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Los escritos de Tostoncito

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En este tema subiré de vez en cuando algún escrito de mi autoría para animar el foro no sé algo así... aquí dejo el primero

Llanuras de carbón​

Entre el pasto verde,
ya negro y carbonizado,
no hay nada. Las cosas
podrían mejorar
si miras a otro lado,
si cierras los ojos
o te dignas a vivir
mas los rastros de carbón
seguirán ahí.

Ya vendrá un futuro mejor
que tal parece y es inmediato,
que es amigo de la ansiedad.

Alberga a la vida
que aunque todo se haya quemado
tú al menos sigues vivo
y tienes un lugar donde vivir.
 
Hola hoy comparto un cuento, está cortito, espero que les guste.

Últimas decisiones

Él entró a la habitación, Él y nadie más; no es que te importe su nombre ni la razón por la que estaba ahí, solo te interesa saber que haría. Tal vez deseaba sentarse en el sillón de pinotea y lo hizo. A su derecha tenía una taza de café, sin azúcar, encima de una mesa de cristal tan vieja como el sillón, llena de polvo. Cierto, el lugar estaba sucio y desolado, demasiado para que hubiera una bebida caliente esperando por su consumidor pero así era.
Agarró la vasija para beber pero una cosa le detuvo; el vapor y el olor amargo terminaron a centímetros de su nariz. Algún pensamiento de último momento, alguna preocupación o tan solo nada. Ya sé que eso no te conmueve, que necesitas saber cuanto antes que pasará, pero estar a punto de cometer un asesinato también te crearía dudas.
Tocaron a la puerta del lugar. Era el otro, ese que debía morir, el Verdugo. Venganza es el primer motivo que pasa por tus pensamientos pero no lo es, puede que también pensaras en un trabajo y que pronto Él cobraría por la acción pero tampoco, queda una muerte simple y sin motivos y siento decirte que nadie obra un asesinato de esa forma.
Él dejó el cálido recipiente en la mesa, se levantó del mueble y se dispuso a caminar hasta la puerta. Solo una persona podía entrar al lugar, solo existía otro ser humano en el mundo, solo estaban ellos dos y una única taza de café.
—No me queda nada por vivir —dijo Él—. ¿Acaso cree que abriré la puerta? ¿Acaso cree que eso de justicia valió la pena? Yo he matado y no pienso morir aunque no me queda nada. Siempre he vivido de esa forma, matando para vivir, para fingir una vida o algo parecido.
El Verdugo volvió a tocar y no expresó palabra alguna. Silencio, silencio que por un minuto pareció infinito. Que haría Él entonces es la mayor duda que halla tu mente o tal vez porque es tan importante una bebida amarga sin azúcar. ¿Se había acabado el azúcar? No, no es esa la cuestión. Todo ser tiene dominio sobre dos cosas su muerte y la de otros pero el Verdugo dominó tanto un aspecto que al pasar el tiempo perdió la libertad de elegir un instante para ponerle fin a su vida. Necesitaba esa taza de café que Él había guardado con recelo y había asegurado mantener caliente, alejada del dulce sabor que le hacía feliz por momentos cuando no pensaba en asesinar a nadie, cuando los días le eran ingenuos.
Ahora sí te interesas en saber algo más sobre Él y la razón por la que a pesar de cometer pecados no lo había perdido todo. El Verdugo más que volverse siervo de la justicia estaba sumergido en un estado de locura, quería conseguir su suicidio, ya no le veía sentido a nada, necesitaba descansar después de tanto trabajo limpiando al mundo de impurezas pues nadie es puro y son muchas las personas. Sí, ya sé que estás interesándote por Él y a quién había matado pero no asesinó a nadie, de haberlo hecho no estaría nervioso, quería su propia justicia y su pecado no fue más que existir. Al existir hay quien deja de hacerlo porque tú existas y eso, ante los ojos del Verdugo, era una injusticia; pero qué haría el Verdugo. Si tomaba la taza de café no podría cumplir su misión en el mundo, y si cumplía su misión perdería la amarga bebida caliente.
La puerta se abrió, Él tuvo que tomar una decisión y fue dejar pasar al Verdugo.
—¿Dónde está? —preguntó el Verdugo.
—Allí —Él señaló con su dedo índice, y cierto temblor en la mano, la mesa.
—Sabes...
—Yo no sé nada —interrumpió Él—, ni quiero saber. No es que me interese lo que piensa.
—Entiendo —El Verdugo se sentó en el sillón—. Tal vez vivas para siempre, deberías tenerlo en cuenta —agarró entonces taza de café. Él iba a matarlo, al menos tenía planeado ese evento, pero los nervios le hicieron perder el control de la situación y a centímetros de su nariz, como él hacía unos instantes, el Verdugo se deleitaba con el olor y vapor de la bebida.
Es verdad que Él pensó en suicidarse en cierto momento y lo habría hecho si no hubieran tocado tan pronto a la puerta. Creo que le invadió el arrepentimiento, que deseó poder tomar esa decisión de nuevo o no haber permitido la entrada a la habitación. Tenía miedo de vivir para siempre sin motivo, aunque no lo dijera.
La vasija se volvió fría en las manos del Verdugo y cuando quiso tomar del recipiente no bebió nada. Es posible dominar la muerte de otros, hasta su capacidad para decidir si mueren en determinado momento y situación, pero seguirá siendo suya no tuya ni del Verdugo.
Una mujer, llamada hasta entonces Él, y un hombre, nombrado como Verdugo, estaban solos en la escena. El hombre quería morir pero no asesinar a otra persona y la mujer no tenía motivos para vivir aunque añoraba seguir viviendo. Que harían entonces sino ser el Adán y Eva de un mundo moderno.
 
