Gigangel
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Un saludo para todos los usuarios del foro, incluyendo los bromistas que son varios. Pues bien, a lo que nos ocupa.
¿Nunca te ha pasado que en medio de algo serio, reunión, acto, museo o funeraria , hayas recordado algo gracioso y se te ha salido una risa cómplice, contagiosa e imposible de aguantar? Ese gran momento en que luego de aguantar estoicamente la risa, realizando 42 muecas faciales para que la muy maldita no salga, pero al final sale, incluso escupiendo al de al lado.
Hay personas que lloran por el esfuerzo. En la secundaria vi algunos morder libretas con tal de aguantar y no pueden, menos cuando la profesora o profesor de turno se pone a decir esta gamberrada: ¿Alumno, usted piensa que tengo un payaso en la cara? Ahí mismo…. ¡¡¡Buajajajaja!!! No se puede.
La gente es de madre. Incluso ya no hay respeto en los velorios. Uno con toda la seriedad del mundo y de pronto:
-Esta negra no se va a quedar con el escaparate. Mi tío antes de morir dijo que era mío.
-Mira tú, cabeza de clavo. ¿Quieres ver cómo te meto el florero por la cabeza?
O por otro lado:
-El hijo mayor del difunto debe estar al llegar. Viene de Miami. Hace falta que se tire con par de panes y refresco de lata que estoy ¨partio¨. Aquí nada más que han dado un brebaje aderezado con betún ¡Que dicen! Que era café.
En la biblioteca:
-Dije que en la biblioteca se debía hacer silencio y sentí tremendo ruido cerca del estante de la colección de aventuras.
-Compadre, ese peo que te tiraste sonó duro. No y cuando la bibliotecaria venga se va a desmayar. ¡Fó, que peste!
Y también en la iglesia, en pleno sermón:
-Dios nos hizo a su imagen y semejanza.
-Un feligrés: ¿Si? ¿No me diga? Mire al jorobado de la derecha. Seguro Dios estaba experimentando con él.
Reunión:
-Analizando los principales resultados del mes, podemos decir que las latas de atún están muy chiquitas…
-¿De que atún habla este?
Y así, entre otras cosas.
Entonces: ¿Cuál es tu momento incomodo donde has soltado la carcajada?
¿Nunca te ha pasado que en medio de algo serio, reunión, acto, museo o funeraria , hayas recordado algo gracioso y se te ha salido una risa cómplice, contagiosa e imposible de aguantar? Ese gran momento en que luego de aguantar estoicamente la risa, realizando 42 muecas faciales para que la muy maldita no salga, pero al final sale, incluso escupiendo al de al lado.
Hay personas que lloran por el esfuerzo. En la secundaria vi algunos morder libretas con tal de aguantar y no pueden, menos cuando la profesora o profesor de turno se pone a decir esta gamberrada: ¿Alumno, usted piensa que tengo un payaso en la cara? Ahí mismo…. ¡¡¡Buajajajaja!!! No se puede.
La gente es de madre. Incluso ya no hay respeto en los velorios. Uno con toda la seriedad del mundo y de pronto:
-Esta negra no se va a quedar con el escaparate. Mi tío antes de morir dijo que era mío.
-Mira tú, cabeza de clavo. ¿Quieres ver cómo te meto el florero por la cabeza?
O por otro lado:
-El hijo mayor del difunto debe estar al llegar. Viene de Miami. Hace falta que se tire con par de panes y refresco de lata que estoy ¨partio¨. Aquí nada más que han dado un brebaje aderezado con betún ¡Que dicen! Que era café.
En la biblioteca:
-Dije que en la biblioteca se debía hacer silencio y sentí tremendo ruido cerca del estante de la colección de aventuras.
-Compadre, ese peo que te tiraste sonó duro. No y cuando la bibliotecaria venga se va a desmayar. ¡Fó, que peste!
Y también en la iglesia, en pleno sermón:
-Dios nos hizo a su imagen y semejanza.
-Un feligrés: ¿Si? ¿No me diga? Mire al jorobado de la derecha. Seguro Dios estaba experimentando con él.
Reunión:
-Analizando los principales resultados del mes, podemos decir que las latas de atún están muy chiquitas…
-¿De que atún habla este?
Y así, entre otras cosas.
Entonces: ¿Cuál es tu momento incomodo donde has soltado la carcajada?