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Mafia 2 o Taxi Shuter Simulator
El mejor momento de este Mafia 2 transcurre durante la primera media hora de juego. Vito Scaletta (el prota, el jugador, el macho peludo, el recadero) regresa a casa para recuperarse de una herida de guerra sufrida durante la invasión aliada en Sicilia durante la Segunda Guerra Mundial. Vito recorre el camino del taxi a casa mientras suena Let it Snow de Dean Martin un dato tremendamente inutil pero igual importante para los cineastas porque más que un juego es una aventura gráfica, y efectivamente es una navidad con nieve, pero una navidad en la América de 1944. Una América triste a causa de la guerra que recibe a Vito con total indiferencia. Ese camino a casa mientras te cruzas con vecinos y vas dándote cuenta de lo poco que ha cambiado todo desde que te marchaste para terminar con la revelación SPOILER del fallecimiento de tu padre SPOILER es el único momento emotivo Mafia II. El problema es que el juego prácticamente ni ha empezado así que te la suda bastante.
Después de esto el título se olvida completamente del personaje principal, manipulándolo y conviertiéndole, ya no en un estereotipo mafioso, sino en un personaje completamente anodino y carente de la mas mínima empatía. Tampoco esto sería un gran problema si el resto de personajes tuviesen algo de profundidad, pero quitando el mejor amigo de Vito, Joe Bárbaro, el resto son tremendamente planos. Esto es doblemente doloroso puesto que hay momentos en los que algún secundario parece que va tener algo que decir, pero se disuelve rápidamente quedando en el olvido.Y no será por falta de cinemáticas, las hay a cientos y realizadas con corrección pero no logran calarnos. En pocas palabras, ninguno de los personajes de Mafia II permanecerá en tu memoria. Hay un chaval que aparece que anda con Joe que na mas verlo se que la iba a palmar y cuando lo hace a tu personaje se la suda a la N potencia.
A partir de aquí la historia viaja completamente a la deriva. Nuestro ascenso al poder es errático y se basa mas en la insistencia que en el talento. Al principio se nos da una motivación para empezar a delinquir, pero Vito no parece cuestionarse en modo alguno sus actos. Actúa como si siguiera siendo un soldado, lo cual podría ser parte del argumento, pero mas bien parece una cerencia en si mismo que una elipsis emocional. Como el juego no nos proporciona la profundidad necesaria con nuestro protagonista, hemos de ser nosotros mismos los que tiremos del carro para intuir las motivaciones de nuestro ingreso en el mundo del crimen, lo cual te desplaza completamente fuera de la historia, dejándote casi con la única motivación de como será la siguiente misión.
Hablando de las misiones o situaciones en las que nos veremos envueltos he de decir que en general cumplen, aunque volvemos de nuevo a la falta de coherencia. Quitando un par de veces, todas las misiones del juego nos salen mal. Lo cual hace que te cuestiones que tipo de organización permite el ascenso de dos tipos que siempre tienen problemas en cada uno de los trabajos realizados y la mayoría acaban convirtiéndose en un baño de sangre. Si bien las misiones son muy variadas, todas siguen el patrón de ve a tal sitio -> haz esto -> algo sale mal -> cárgate a todo dios -> huye. Repito que esto no sucede en TODAS las misiones, pero la mayoría de ellas son exactamente así. Uno espera que le den la posibilidad de que si algo sale mal puedas resolverlo a balazos, pero que si la cosa consiste en cargarse a alguien y no ser visto que te dejen al menos intentarlo. Aún así no sería justo decir que las misiones son aburridas, simplemente no son lo que se espera de un título estilo Mafia. Mención especial para un magnífico guiño hacia el primer título en una de las misiones cosa que nunca jugué pero ahi sale.
No hay forma de ganar dinero haciendo otras misiones, te presentan un jefe de taller para eliminar coches y puedes hablar con él y en ningun momento te da trabajo, en plan ¨hola mira este es carlos, es un tio importante el cual no pinta nada en el juego pero igual¨ igual que el gordo del muelle, jefe del sindicado el cual tu padre (que descanse en paz en la memoria de la ram) trabajo para él, en vez de darte misiones o trabajos no pinta absolutamente nada solo está pues... ahí.
Tu personaje de mision en mision pasa de tener cero de dinero a tener 10 mil de dinero de una mision a otra porque la historia le da la gana de pasar 2 años en la mafia y tú ni te enteras, ¿en que gastar dinero? en ropas que solo son 4 entre una camisa, un traje, un abrigo largo y uno corto, y tunear coches para que superen los 100 km por hora o sea iras a la velocidad de la luz. Otra cosa, la conducción en este juego es una delicia o sea 10/10.