Buenas noches uwu

Latidos de pútrido corazón T_T​

Corría desesperada
la mujer de blancas manos
como si viviera,
como si no hubiera muerto.

A mis oídos llegó
su aterrador grito,
ese que entre dolor y sangre
me atormentó.

En el pecho
tengo clavada una estaca
de la madera de su ataúd.
Todo se resumió a rendición.

Ya no sentiré otra vez
el calor de una ducha.
Al menos mi cuerpo
de sangre limpió
la repentina y fría lluvia.

A quien atacará ahora
la mujer de cabello negro.
Tal vez le acompañe
aunque no me guste
oirla gritar.

Debajo del rojo fango
me hallé con más fuerzas
de las que pude tener
mientras viví.

A pesar de que mi mente
se vuelve a cada segundo
un poco más vaga
tengo clara mi sed de sangre.
 
Buenas noches uwu

Latidos de pútrido corazón T_T​

Corría desesperada
la mujer de blancas manos
como si viviera,
como si no hubiera muerto.

A mis oídos llegó
su aterrador grito,
ese que entre dolor y sangre
me atormentó.

En el pecho
tengo clavada una estaca
de la madera de su ataúd.
Todo se resumió a rendición.

Ya no sentiré otra vez
el calor de una ducha.
Al menos mi cuerpo
de sangre limpió
la repentina y fría lluvia.

A quien atacará ahora
la mujer de cabello negro.
Tal vez le acompañe
aunque no me guste
oirla gritar.

Debajo del rojo fango
me hallé con más fuerzas
de las que pude tener
mientras viví.

A pesar de que mi mente
se vuelve a cada segundo
un poco más vaga
tengo clara mi sed de sangre.
Uwu que chulo está eso, tienes talento para los creepy poemas.
Publica uno de los Otros que tiene tema por donde cortar
 
Buenas?

Lo que vemos ?​

Se desnuda ante ti la vida
y su frío te envuelve.
Parece algo más que vida,
parece distinta ante tus ojos.

No la pueden tocar las manos,
como si fuera el peor momento.
Llegan recuerdos olvidados
por delante del destino,
absurdos e inocentes.

Con su aparecida desnudez
desaparece la maravilla
de lo que fue la vida
alguna vez.

Muerte ha de ser llamada
por quien ve y no sufre ni entiende
lo que ve.
 

Dulces sueños people :V​


Abre bien tus ojos​


Noto que tus sueños
sueles disfrutar
cada noche.
Cuando duermes
siento envidia.

