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Dos hombres, un presente, dos mimos y un payaso con una corbata en la cabeza, mientras invoca sus movimientos más sexy con la macarena. Porque son hombres, y le vienen bien cualquier ritmo con tal de sacar su verdadera ridiculez. Y no se sientan ofendidos mis queridos sacos de emociones, ustedes si son leales y fieles a esa única mujer que se llama cerveza. Mas que nuestros usuarios se inscribieron en este foro para disfrutar de un cantico lamentable, como si de una cacería de un mamut se tratase. Porque aquí venimos a tratar de pasar el tiempo, y disfrutar de temas donde la economía trae polémica, más que un partido de futbol, porque eso somos, y para eso nacimos. Para sacar nuestro mayor intelecto a la hora de escoger meticulosamente nuestras palabras. No cualquier tema nos llenas a la hora de comentar, ya que nuestra hambruna vaya más allá de los fines del mundo. Y aquí estamos, para eso, para llenarlos de esa papilla, que tanto nos gustaba cuando niño, que nos hacia nuestra abuelita, mientras la mía me salaba mi vida, con sopa salada. Pero éramos felices, hasta que decidieron llevarse a la boca su primer buche de ron. Porque somos machos dominantes, y dominamos cualquier pista de baile, cualquier fea de la fiesta, o hasta los desviados que se quieren besar con su mejor amigo, o un desconocido. Porque así empiezan encabezando la lista. Los que besan a cualquier cosas que se mueva.
Estás personas sobrehumanas, llevan más allá el consumo del alcohol, como excusa para ligar, todas son guapas o guapos, y no discurren a la realidad, que ninguna persona guapa se fijaría en un desarmado, ni mucho menos se acercaría a una personas tan ebria. Porque cualquier tipo de charla terminaría en un lenguaje que no entendería. Sino, preguntarle a los hombres del foro, cuantos idiomas pueden llegar aprender con tres copas encima. Toda una liga entre jeringoso, danés, árabe, alemán, ruso, cubania, toda una liga extraordinaria a la hora de sacar una frase. Para luego terminar en un "te quiero mucho", mientras el hedor del alcohol inunda los ojos y la nariz de la muchacha. Ya que para muchos hombres, el alcohol es sinónimo de amor, o sinónimo de cosplay. Y sí, luego de tener un buena cantidad de tragos de encima, en esos momentos le dan por vestirse de mujer, o de Batman, o creer que son Spider-man y querer escalar las paredes de su ridiculez. Bien la cima, bájate Carlo que te vas a matar, mira como vuelo, soy un ave. Y es cuando en verdad impactan con el pavimento, por el mayor fracaso de un hombre, es, no caerse delante de lo demás, si no besas el santo piso, entonces no eres hombre que se respeta. Hombre que se respeta termina 2 x 4 en el piso, o fajado con una mata, o con el aire, para terminar revolcado en sus arbustos, riendo como idiota, eso son los verdaderos hombres que se respetan. Pero lo que más se respetan son esos machos que no le tiene miedo a nada, y agarran su celular para llama a su ex, más si este esta despechado, y como no pillan bien los números en el marcaje, terminan llamando a urgencia, o la madre, y en si eres un suertudo, terminas llamando a la ex. Porque una ambulancia extraña cualquiera, igual que la madre, que se extraña, a que viene tanto cariño, mientras que los suertudos terminan revocándose en su desastre total. Y así son mis queridos sacos de sentimientos. Un sin fin de ridiculez tras otra. Y nos dormimos en cualquier parte, sea en un banco del parque, o en una cama ajena, o en el pasto del césped, o en un montón de arena de construcción. Lo importante es dormir la borrachera, para amanecer con una resaca, para luego decir que recordamos nada, mientras tienes en la puerta de tu casa, una muchedumbre enfurecida, exigiendo que te case con su hija, o le devuelvas la ternera. Ya esto es un poco exagerado, pero que texto no se enriquece con el exagerar, sino preguntarle a los que regalan dinero o se pasan por la casa de sus ex, para llorarle en la puerta. Y así es Carlos, todo un trotamundos. Mientras con sus amigos le van a cantar a esas altas horas de la madrugada una ranchera para que vuelva con el pobrecito de Carlos. Y si piensan que todo es cuento de una noche, buscar en sus archivos más secretos, cuantas puertas tocaron en la noche para exigir una explicación del por qué habían terminado, o si viven aquí. Porque el alcohol es traicionero, y no tiene cara alguna, es como el enemigo que te da una llave inquieta, que no deja se moverse delante de la cerradura de tu casa.
