Rinoa
Nivel 1
- 49
- 24
El día que reabrieron el Maxim tras la cuarentena recuerdo que tuve que llegar bien temprano para asegurar mi entrada. Era la primera vez que iba, así que estaba emocionada como el tumulto de frikis que llevaban años sin reunirse. Ese día recuerdo que tenía miedo, pues me dan pánico las aglomeraciones y la música alta, pero me dejé llevar por la música y la pasé fenomenal.
Pasadas las semanas la afluencia del Maxim, el local friki por excelencia, fue disminuyendo, hasta quedarse en "los de siempre". De las pocas veces que he ido ya reconozco a muchos personajes (Juan Carlos, el Glam, los Black Veil Brides, la señora flaca pelirroja, la que no se quita el pullover de Némesis, etc.), y otros que no son tan conocidos, pero que los he visto repetir (como el muchacho que se echa el concierto con audífonos puestos). No puedo evitar llenarme de tristeza, no sé si es que somos pocos, o que siempre es lo mismo, o que no tenemos dinero, o que las bandas que tocan (con tremendo esfuerzo, lo sé de primera mano) no dan la talla. Pero no quisiera que el Maxim muriera, porque los pocos que van sábado tras sábado, perderían una parte esencial de ellos mismos.
Pasadas las semanas la afluencia del Maxim, el local friki por excelencia, fue disminuyendo, hasta quedarse en "los de siempre". De las pocas veces que he ido ya reconozco a muchos personajes (Juan Carlos, el Glam, los Black Veil Brides, la señora flaca pelirroja, la que no se quita el pullover de Némesis, etc.), y otros que no son tan conocidos, pero que los he visto repetir (como el muchacho que se echa el concierto con audífonos puestos). No puedo evitar llenarme de tristeza, no sé si es que somos pocos, o que siempre es lo mismo, o que no tenemos dinero, o que las bandas que tocan (con tremendo esfuerzo, lo sé de primera mano) no dan la talla. Pero no quisiera que el Maxim muriera, porque los pocos que van sábado tras sábado, perderían una parte esencial de ellos mismos.