Desde la cálida oscuridad
que a tu habitación adorna
siento envidia
de tu tranquilidad.

Sobre tu pecho me acuesto
y no lo dudo más,
decido ahorcarte.

Como un animal agonizas
y llenas de sudor las sábanas.
Tratas de despertar
pero le temes a abrir los ojos.

Sabes que ocurrirá lo de siempre:
mirarás al frente y no verás nada
mas seguiré apretando tu cuello
hasta que decida parar.

No entiendo tu miedo pero lo siento
igual que siento como esta vez
eres capaz de verme
y en realidad no sabes nada.
Tus ojos tendré que arrancar.
 

Dulces sueños people :V​


Abre bien tus ojos​


Noto que tus sueños
sueles disfrutar
cada noche.
Cuando duermes
siento envidia.

Desde la cálida oscuridad
que a tu habitación adorna
siento envidia
de tu tranquilidad.

Sobre tu pecho me acuesto
y no lo dudo más,
decido ahorcarte.

Como un animal agonizas
y llenas de sudor las sábanas.
Tratas de despertar
pero le temes a abrir los ojos.

Sabes que ocurrirá lo de siempre:
mirarás al frente y no verás nada
mas seguiré apretando tu cuello
hasta que decida parar.

No entiendo tu miedo pero lo siento
igual que siento como esta vez
eres capaz de verme
y en realidad no sabes nada.
Tus ojos tendré que arrancar.

Bueno está vez si no lo pillo.
O sea está bueno pero ni idea de que va.
Es un asesino en serie o que ??
 

Que mañana más linda :D​

Ingenuo Androide​


Colgaban sus medias
del poste de metal
y me pregunté
donde estaría el resto.

No pude ver
a nadie cerca,
ni siquiera a ella,
pero sus medias eran.

En la húmeda tela
distinguí esos bordados
de violeta nebulosa.

Creo que ella pudo volar
y quedaran enredadas
sus medias en el poste.

Que sabe un androide
sobre seres carnosos
de ojos marrones
y difíciles de entender.

En este planeta
de eternas lluvias
mientras me oxidaba
pensaba que no volvería.

Nunca pensé otra vez
poder encontrarla.
Su cuerpo está frío
sobre aceite rojo.
 
En este tema subiré de vez en cuando algún escrito de mi autoría para animar el foro no sé algo así... aquí dejo el primero

Llanuras de carbón​

Entre el pasto verde,
ya negro y carbonizado,
no hay nada. Las cosas
podrían mejorar
si miras a otro lado,
si cierras los ojos
o te dignas a vivir
mas los rastros de carbón
seguirán ahí.

Ya vendrá un futuro mejor
que tal parece y es inmediato,
que es amigo de la ansiedad.

Alberga a la vida
que aunque todo se haya quemado
tú al menos sigues vivo
y tienes un lugar donde vivir.
si por que esto cada día esta más aburrido así que a probar nuevas actividades o cambiar la rutina puede ayudar......
 
Desempolbando poemas XD. Una glosa que le hice a Alex Padrón ???

Sobre una gallina roja
suelo recorrer el monte
sin llegar al horizonte
donde la lluvia me moja.
Vive allí la bruja coja
insultada por lo que hice.
Cuando ella me privatice
el transporte temerario
yo recordaré a diario
un dragón que nunca quise.

Con la magia vuelve alpiste
al ave de la aventura.
Tengo la muerte segura
pues sobre mi cuello insiste
un pueblo que nunca viste
perder ganado de raza
ni compota de melaza.
La gran turba enfurecida
quiso acabar con mi vida,
me quemó castillo y casa.

La nueva montura busco
para pagar esta deuda.
Ingiriendo hogaza leuda
y de gallina un molusco,
la realidad es que lusco
como enferma calabaza.
Curso hacia el río Zaza
por el borde de la fragua
hasta caer en el agua,
es siempre lo que me pasa.

En el camino me cruzo
con esa maldita anciana
y pienso en como darle uso
a mi pistola marciana.
Ella come valenciana
sobre cedro de Belice.
Puede que ahora me erize
pero si tiro a la coja
correrá gallina roja
por mi palmo de narices.

clase de locura?
 
