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Recientes y muy rigurosas investigaciones llevadas a cabo sobre su persona por prestigiosos historiadores cubanos revelan que fue un espía doble pagado por los gobiernos de España y Estados Unidos...Aquí les dejo un resumen escrito por El historiador Rolando Rodríguez, en el primer tomo de su libro Cuba, la primera ocupación las máscaras y las sombras (ed. Ciencias Sociales).
Su página en Ecured: https://www.ecured.cu/Rolando_Rodríguez_García
Su página en la Jiribilla: http://www.lajiribilla.cu/colaborador/rolando-rodriguez/
Cómo podemos ver no es un historiador cualquiera, aquí dejo un fragmento de lo que escribió:
...Otro asunto que debe quedar claro […] es el carácter “traidor” de Julio Sanguily, cuya fea hoja de servicios comenzó a empañarse, según Vicente García, cuando en la manigua comenzó a traficar con productos para su uso con los enclaves del enemigo. Más tarde, ya en la paz, le aceptó una “botella” al general García de Polavieja en los ferrocarriles. Para entonces, como aseguró el general español, Julio Sanguily protegía bandidos y les aceptaba dinero resultado de los delitos cometidos. Fue acusado indirectamente por Martí de haberle estafado dinero a los tabaqueros con la historia de un alzamiento que llevaría adelante en Cuba, y al respecto Martí pidió que no lo dejaran ir de nuevo a Cayo Hueso porque demeritaba la idea independentista. Sanguily casi seguramente fue el delator del 24 de febrero de 1895 ante el mando español. La verdad es que para esa fecha había sido designado jefe militar mambí de Occidente, y en la mañana de aquel día glorioso no estaba en el campo de batalla, sino en su mansión de El Cerro, donde fue arrestado por los españoles casi con seguridad para prestarle una coartada. Algunos de los que le acompañaron en la aventura sabían desde antes que no tomaría las armas pues tenía empeñados el revólver y el machete. Luego, cuando estaba en Estados Unidos, le estafó a Estrada Palma varias mesadas con la historia de su sostenimiento, y en 1897, al mismo tiempo, entró en contacto con Dupuy de Lôme, el ministro español en Washington, y le propuso por unos 300 pesos mensuales venir a Cuba para convencer a Máximo Gómez de que aceptara la autonomía. El presidente del Consejo de Ministros de España. Antonio Cánovas del Castillo, aceptó se le pagara ese salario, pero no que viniera a la isla. Por último, ya en Cuba, a donde viajó con las tropas estadounidenses, se puso durante la ocupación al servicio del gobernador Leonard Wood en labores “especiales”, es decir, de espionaje, por unos cuantos cientos de pesos al mes. Falta añadir por qué hizo todo aquello. La razón estriba en que Julio Sanguily se había aficionado al alcohol, las francachelas con mujeres y, sobre todo, a la baraja. Se sabía que no salía de las mesas de juego. Para estas afirmaciones se cuenta con el diario de Vicente García, cartas de García de Polavieja, de Dupuy de Lôme, y vouchers de pago firmados por Wood y Sanguily. Sobre su estafa a los tabaqueros de Cayo Hueso hay cartas sobradas de Martí en sus Obras completas, y en cuanto al 24 de febrero hay testimonios de su postura ante el alzamiento y documentos que muestran le habían llegado confidencias en ese sentido al capitán Emilio Calleja. Dada su postura, habían sido proporcionadas por este sujeto. Sin duda, Julio Sanguily fue el gran traidor de la independencia cubana...
No obstante y como matiz de esta historia también podemos ver el artículo escrito por el Periódico Cubarte dónde afirman que no fue un traidor, link: http://www.cubarte.cult.cu/periodico-cubarte/mayor-general-julio-sanguily-corrupto/
Su página en Ecured: https://www.ecured.cu/Rolando_Rodríguez_García
Su página en la Jiribilla: http://www.lajiribilla.cu/colaborador/rolando-rodriguez/
Cómo podemos ver no es un historiador cualquiera, aquí dejo un fragmento de lo que escribió:
...Otro asunto que debe quedar claro […] es el carácter “traidor” de Julio Sanguily, cuya fea hoja de servicios comenzó a empañarse, según Vicente García, cuando en la manigua comenzó a traficar con productos para su uso con los enclaves del enemigo. Más tarde, ya en la paz, le aceptó una “botella” al general García de Polavieja en los ferrocarriles. Para entonces, como aseguró el general español, Julio Sanguily protegía bandidos y les aceptaba dinero resultado de los delitos cometidos. Fue acusado indirectamente por Martí de haberle estafado dinero a los tabaqueros con la historia de un alzamiento que llevaría adelante en Cuba, y al respecto Martí pidió que no lo dejaran ir de nuevo a Cayo Hueso porque demeritaba la idea independentista. Sanguily casi seguramente fue el delator del 24 de febrero de 1895 ante el mando español. La verdad es que para esa fecha había sido designado jefe militar mambí de Occidente, y en la mañana de aquel día glorioso no estaba en el campo de batalla, sino en su mansión de El Cerro, donde fue arrestado por los españoles casi con seguridad para prestarle una coartada. Algunos de los que le acompañaron en la aventura sabían desde antes que no tomaría las armas pues tenía empeñados el revólver y el machete. Luego, cuando estaba en Estados Unidos, le estafó a Estrada Palma varias mesadas con la historia de su sostenimiento, y en 1897, al mismo tiempo, entró en contacto con Dupuy de Lôme, el ministro español en Washington, y le propuso por unos 300 pesos mensuales venir a Cuba para convencer a Máximo Gómez de que aceptara la autonomía. El presidente del Consejo de Ministros de España. Antonio Cánovas del Castillo, aceptó se le pagara ese salario, pero no que viniera a la isla. Por último, ya en Cuba, a donde viajó con las tropas estadounidenses, se puso durante la ocupación al servicio del gobernador Leonard Wood en labores “especiales”, es decir, de espionaje, por unos cuantos cientos de pesos al mes. Falta añadir por qué hizo todo aquello. La razón estriba en que Julio Sanguily se había aficionado al alcohol, las francachelas con mujeres y, sobre todo, a la baraja. Se sabía que no salía de las mesas de juego. Para estas afirmaciones se cuenta con el diario de Vicente García, cartas de García de Polavieja, de Dupuy de Lôme, y vouchers de pago firmados por Wood y Sanguily. Sobre su estafa a los tabaqueros de Cayo Hueso hay cartas sobradas de Martí en sus Obras completas, y en cuanto al 24 de febrero hay testimonios de su postura ante el alzamiento y documentos que muestran le habían llegado confidencias en ese sentido al capitán Emilio Calleja. Dada su postura, habían sido proporcionadas por este sujeto. Sin duda, Julio Sanguily fue el gran traidor de la independencia cubana...
No obstante y como matiz de esta historia también podemos ver el artículo escrito por el Periódico Cubarte dónde afirman que no fue un traidor, link: http://www.cubarte.cult.cu/periodico-cubarte/mayor-general-julio-sanguily-corrupto/