Mafia II tiene un problema sencillo que lastra todo el título. No sabe lo que quiere. Al igual que nuestro protagonista, parece que los diseñadores han incluido elementos sin saber muy bien por qué. El dinero, a menos que tu ilusión sea coleccionar armas y trajes no sirve absolutamente para nada. Las armas las consigues a cientos por misión y tres trajes cumplen los deseos de la mayoría. También puedes comer en restaurantes para recuperar salud, cosa que solo hará una vez y pintar tu coche o personalizar la matrícula pero el título no te invita a realizar nada de esto. Por cierto, los coches gastan gasolina y puedes repostar, pero jamás lo vas a necesitar. Se ha rebajado el nivel de exigencia de la policia, ahora no te multará a la mínima, pero no importa, puesto que huir de ella es tan sencillo como doblar una esquina sin que te vean, y eso que han incluido dos niveles de alerta. Uno para tu vehículo y otro para tu aspecto. Esto podía haber servido para obligarte a cambiar de aspecto, corte de pelo…que se yo, pero tampoco, así que se limitan a olvidarse de ti con el tiempo.
Todo en Mafia II parece diseñado exclusivamente para mirar. Los trayectos hacia las misiones se convierten en agradables paseos en coche hasta la última punta del mapa escuchando la radio y disfrutando de la ciudad. Tanto es así que se ha facilitado en exceso la conducción, aunque te la puedas poner en nivel “realista”, pero es casi igual que en el nivel normal. Los tiroteos son una delicia visual y tanto los movimientos de Vito en las coberturas como la de los enemigos al caer o recibir un balazo están realmente conseguidos, pero en conjunto no llegan a los niveles de otros títulos en 3ª persona, a parte de resultar francamente sencillos gracias a la autoregeneración de energía. Luego queda el trayecto de vuelta a casa, que pasa de convertirse en una delicia a resultar desesperante.
Creo que lo que encumbró el primer título de la saga ha destrozado esta secuela y no es otra cosa que el valor. Existe una falta de riesgo evidente en casi todos los apartados de Mafia II. Donde Mafia se distinguía de la serie GTA era precisamente en sus consecuencias, no se podía hacer nada mínimamente fuera de la ley puesto que prácticamente te condenaba. Te obligaba a vivir/conducir como si de un auténtico gangster se tratara. La iniciación dentro de la familia era lenta pero satisfactoria y las decisiones del protagonista se sustentaban sobre sólidos pilares narrativos que desembocaban en las ya sabidas consecuencias finales. Mafia II carece de todo esto, no mejora en absolutamente nada a su antecesor (salvo en el apartado gráfico, lógicamente) y eso es algo completamente inaceptable.
El mejor momento de este Mafia 2 transcurre durante la primera media hora de juego. Vito Scaletta (el prota, el jugador, el macho peludo, el recadero) regresa a casa para recuperarse de una herida de guerra sufrida durante la invasión aliada en Sicilia durante la Segunda Guerra Mundial. Vito recorre el camino del taxi a casa mientras suena Let it Snow de Dean Martin un dato tremendamente inutil pero igual importante para los cineastas porque más que un juego es una aventura gráfica, y efectivamente es una navidad con nieve, pero una navidad en la América de 1944. Una América triste a causa de la guerra que recibe a Vito con total indiferencia. Ese camino a casa mientras te cruzas con vecinos y vas dándote cuenta de lo poco que ha cambiado todo desde que te marchaste para terminar con la revelación SPOILER del fallecimiento de tu padre SPOILER es el único momento emotivo Mafia II. El problema es que el juego prácticamente ni ha empezado así que te la suda bastante.
Después de esto el título se olvida completamente del personaje principal, manipulándolo y conviertiéndole, ya no en un estereotipo mafioso, sino en un personaje completamente anodino y carente de la mas mínima empatía. Tampoco esto sería un gran problema si el resto de personajes tuviesen algo de profundidad, pero quitando el mejor amigo de Vito, Joe Bárbaro, el resto son tremendamente planos. Esto es doblemente doloroso puesto que hay momentos en los que algún secundario parece que va tener algo que decir, pero se disuelve rápidamente quedando en el olvido.Y no será por falta de cinemáticas, las hay a cientos y realizadas con corrección pero no logran calarnos. En pocas palabras, ninguno de los personajes de Mafia II permanecerá en tu memoria. Hay un chaval que aparece que anda con Joe que na mas verlo se que la iba a palmar y cuando lo hace a tu personaje se la suda a la N potencia.
A partir de aquí la historia viaja completamente a la deriva. Nuestro ascenso al poder es errático y se basa mas en la insistencia que en el talento. Al principio se nos da una motivación para empezar a delinquir, pero Vito no parece cuestionarse en modo alguno sus actos. Actúa como si siguiera siendo un soldado, lo cual podría ser parte del argumento, pero mas bien parece una cerencia en si mismo que una elipsis emocional. Como el juego no nos proporciona la profundidad necesaria con nuestro protagonista, hemos de ser nosotros mismos los que tiremos del carro para intuir las motivaciones de nuestro ingreso en el mundo del crimen, lo cual te desplaza completamente fuera de la historia, dejándote casi con la única motivación de como será la siguiente misión.