No quieras más de mí

Cansado del amor estoy,
de las personas que eligen
entre bien o mal.
Arruinado entre ansiedades
y principios de realidad.

Más confuso se vuelve
el mundo ante mí
mientras busco
salvación y huida
de la invitación a amarnos.

Como si fuera ayer
vivo todo el presente
sabiendo que ya lo he vivido.
Pensando en la muerte
pero sin iniciativas suicidas.

Aparto de mí los miedos
y omito todas las dudas
para hacerlo más sencillo.
Lo logro pero dejo entender
a quien su vida no revoluciona.

Digo poco para no ser parte de nada.
Vuelo con mi entera soledad.
No quiero vida para vivir,
quiero que entiendas
porque ya no puedo
pensar en ti.

Exacto, me preocupo,
incluso me enarmoro un poco más;
pero no pienso, sólo trato que muera
la presencia de monotonía.
He llegado a detestar tu conformismo
y que desees invariabilidad
cuando lo considero repugnante.
 
Hola hoy comparto un cuento, está cortito, espero que les guste.

Últimas decisiones

Él entró a la habitación, Él y nadie más; no es que te importe su nombre ni la razón por la que estaba ahí, solo te interesa saber que haría. Tal vez deseaba sentarse en el sillón de pinotea y lo hizo. A su derecha tenía una taza de café, sin azúcar, encima de una mesa de cristal tan vieja como el sillón, llena de polvo. Cierto, el lugar estaba sucio y desolado, demasiado para que hubiera una bebida caliente esperando por su consumidor pero así era.
Agarró la vasija para beber pero una cosa le detuvo; el vapor y el olor amargo terminaron a centímetros de su nariz. Algún pensamiento de último momento, alguna preocupación o tan solo nada. Ya sé que eso no te conmueve, que necesitas saber cuanto antes que pasará, pero estar a punto de cometer un asesinato también te crearía dudas.
Tocaron a la puerta del lugar. Era el otro, ese que debía morir, el Verdugo. Venganza es el primer motivo que pasa por tus pensamientos pero no lo es, puede que también pensaras en un trabajo y que pronto Él cobraría por la acción pero tampoco, queda una muerte simple y sin motivos y siento decirte que nadie obra un asesinato de esa forma.
Él dejó el cálido recipiente en la mesa, se levantó del mueble y se dispuso a caminar hasta la puerta. Solo una persona podía entrar al lugar, solo existía otro ser humano en el mundo, solo estaban ellos dos y una única taza de café.
—No me queda nada por vivir —dijo Él—. ¿Acaso cree que abriré la puerta? ¿Acaso cree que eso de justicia valió la pena? Yo he matado y no pienso morir aunque no me queda nada. Siempre he vivido de esa forma, matando para vivir, para fingir una vida o algo parecido.
El Verdugo volvió a tocar y no expresó palabra alguna. Silencio, silencio que por un minuto pareció infinito. Que haría Él entonces es la mayor duda que halla tu mente o tal vez porque es tan importante una bebida amarga sin azúcar. ¿Se había acabado el azúcar? No, no es esa la cuestión. Todo ser tiene dominio sobre dos cosas su muerte y la de otros pero el Verdugo dominó tanto un aspecto que al pasar el tiempo perdió la libertad de elegir un instante para ponerle fin a su vida. Necesitaba esa taza de café que Él había guardado con recelo y había asegurado mantener caliente, alejada del dulce sabor que le hacía feliz por momentos cuando no pensaba en asesinar a nadie, cuando los días le eran ingenuos.
Ahora sí te interesas en saber algo más sobre Él y la razón por la que a pesar de cometer pecados no lo había perdido todo. El Verdugo más que volverse siervo de la justicia estaba sumergido en un estado de locura, quería conseguir su suicidio, ya no le veía sentido a nada, necesitaba descansar después de tanto trabajo limpiando al mundo de impurezas pues nadie es puro y son muchas las personas. Sí, ya sé que estás interesándote por Él y a quién había matado pero no asesinó a nadie, de haberlo hecho no estaría nervioso, quería su propia justicia y su pecado no fue más que existir. Al existir hay quien deja de hacerlo porque tú existas y eso, ante los ojos del Verdugo, era una injusticia; pero qué haría el Verdugo. Si tomaba la taza de café no podría cumplir su misión en el mundo, y si cumplía su misión perdería la amarga bebida caliente.
La puerta se abrió, Él tuvo que tomar una decisión y fue dejar pasar al Verdugo.
—¿Dónde está? —preguntó el Verdugo.
—Allí —Él señaló con su dedo índice, y cierto temblor en la mano, la mesa.
—Sabes...
—Yo no sé nada —interrumpió Él—, ni quiero saber. No es que me interese lo que piensa.
—Entiendo —El Verdugo se sentó en el sillón—. Tal vez vivas para siempre, deberías tenerlo en cuenta —agarró entonces taza de café. Él iba a matarlo, al menos tenía planeado ese evento, pero los nervios le hicieron perder el control de la situación y a centímetros de su nariz, como él hacía unos instantes, el Verdugo se deleitaba con el olor y vapor de la bebida.
Es verdad que Él pensó en suicidarse en cierto momento y lo habría hecho si no hubieran tocado tan pronto a la puerta. Creo que le invadió el arrepentimiento, que deseó poder tomar esa decisión de nuevo o no haber permitido la entrada a la habitación. Tenía miedo de vivir para siempre sin motivo, aunque no lo dijera.
La vasija se volvió fría en las manos del Verdugo y cuando quiso tomar del recipiente no bebió nada. Es posible dominar la muerte de otros, hasta su capacidad para decidir si mueren en determinado momento y situación, pero seguirá siendo suya no tuya ni del Verdugo.
Una mujer, llamada hasta entonces Él, y un hombre, nombrado como Verdugo, estaban solos en la escena. El hombre quería morir pero no asesinar a otra persona y la mujer no tenía motivos para vivir aunque añoraba seguir viviendo. Que harían entonces sino ser el Adán y Eva de un mundo moderno.
Buen cuento , hubiera sido mejor si no tuviera ese final y quedará inconcluso con algunas preguntas de final para empezar a deducir :] .Hací hubiera captado ese ambiente de duda hasta el final.
 
