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Danteojos
Invitado
Ya que el compañero Luis Enrique insiste en hablarnos de lo bello que son Cristiano Ronaldo, Brad Pitt y, no sé si también lo mencionó, Danny de Vito, propongo sacar a la palestra el tema de la belleza. ¿Que qué tipo de belleza? Bueno, eso es lo de menos, aquella sobre la que cada uno quiera hablar. ¡Hay tantos tipos de belleza! Tenemos la belleza que enamora, la que aturde, la que magnetiza y atrae a quien posa sus ojos sobre ella, la belleza que acaricia, la que hipnotiza, la belleza serena, la belleza salvaje, la belleza que nos sumerge en remolinos de locura, la belleza invisible, la belleza etérea ¡Demonios, pero si todo cuanto nos rodea participa en cierto modo de belleza! Lo cierto es que tanto la belleza como su antagónica, la fealdad, nos envuelve por todas partes del mismo modo que el agua del mar puede rodear a las islas. Podemos hallarla en una frase escuchada al azar, en una canción que nos embriaga el espíritu, incluso en un simple palabra cuya eufonía proporcione a nuestros tímpanos hermosos ecos; o también en la sonrisa traviesa de esos niños que en ocasiones vemos jugando en la calle cuando salimos del trabajo; o en ese beso mediante el que unos labios trémulos se fundieron con los nuestros; o en la hoja ocre que, cayendo del árbol, ondula con suavidad en el aire antes de alcanzar su nueva ubicación sobre el suelo, donde con sus otras compañeras caídas va componiendo una dorada alfombra; o en las canas del anciano que sentado sobre un banco de madera lee el periódico al socaire de una vieja encina; o también en los bermejos pezones de la mujer que, sensual e insinuante, nos invita a su lecho, allí donde su cuerpo desnudo nos aguarda bajo las sábanas; o en la faringe de la Callas cuando tensa sus cuerdas vocales para obrar el prodigio de que al exterior vuelen las primeras notas del Casta Diva; o en los días, o en las noche ¡Hay tanta belleza! Eso sí, no podemos pretender que lo que es bello para nosotros, lo sea también para el de al lado, pues la belleza, nos guste o no, siempre lo será en función de los ojos de quien la contempla y, por tanto, completamente subjetiva... Salvo si acaso Cristiano Ronaldo, Brad Pitt o, quizá también, Danny de Vito :risita: