Helaena89
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Siglos atrás, Europa vivió una época en la que el miedo a la brujería condujo a cazas de brujas y ejecuciones, “murieron decenas de miles de personas en Europa y las colonias europeas, y millones sufrieron torturas, arrestos, interrogatorios, odios, vergüenza y terror”
¿Cómo surgió la histeria colectiva?
La Inquisición y El martillo de las brujas
El 5 de diciembre de 1484, el papa Inocencio VIII emitió una bula, o documento papal, que condenaba la brujería.
Para ello se escribió una obra llamada "El martillo de las brujas", que fue reconocido por católicos y protestantes como la máxima autoridad en materia de brujas. Contenía historias fantásticas tomadas de la tradición popular, así como argumentos teológicos y legales en su contra. Además, ofrecía pautas para la identificación y eliminación de brujas. El martillo de las brujas ha sido calificada “la obra más despiadada [...], la más perjudicial de la literatura universal”.
No hacían falta pruebas para acusar a alguien de brujería, los juicios “tenían el único propósito de hacer confesar al acusado, ya fuera mediante la persuasión, la intimidación o la fuerza”. La tortura era muy común.
¿Quiénes eran acusados?
Mucho más del 70% de los acusados eran mujeres, sobre todo viudas, que rara vez tenían quien las defendiera. También los pobres, los mayores y las vAlfredoras de remedios herbolarios, sobre todo si no funcionaban.
Muchos hombres también fueron también ajusticiados bajo las mismas acusaciones, y en algunas regiones (en España, por ejemplo) él número de víctimas masculinas y femeninas fue bastante parejo, y en otros (como en Rusia) los hombres fueron mayoría.
En Suiza hubo dos casos en los que se acusó y llevó ante el juez a grupos de niños. En el segundo, el tribunal civil obligó a elegir entre expulsar de casa a los niños y presentar un certificado de su muerte o envenenar ellos mismos a sus hijos. Parece ser que muchos padres efectivamente envenenaron a sus hijos.
Nadie estaba a salvo, fuera rico o pobre, hombre o mujer, desconocido o importante.A las “brujas” se las acusaba de toda suerte de males. Supuestamente “causaban heladas y plagas de caracoles y orugas para acabar con los granos y la fruta del mundo”, menciona la revista alemana Damals. Si el granizo destruía una cosecha, si una vaca no daba leche, si un hombre era impotente o una mujer era estéril, la culpa debían de tenerla las brujas.
En la práctica, era tan difícil probar la inocencia de uno que miles de mujeres fueron torturadas, quemadas en hogueras, ahorcadas... muy probablemente por miedo, por rencillas personales con algún vecino, por la psicosis colectiva, por ser "raras", o por tener una mente demasiado abierta para la época que vivían, que las hizo sentirse y mostrarse más libres de lo que sus contemporáneos estaban preparados para aceptar.
¿Cómo se identificaba a una bruja?
Algunas sospechosas eran amarradas y sumergidas en agua fría, supuestamente bendita. Si se hundían, se las consideraba inocentes y eran sacadas del agua. Pero si flotaban, eran ejecutadas en el acto o enjuiciadas por practicar brujería. A otras las pesaban, pues se creía que las brujas no pesaban nada o casi nada.
Otra prueba consistía en buscar la “marca del Diablo”, una “señal hecha por el Diablo en el cuerpo del brujo para sellar su pacto”, comenta la obra Witch Hunts in the Western World. Los oficiales “afeitaban el cabello de los acusados y les revisaban hasta el último orificio”... ¡en público! Entonces pinchaban con una aguja los lunares, verrugas o cicatrices que encontraban. Si el pinchazo no dolía o no sangraba, se consideraba la marca del Diablo.
En algunas regiones, los protestantes lo hicieron (perseguir a las brujas) incluso con más ferocidad que los católicos. Sin embargo, con el tiempo comenzó a prevalecer la razón.
Friedrich Spee, sacerdote jesuita que había acompañado a muchas “brujas” a la hoguera, escribió que, en su opinión, todas eran inocentes. Advirtió que si no se detenían las cacerías, Alemania se quedaría sin habitantes. Por su lado, los médicos empezaron a reconocer que los ataques epilépticos y problemas similares se debían a enfermedades, no a posesiones demoníacas. Los juicios disminuyeron drásticamente durante el siglo XVII, y para finales de dicho siglo casi habían desaparecido.
