
Que si la cola, que si el apagón,
Mientras tanto, me canta el corazón.”
Y así se va, entre bromas y enredos,
Huyendo del miedo con pasos quedos.
“¡Qué viva la vida!” —dice el burlón—,
Y en su mente, el miedo, dueño y patrón.
Donde el cubano con cara divina
Sonríe al que manda, aunque por dentro
Tiembla de miedo, frío como el viento.
“¡Viva la patria!”, grita emocionado,
Mientras el hambre lo tiene amarrado.
“¿Comida? Mañana”, le dice el de arriba,
Y el pueblo responde: “¡Patria y comida!”
La libertad es un chiste de feria,
Con promesas largas y nunca serias.
El cubano espera, sentado en su silla,
Mientras le venden sueños de otra orilla.
“¿Hablar del jefe? No, qué locura,
Mejor hago chistes sobre la censura.
Que si la cola, que si el apagón,
Mientras tanto, me canta el corazón.”
Y así se va, entre bromas y enredos,
Huyendo del miedo con pasos quedos.
“¡Qué viva la vida!” —dice el burlón—,
Y en su mente, el miedo, dueño y patrón.