Helaena89
Nivel 5
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— ¿Qué vamos a hacer para esperar halloween? —preguntó ociosa Diana— me aburro, venga hay que inventar algo.
— Podríamos ir de compras— sugirió Melissa, ante lo que todas hicieron una mueca
— Mell, hay un mundo fuera de las tiendas de ropa. ¿Sabes?— replicó Rea
— A ver la idea es divertirnos y hacer algo que de miedo. ¿Alguna sugerencia?— volvió a proponer Diana
— ¿Qué tal contar historias de terror o ver una peli de esas?
— Aburrido— replicó Diana poniendo los ojos en blanco— lo hicimos hace como 2 halloween atrás.
— ¿Sacrificar a un gato?— sugirió Rea
— Que vayamos a celebrar halloween no quiere decir que seamos brujas Rea.
— ¿Qué tal disfrazarnos para ir a pedir dulces?
— No Melissa, sabes bien que si vamos a disfrazarnos terminaremos pasandonos el día eligiendo ropas, y no podemos pedir dulces, aún no es halloween. !Quiero hacer algo emocionante!— reclamó Diana ya desesperada
— ¿Qué tal visitar casas embrujadas?
Las chicas se quedaron mirando a Rea, no les parecía mala idea. Aunque no era lo que Diana esperaba, y a Melissa le daba un poco de miedo.
Decidieron buscar unas linternas pues eran ya las nueve de la noche.
Rea volvió con una mochila llena de cosas "útiles" según ella, sin embargo había olvidado su teléfono en casa.
Melissa sin perder la oportunidad de lucir algo nuevo regreso vestida de hada.
Y Diana solo vino con el teléfono en la mano, desesperada por algo de acción que activara su noche.
La primera casa era vieja y crujió cuando abrieron la puerta, sin embargo el interior dejo mucho por desear.
— Aquí no hay nada— se quejo Melissa
— Puros trastes viejos— admitió Rea, quién se había pasado el tiempo subiendo y bajando las escaleras para escuchar los crujidos que emitían.
— Chicas vámonos de aquí. Tengo el lugar perfecto.
Diana ni siquiera había mirado las pobres telarañas que adornaban las esquinas. Su estancia había consistido en buscar videos en Youtube y casas abandonadas en Google.
Finalmente había dado con el lugar ideal.
— ¿A dónde vamos?
— A visitar una casa en verdad embrujada. Miren chicas— les mostró una foto de una mujer muy seria en un fondo oscuro— esa era la antigua dueña.
— Pero si está en blanco y negro, ya debe estar muerta— cuestionó Melissa
—Mejor así Mell, los fantasmas son los que hacen que las casas estén embrujadas— le dijo Rea dándole un codazo
— Y la tia no solo se murió, sino que tuvo una muerte súper rara. Estaba obsesionada con algo de la juventud eterna. Dicen que mando que le hicieran un cuadro, y se encerró a mirarlo en un cuarto oscuro y allí se murió. Nadie se ha atrevido a mirarlo desde entonces.
— Seguro que solo le dió un infarto y no tuvo algún familiar que la socorriera— Melissa no quería tener miedo sin siquiera haber entrado a la casa
— Tengo que hacerme una selfie con ese cuadro. Necesitamos encontrarlo chicas— exclamó Diana, su noche no solo se había vuelto divertida sino que también la catapultaría a la fama.
A Rea no le hizo mucha gracia, pero aún así entró en la casa. Y Melissa esperaba que no encontrarán nada raro.
Tuvieron que abrirse paso entre la densa capa de telarañas con una pequeña escoba que al parecer Rea traía en su mochila.
A Diana se le ocurrió hacer un vídeo, para luego subir las partes más emocionantes a su canal.
Para eso creo el ambiente perfecto con una música de terror que empezó demasiado alta.
Cuando Melissa escucho el sonido pego un grito y camino deprisa tropezando con una tabla levantada en el suelo.
— No ha sido gracioso —dijo desde el suelo tapándose los ojos ante la cegadora luz de el teléfono de Diana que ya había conseguido un buen video inicial.
Rea que llevaba rato riéndose ayudo a levantarse a Melissa
— ¿Dónde está tu linterna?— le preguntó
— No lo sé, la traía apagada cuando entré.