(Tomado de !Despertad! y la Wiki)
En fin espero sus comentarios de éste interesante tema.
¿Cómo surgió la histeria colectiva?
La Inquisición y El martillo de las brujas
El 5 de diciembre de 1484, el papa Inocencio VIII emitió una bula, o documento papal, que condenaba la brujería.
Para ello se escribió una obra llamada "El martillo de las brujas", que fue reconocido por católicos y protestantes como la máxima autoridad en materia de brujas. Contenía historias fantásticas tomadas de la tradición popular, así como argumentos teológicos y legales en su contra. Además, ofrecía pautas para la identificación y eliminación de brujas. El martillo de las brujas ha sido calificada “la obra más despiadada [...], la más perjudicial de la literatura universal”.
No hacían falta pruebas para acusar a alguien de brujería, los juicios “tenían el único propósito de hacer confesar al acusado, ya fuera mediante la persuasión, la intimidación o la fuerza”. La tortura era muy común.
¿Quiénes eran acusados?
Mucho más del 70% de los acusados eran mujeres, sobre todo viudas, que rara vez tenían quien las defendiera. También los pobres, los mayores y las vAlfredoras de remedios herbolarios, sobre todo si no funcionaban.
Muchos hombres también fueron también ajusticiados bajo las mismas acusaciones, y en algunas regiones (en España, por ejemplo) él número de víctimas masculinas y femeninas fue bastante parejo, y en otros (como en Rusia) los hombres fueron mayoría.
En Suiza hubo dos casos en los que se acusó y llevó ante el juez a grupos de niños. En el segundo, el tribunal civil obligó a elegir entre expulsar de casa a los niños y presentar un certificado de su muerte o envenenar ellos mismos a sus hijos. Parece ser que muchos padres efectivamente envenenaron a sus hijos.
Nadie estaba a salvo, fuera rico o pobre, hombre o mujer, desconocido o importante.A las “brujas” se las acusaba de toda suerte de males. Supuestamente “causaban heladas y plagas de caracoles y orugas para acabar con los granos y la fruta del mundo”, menciona la revista alemana Damals. Si el granizo destruía una cosecha, si una vaca no daba leche, si un hombre era impotente o una mujer era estéril, la culpa debían de tenerla las brujas.
En la práctica, era tan difícil probar la inocencia de uno que miles de mujeres fueron torturadas, quemadas en hogueras, ahorcadas... muy probablemente por miedo, por rencillas personales con algún vecino, por la psicosis colectiva, por ser "raras", o por tener una mente demasiado abierta para la época que vivían, que las hizo sentirse y mostrarse más libres de lo que sus contemporáneos estaban preparados para aceptar.
¿Cómo se identificaba a una bruja?
Algunas sospechosas eran amarradas y sumergidas en agua fría, supuestamente bendita. Si se hundían, se las consideraba inocentes y eran sacadas del agua. Pero si flotaban, eran ejecutadas en el acto o enjuiciadas por practicar brujería. A otras las pesaban, pues se creía que las brujas no pesaban nada o casi nada.
Otra prueba consistía en buscar la “marca del Diablo”, una “señal hecha por el Diablo en el cuerpo del brujo para sellar su pacto”, comenta la obra Witch Hunts in the Western World. Los oficiales “afeitaban el cabello de los acusados y les revisaban hasta el último orificio”... ¡en público! Entonces pinchaban con una aguja los lunares, verrugas o cicatrices que encontraban. Si el pinchazo no dolía o no sangraba, se consideraba la marca del Diablo.
En algunas regiones, los protestantes lo hicieron (perseguir a las brujas) incluso con más ferocidad que los católicos. Sin embargo, con el tiempo comenzó a prevalecer la razón.
Friedrich Spee, sacerdote jesuita que había acompañado a muchas “brujas” a la hoguera, escribió que, en su opinión, todas eran inocentes. Advirtió que si no se detenían las cacerías, Alemania se quedaría sin habitantes. Por su lado, los médicos empezaron a reconocer que los ataques epilépticos y problemas similares se debían a enfermedades, no a posesiones demoníacas. Los juicios disminuyeron drásticamente durante el siglo XVII, y para finales de dicho siglo casi habían desaparecido.
(Tomado de !Despertad! y la Wiki)
En fin espero sus comentarios de éste interesante tema.