Se produjo el 5 de mayo de 1895 al batey del ingenio La Mejorana, cerca del poblado de Dos Caminos de San Luis, a pocos kilómetros de Santiago de Cuba. Y allí se eliminaron las asperesas que existían entre gómez, maceo y martí, los aspectos principales abordados en esta reunión giraron sobre la forma y organización del gobierno independentista y la estrategia para la conducción de la guerra.
En las conversaciones, que Martí estima indiscretas por tener lugar durante el almuerzo, hubo discrepancias. Maceo prefigura un gobierno para la revolución predominantemente militar. Martí, quien defiende otra idea, siente que se le trata como si fuese representante de la “república leguleya” del pasado y escribe después:
“Muestro mi descontento de semejante indiscreta conversación. A mesa abierta, en la prisa de Maceo por partir. Que va a caer la noche sobre
Cuba y ha de andar seis horas”.
Tales diferencias persistirán, pero no traerán crisis. Maceo pondrá sus tropas a los ojos de Martí y de Gómez.
El Apóstol dirá al Titán: “Vea en mí un peleador y no más. De mí, todo lo que ayude a ganar la pelea.”
En los dos predominarán la solidaridad y el respeto sobre las diferencias de opinión, que se remitirán a una futura asamblea.
La muerte del Apóstol no permitirá la discusión y Maceo, por otra parte, no tardará en entender una forma de gobierno más cercana a la promulgada por Martí.
De esta reunión no existe acta ni documentación oficial de los participantes en la que se revele el contenido tratado, por lo que los historiadores plantean diferentes hipótesis. Como por ejemplo que quedó bien definido que
José Martí sería el delegado del Partido Revolucionario Cubano, era el máximo dirigente de la revolución y el mayor general Máximo Gómez sería el general en jefe del Ejército Libertador, quien junto con el mayor general Antonio Maceo, conduciría la
guerra.