Buscaron un poco pero nada, el lugar estaba demasiado lleno de rincones ocultos.
— Dios mío, hubiéramos hecho un "Live" espectacular, una pena que no halla cobertura.
Siguieron avanzando y encontrando cosas un tanto extrañas.
Melissa se estaba divirtiendo, había olvidado el miedo y estaba llenando de trastes la mochila de Rea cuándo encontraron el esqueleto del gato.
— Es de plástico seguro— aseguró Diana asqueada
Rea se llevó la calavera como souvenir, pero a Melissa ya no había manera de que se le desacelerara el pulso. Estaba convencida de que aquello ya encerraba algo oscuro.
Entraron a un salón, Diana iluminó y enfoco todas las pinturas de la pared, pero ninguna tenía nada raro.
A Rea se le ocurrió tocar las teclas del viejo piano, pero tuvo la suerte de elegir las más graves y Melissa grito del susto.
Iluminó su alrededor con su teléfono y una larga sombra hizo aparición.
Corrió desesperada hacía la salida pero eligió la puerta contraria y salió a un pasillo.
A Rea le parecía ilógico que Melissa se hubiera asustado con la sombra del candelabro que ella iluminaba en ese momento.
Solo había sido un estúpido juego de luces.
Corrieron a buscarla, bueno... con el paso lento de Diana que no quería perder detalle.
Las chicas se alarmaron cuando escucharon los fuertes alaridos de Melissa.
Corrieron hacia el pasillo y fueron probando puertas mientras la llamaban.
Diana entró en una, puesto que creyó haber escuchado la voz de Melissa allí.
Pero la puerta se cerró de pronto y por mucho que lo intentó no pudo volver a abrirla.
Rea por su lado iba abriendo y cerrando puertas para no equivocarse dado que los gritos de Melissa la desesperaban y quería encontrarla lo antes posible.
Finalmente encontró una puerta por dónde las anchas capas de telaraña habían sido atravesadas hacia poco.
Caminó por allí y cuando se creyó perdida, escucho los gemidos del llanto de alguien.
Esto la asustó mucho, todos los libros que había leído hablaban de niñas que lloraban pero no se veían.
Continua....
— Podríamos ir de compras— sugirió Melissa, ante lo que todas hicieron una mueca
— Mell, hay un mundo fuera de las tiendas de ropa. ¿Sabes?— replicó Rea
— A ver la idea es divertirnos y hacer algo que de miedo. ¿Alguna sugerencia?— volvió a proponer Diana
— ¿Qué tal contar historias de terror o ver una peli de esas?
— Aburrido— replicó Diana poniendo los ojos en blanco— lo hicimos hace como 2 halloween atrás.
— ¿Sacrificar a un gato?— sugirió Rea
— Que vayamos a celebrar halloween no quiere decir que seamos brujas Rea.
— ¿Qué tal disfrazarnos para ir a pedir dulces?
— No Melissa, sabes bien que si vamos a disfrazarnos terminaremos pasandonos el día eligiendo ropas, y no podemos pedir dulces, aún no es halloween. !Quiero hacer algo emocionante!— reclamó Diana ya desesperada
— ¿Qué tal visitar casas embrujadas?
Las chicas se quedaron mirando a Rea, no les parecía mala idea. Aunque no era lo que Diana esperaba, y a Melissa le daba un poco de miedo.
Decidieron buscar unas linternas pues eran ya las nueve de la noche.
Rea volvió con una mochila llena de cosas "útiles" según ella, sin embargo había olvidado su teléfono en casa.
Melissa sin perder la oportunidad de lucir algo nuevo regreso vestida de hada.
Y Diana solo vino con el teléfono en la mano, desesperada por algo de acción que activara su noche.
La primera casa era vieja y crujió cuando abrieron la puerta, sin embargo el interior dejo mucho por desear.
— Aquí no hay nada— se quejo Melissa
— Puros trastes viejos— admitió Rea, quién se había pasado el tiempo subiendo y bajando las escaleras para escuchar los crujidos que emitían.
— Chicas vámonos de aquí. Tengo el lugar perfecto.
Diana ni siquiera había mirado las pobres telarañas que adornaban las esquinas. Su estancia había consistido en buscar videos en Youtube y casas abandonadas en Google.