Como va tu día alma intermitente? Por aquí todo bien, todo correcto. Besotes ?


Alas (I)

Después de andar sin rumbo
por los pasillos de la vida
no me queda más por hacer
que ver como sucumbo
ante los sueños imposibles.

Desplego mi par de alas
para que todos las vean
aunque son invisibles
pero como dijo un ciego:
las personas sólo notan
el ruido de mi bastón
y la frialdad de mis ojos.

Desaliento a los estilos
que me obligan a besar,
sin que quiera hacerlo,
a los versos fundidos
y los libremente vencidos.

Derrotando a la ficción
aprendí a ser amigable
y a no negar su ayuda
pues donde estamos todos
hay grandes historias
pero demasiados sentimientos
como para ser moldeados.

Diciendo que no valgo para nada
vuelo eternamente al poema
sin pensar lo mucho que quema
el sol bajo mis pies.

Dudo que sea presumido
cuando aleteo sin cesar
y sé que no llegaré
al lugar donde descansan
las esencias de mis escritos.
 
Hi. Buena tarde la de hoy pero para buena yo?

Alas (II)

No me marcho de las nubes
aunque son demasiados los errores
y el viento me impide volar
a donde flotan las canciones
que sin rimas intento cantar.

Azules son mis lágrimas,
negra es mi calidad,
amarillas las intenciones
y blanca mi frialdad.

Llueve sin cesar
pero no me mojo
pues soy el incapaz
de envolverme
en la gloria
de la paciencia
y la curiosidad.

Martes de poesía,
lunes de problemas,
jueves de historias,
sábado de sueños,
miércoles de diversión,
domingo de descanso
y viernes para llorar.

Estado sin orden
pero con libertad
presume de creaciones
aunque se hunde
en huracanes rojos.

