Y así murió el culiao:
En abril de 1945 Adolfo Hitler, totalmente aislado, salvo un ya reducido grupo de seguidores, Magda Goebbels y su amante Eva Braun, contempló cómo sus otrora fieles servidores intentaban abandonarlo: Göring, que trataba de acelerar el inevitable final; Himmler, que incluso intentó contactar con el enemigo, jamás pronunciaría la palabra «capitulación». El día 13 Hitler brindó con Göring por la muerte de su despreciado Roosevelt. El 20 volvió a brindar con sus pocos adeptos por su quincuagésimo sexto aniversario. Las tropas rusas, mientras tanto, proseguían su inexorable avance hacia Berlín.
En la madrugada del 29 de abril ordenó que se presentase ante él un funcionario del registro civil y contrajo enlace con Eva Braun, que había conocido cuando era empleada de la tienda de Hoffmann, su fotógrafo, en
1932, pocos meses después de que su primer amor, Geli Raubal, la hija de su hermanastro, se suicidara en el domicilio particular de Hitler en Munich. Hitler y Eva Braun ya tenían previsto quitarse la vida cuando decidieron su unión. El Führer acababa de recibir hacía unas horas la noticia de la ejecución de Benito Mussolini frente al lago Como. Luego había ordenado que envenenasen a Blondie, su perra pastor alemán. Al acabar la ceremonia dictó testamento político nombrando al almirante Dönitz como su sucesor. Al día siguiente, hacia las tres de la tarde se oyeron disparos, instantes después Bormann y Goebbels encontraron el cuerpo de Hitler cubierto de sangre en el sofá, producto del disparo de su escopeta, mientras que Eva Braun yacía muerta por envenenamiento
[5]. La versión oficial indica que Hitler renunció a intentar huir de Berlín y se suicidó con un tiro de pistola en la boca y, al mismo tiempo, ingiriendo una cápsula de cianuro en su
Führerbunker, a 15 m de profundidad en el subsuelo del edificio de la Cancillería en Berlín. Es mismo día el Ejército Rojo, dirigido por el mariscal Georgi Zhúkov, tomaba Berlín y se encontraba a menos de 300 m del búnker.
Cinco días antes de su muerte Hitler le había ordenado a Heinz Linge, su ayudante de cámara, que velara que su cuerpo y el de su esposa, probablemente para evitar que fueran exhibidos como «trofeos de guerra», recordando el cadáver de su amigo Benito Mussolini, que fue colgado desnudo boca abajo junto con el de su amante en una gasolinera de Milán, donde fue golpeado, escupido y despreciado durante días, fueran incinerados
Mientras los dos cadáveres eran consumidos por las llamas en el jardín del búnker, Bormann comunicó por radio a Dönitz que Hitler lo había designado su sucesor, pero ocultó la muerte del Führer aún veinticuatro horas más. En ese lapso, él y Goebbels intentaron una nueva negociación con los soviéticos; pero fue un esfuerzo inútil. Entonces telegrafiaron otra vez a Dönitz comunicándole la muerte. La noticia se dio por la radio el 1 de mayo con fondo de Wagner y Bruckner, dando a entender que el Führer había sido un héroe que había caído luchando hasta el fin contra el bolchevismo. Goebbels y su esposa procedieron a envenenar a sus seis hijos dentro del búnker, y luego se hicieron fusilar en el jardín por un hombre de la SS. Sus cuerpos también fueron quemados, pero destruidos sólo parcialmente, y no llegaron a ser enterrados. Descubrimiento que los soviéticos tuvieron el desagrado de hallar el día siguiente cuando llegaron. Esa noche se llevó a cabo una huida masiva y fueron muchos los que lograron fugarse de Berlín.
El 7 de mayo de 1945 se firmó la capitulación en Reims y el día 9 se repitió la firma en Berlín. Ese mismo día se suspendieron todas las hostilidades en los frentes europeos.
Existen varias teorías sobre si esto sucedió en verdad o fue un invento de los Aliados. Se rumora que Hitler en realidad huyó vía España hacia Sudamérica, como lo habrían hecho muchos nazis luego de la derrota. También existen testimonios del personal el búnker que confirman esa teoría, pero también hay quienes cuestionan sus historias. Por otro lado, los rusos confirmaron inicialmente en 1955 la muerte de Hitler, pero no se mostraron evidencias muy sustanciales, salvo algunos detalles odontológicos, lo que confirmaba a pesar de todo que los rusos tenían los cuerpos.
Estos restos permanecieron secretamente enterrados bajo un jardín de dicho cuartel en la ciudad de Magdeburgo y sólo algunas autoridades de la NKVD sabían dónde estaban, hasta que en 1970 fueron exhumados, se extrajo el cráneo a Hitler y el resto de los cadáveres fue incinerado para evitar que su tumba fuera objeto de veneración, y las cenizas fueron lanzadas al río.
Fin....