Finalmente había dado con el lugar ideal.
— ¿A dónde vamos?
— A visitar una casa en verdad embrujada. Miren chicas— les mostró una foto de una mujer muy seria en un fondo oscuro— esa era la antigua dueña.
— Pero si está en blanco y negro, ya debe estar muerta— cuestionó Melissa
—Mejor así Mell, los fantasmas son los que hacen que las casas estén embrujadas— le dijo Rea dándole un codazo
— Y la tia no solo se murió, sino que tuvo una muerte súper rara. Estaba obsesionada con algo de la juventud eterna. Dicen que mando que le hicieran un cuadro, y se encerró a mirarlo en un cuarto oscuro y allí se murió. Nadie se ha atrevido a mirarlo desde entonces.
— Seguro que solo le dió un infarto y no tuvo algún familiar que la socorriera— Melissa no quería tener miedo sin siquiera haber entrado a la casa
— Tengo que hacerme una selfie con ese cuadro. Necesitamos encontrarlo chicas— exclamó Diana, su noche no solo se había vuelto divertida sino que también la catapultaría a la fama.
A Rea no le hizo mucha gracia, pero aún así entró en la casa. Y Melissa esperaba que no encontrarán nada raro.
Tuvieron que abrirse paso entre la densa capa de telarañas con una pequeña escoba que al parecer Rea traía en su mochila.
A Diana se le ocurrió hacer un vídeo, para luego subir las partes más emocionantes a su canal.
Para eso creo el ambiente perfecto con una música de terror que empezó demasiado alta.
Cuando Melissa escucho el sonido pego un grito y camino deprisa tropezando con una tabla levantada en el suelo.
— No ha sido gracioso —dijo desde el suelo tapándose los ojos ante la cegadora luz de el teléfono de Diana que ya había conseguido un buen video inicial.
Rea que llevaba rato riéndose ayudo a levantarse a Melissa
— ¿Dónde está tu linterna?— le preguntó
— No lo sé, la traía apagada cuando entré.
Buscaron un poco pero nada, el lugar estaba demasiado lleno de rincones ocultos.
— Dios mío, hubiéramos hecho un "Live" espectacular, una pena que no halla cobertura.
Siguieron avanzando y encontrando cosas un tanto extrañas.
Melissa se estaba divirtiendo, había olvidado el miedo y estaba llenando de trastes la mochila de Rea cuándo encontraron el esqueleto del gato.
— Es de plástico seguro— aseguró Diana asqueada
Rea se llevó la calavera como souvenir, pero a Melissa ya no había manera de que se le desacelerara el pulso. Estaba convencida de que aquello ya encerraba algo oscuro.
Entraron a un salón, Diana iluminó y enfoco todas las pinturas de la pared, pero ninguna tenía nada raro.
A Rea se le ocurrió tocar las teclas del viejo piano, pero tuvo la suerte de elegir las más graves y Melissa grito del susto.
Iluminó su alrededor con su teléfono y una larga sombra hizo aparición.
Corrió desesperada hacía la salida pero eligió la puerta contraria y salió a un pasillo.
A Rea le parecía ilógico que Melissa se hubiera asustado con la sombra del candelabro que ella iluminaba en ese momento.
Solo había sido un estúpido juego de luces.
Corrieron a buscarla, bueno... con el paso lento de Diana que no quería perder detalle.
Las chicas se alarmaron cuando escucharon los fuertes alaridos de Melissa.
Corrieron hacia el pasillo y fueron probando puertas mientras la llamaban.
Diana entró en una, puesto que creyó haber escuchado la voz de Melissa allí.
Pero la puerta se cerró de pronto y por mucho que lo intentó no pudo volver a abrirla.
Rea por su lado iba abriendo y cerrando puertas para no equivocarse dado que los gritos de Melissa la desesperaban y quería encontrarla lo antes posible.
Finalmente encontró una puerta por dónde las anchas capas de telaraña habían sido atravesadas hacia poco.
Caminó por allí y cuando se creyó perdida, escucho los gemidos del llanto de alguien.
Esto la asustó mucho, todos los libros que había leído hablaban de niñas que lloraban pero no se veían.
Continua....