Hablando de las misiones o situaciones en las que nos veremos envueltos he de decir que en general cumplen, aunque volvemos de nuevo a la falta de coherencia. Quitando un par de veces, todas las misiones del juego nos salen mal. Lo cual hace que te cuestiones que tipo de organización permite el ascenso de dos tipos que siempre tienen problemas en cada uno de los trabajos realizados y la mayoría acaban convirtiéndose en un baño de sangre. Si bien las misiones son muy variadas, todas siguen el patrón de ve a tal sitio -> haz esto -> algo sale mal -> cárgate a todo dios -> huye. Repito que esto no sucede en TODAS las misiones, pero la mayoría de ellas son exactamente así. Uno espera que le den la posibilidad de que si algo sale mal puedas resolverlo a balazos, pero que si la cosa consiste en cargarse a alguien y no ser visto que te dejen al menos intentarlo. Aún así no sería justo decir que las misiones son aburridas, simplemente no son lo que se espera de un título estilo Mafia. Mención especial para un magnífico guiño hacia el primer título en una de las misiones cosa que nunca jugué pero ahi sale.
No hay forma de ganar dinero haciendo otras misiones, te presentan un jefe de taller para eliminar coches y puedes hablar con él y en ningun momento te da trabajo, en plan ¨hola mira este es carlos, es un tio importante el cual no pinta nada en el juego pero igual¨ igual que el gordo del muelle, jefe del sindicado el cual tu padre (que descanse en paz en la memoria de la ram) trabajo para él, en vez de darte misiones o trabajos no pinta absolutamente nada solo está pues... ahí.
Tu personaje de mision en mision pasa de tener cero de dinero a tener 10 mil de dinero de una mision a otra porque la historia le da la gana de pasar 2 años en la mafia y tú ni te enteras, ¿en que gastar dinero? en ropas que solo son 4 entre una camisa, un traje, un abrigo largo y uno corto, y tunear coches para que superen los 100 km por hora o sea iras a la velocidad de la luz. Otra cosa, la conducción en este juego es una delicia o sea 10/10.
Mafia II tiene un problema sencillo que lastra todo el título. No sabe lo que quiere. Al igual que nuestro protagonista, parece que los diseñadores han incluido elementos sin saber muy bien por qué. El dinero, a menos que tu ilusión sea coleccionar armas y trajes no sirve absolutamente para nada. Las armas las consigues a cientos por misión y tres trajes cumplen los deseos de la mayoría. También puedes comer en restaurantes para recuperar salud, cosa que solo hará una vez y pintar tu coche o personalizar la matrícula pero el título no te invita a realizar nada de esto. Por cierto, los coches gastan gasolina y puedes repostar, pero jamás lo vas a necesitar. Se ha rebajado el nivel de exigencia de la policia, ahora no te multará a la mínima, pero no importa, puesto que huir de ella es tan sencillo como doblar una esquina sin que te vean, y eso que han incluido dos niveles de alerta. Uno para tu vehículo y otro para tu aspecto. Esto podía haber servido para obligarte a cambiar de aspecto, corte de pelo…que se yo, pero tampoco, así que se limitan a olvidarse de ti con el tiempo.
Todo en Mafia II parece diseñado exclusivamente para mirar. Los trayectos hacia las misiones se convierten en agradables paseos en coche hasta la última punta del mapa escuchando la radio y disfrutando de la ciudad. Tanto es así que se ha facilitado en exceso la conducción, aunque te la puedas poner en nivel “realista”, pero es casi igual que en el nivel normal. Los tiroteos son una delicia visual y tanto los movimientos de Vito en las coberturas como la de los enemigos al caer o recibir un balazo están realmente conseguidos, pero en conjunto no llegan a los niveles de otros títulos en 3ª persona, a parte de resultar francamente sencillos gracias a la autoregeneración de energía. Luego queda el trayecto de vuelta a casa, que pasa de convertirse en una delicia a resultar desesperante.
Creo que lo que encumbró el primer título de la saga ha destrozado esta secuela y no es otra cosa que el valor. Existe una falta de riesgo evidente en casi todos los apartados de Mafia II. Donde Mafia se distinguía de la serie GTA era precisamente en sus consecuencias, no se podía hacer nada mínimamente fuera de la ley puesto que prácticamente te condenaba. Te obligaba a vivir/conducir como si de un auténtico gangster se tratara. La iniciación dentro de la familia era lenta pero satisfactoria y las decisiones del protagonista se sustentaban sobre sólidos pilares narrativos que desembocaban en las ya sabidas consecuencias finales. Mafia II carece de todo esto, no mejora en absolutamente nada a su antecesor (salvo en el apartado gráfico, lógicamente) y eso es algo completamente inaceptable.