Y pues si señores, seños, nómadas, y barbudos arrepentidos por su corte de pelo después de un borrachera. Los hombres son una especie en periodo de extinción cuando de bebida se trata. Mas sufren de amnesia como por arte de magia, y nunca recuerdan lo que sucedió esa noche anterior. Que raro, debió darse un golpe contundente cuando no dejaban de estar en el piso, o contra los arbustos o tocando la puerta de la ex o intentando abrir la del vecino. Fingir demencia, es la solución. Y esto es todo por ahora. Menos mal que no voy a tomar más hasta abril....
Estás personas sobrehumanas, llevan más allá el consumo del alcohol, como excusa para ligar, todas son guapas o guapos, y no discurren a la realidad, que ninguna persona guapa se fijaría en un desarmado, ni mucho menos se acercaría a una personas tan ebria. Porque cualquier tipo de charla terminaría en un lenguaje que no entendería. Sino, preguntarle a los hombres del foro, cuantos idiomas pueden llegar aprender con tres copas encima. Toda una liga entre jeringoso, danés, árabe, alemán, ruso, cubania, toda una liga extraordinaria a la hora de sacar una frase. Para luego terminar en un "te quiero mucho", mientras el hedor del alcohol inunda los ojos y la nariz de la muchacha. Ya que para muchos hombres, el alcohol es sinónimo de amor, o sinónimo de cosplay. Y sí, luego de tener un buena cantidad de tragos de encima, en esos momentos le dan por vestirse de mujer, o de Batman, o creer que son Spider-man y querer escalar las paredes de su ridiculez. Bien la cima, bájate Carlo que te vas a matar, mira como vuelo, soy un ave. Y es cuando en verdad impactan con el pavimento, por el mayor fracaso de un hombre, es, no caerse delante de lo demás, si no besas el santo piso, entonces no eres hombre que se respeta. Hombre que se respeta termina 2 x 4 en el piso, o fajado con una mata, o con el aire, para terminar revolcado en sus arbustos, riendo como idiota, eso son los verdaderos hombres que se respetan. Pero lo que más se respetan son esos machos que no le tiene miedo a nada, y agarran su celular para llama a su ex, más si este esta despechado, y como no pillan bien los números en el marcaje, terminan llamando a urgencia, o la madre, y en si eres un suertudo, terminas llamando a la ex. Porque una ambulancia extraña cualquiera, igual que la madre, que se extraña, a que viene tanto cariño, mientras que los suertudos terminan revocándose en su desastre total. Y así son mis queridos sacos de sentimientos. Un sin fin de ridiculez tras otra. Y nos dormimos en cualquier parte, sea en un banco del parque, o en una cama ajena, o en el pasto del césped, o en un montón de arena de construcción. Lo importante es dormir la borrachera, para amanecer con una resaca, para luego decir que recordamos nada, mientras tienes en la puerta de tu casa, una muchedumbre enfurecida, exigiendo que te case con su hija, o le devuelvas la ternera. Ya esto es un poco exagerado, pero que texto no se enriquece con el exagerar, sino preguntarle a los que regalan dinero o se pasan por la casa de sus ex, para llorarle en la puerta. Y así es Carlos, todo un trotamundos. Mientras con sus amigos le van a cantar a esas altas horas de la madrugada una ranchera para que vuelva con el pobrecito de Carlos. Y si piensan que todo es cuento de una noche, buscar en sus archivos más secretos, cuantas puertas tocaron en la noche para exigir una explicación del por qué habían terminado, o si viven aquí. Porque el alcohol es traicionero, y no tiene cara alguna, es como el enemigo que te da una llave inquieta, que no deja se moverse delante de la cerradura de tu casa.
Y pues si señores, seños, nómadas, y barbudos arrepentidos por su corte de pelo después de un borrachera. Los hombres son una especie en periodo de extinción cuando de bebida se trata. Mas sufren de amnesia como por arte de magia, y nunca recuerdan lo que sucedió esa noche anterior. Que raro, debió darse un golpe contundente cuando no dejaban de estar en el piso, o contra los arbustos o tocando la puerta de la ex o intentando abrir la del vecino. Fingir demencia, es la solución. Y esto es todo por ahora. Menos mal que no voy a tomar más hasta abril....