Sobras de la vida misma
con tradición y vanguardia
destruyen la armonía
de quien me ve volar.

Deseando haber comido
en los aviones que encuentro
trato de volverve verso,
a veces cuento, novela,
o canción.

Reto a quien quiera
a imitar mi aleteo
mas nadie lo intenta
pues les parecen estúpidas
las plumas en mi dorsal.
 
Buena tarde?.

Satán

Sabiendo que caeré
en lo siempre probado
cierro mis ojos
y me lanzo al vacío.

Sin querer que alguien muera
pero sabiendo que falleceré
guardo mi par de alas
para un momento crítico
donde no quede alternativa.

Soñando con la gente
que amó al pobre diablo,
decepcionando al ángel
con mis pensamientos,
escucho las frases de Satán.

Serán malas sus acciones
y el producto de su ser
pero nunca podré vivir
sin el motivo conocer
y su punto de vista utilizar.

Sabrá él muy bien
que los versos no son impuros
ni demuestran castidad
pues él es como yo
aunque no seamos iguales
y gritemos mil verdades.

Sembraré flores en el cementerio
y llenaré de bendiciones la mentira
porque es la única forma que conozco
con la que ser algo extraordinario.
 
Buena tarde?.

Satán

Sabiendo que caeré
en lo siempre probado
cierro mis ojos
y me lanzo al vacío.

Sin querer que alguien muera
pero sabiendo que falleceré
guardo mi par de alas
para un momento crítico
donde no quede alternativa.

Soñando con la gente
que amó al pobre diablo,
decepcionando al ángel
con mis pensamientos,
escucho las frases de Satán.

Serán malas sus acciones
y el producto de su ser
pero nunca podré vivir
sin el motivo conocer
y su punto de vista utilizar.

Sabrá él muy bien
que los versos no son impuros
ni demuestran castidad
pues él es como yo
aunque no seamos iguales
y gritemos mil verdades.

Sembraré flores en el cementerio
y llenaré de bendiciones la mentira
porque es la única forma que conozco
con la que ser algo extraordinario.
Quizás al Papa no le guste esto pero a mi me encanta ?
 
La ejecución y la Muerte

Con las manos en la vasija
y el cuerpo recostado
en la desgastada silla,
veo el vuelo de mi libertad.

Allí junto a la absurda soledad
todo se vuelve innecesario:
los deseos de vivir la realidad,
el apetito hacia los sueños.

Un fantasma me invita a conocernos,
a celebrar mi modal presente.
Siempre que conservemos nuestros yelmos
brindaré junto a usted, mujer.

Eso le digo a la sedienta de placer
pues no lo puedo evitar.
Ella está en contra del beber
esta amarga taza de café.

Y yo sin olvidar que ya me senté
hago lo que le place a la lujuria.
Mi última comida cancelé
pero valió la pena dejar la bebida.

Así no tengo que esperar la herida
mucho más tiempo del esperado.
El verdugo corta mi última brida
y estos versos no puedo terminar.
 
"Numen"
(o como prefiero llamarlo "Popurrí de rimas sin sentido")


Imaginación escasa
siempre sacas de mi mente
con un suave beso caliente
que no precisa de tasa.

Abstracta canción abraza
al infantil en la vía
que no nota todavía
las astillas en la maza.

Haz mi lírica tu casa
para quedarte conmigo.
No caeras en olvido
ante sueños en la plaza.

Palabras mi mano traza
si son versos lo que pido.
Las ganas nos han salido
si trabajo nos atrasa.

Mis pensamientos arraza
la simpleza del aliento
proveniente del lamento
que diriges a mi brasa.

Si por casualidad pasa
hastío por esos ojos
surgirá blanco con rojo
creando mientras embaza.

Con indiscreción me caza
los símbolos paticojos
que sólo jamás escojo
por el fondo de la taza.

Entras en mi calabaza
para versos hacer río.
Todo margen será mío
al allanar silla rasa.

A ti repudiar es guasa.
Por ese módico rollo
desconfío del meollo
cuando vuelan las guasasas.

Una garra ya muy lasa
escribió cada sentido
con el compás del latido
más allá de la coraza.
 
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