T
Tostoncito Ricote
Invitado
Buenas noches, alma intermitente:
Si disponemos de un instante para divagar en la nocturnidad podría surgirnos una irremediable soledad que determina conversaciones con la memoria entrecortadas por una conexión a internet que de momento se estabiliza haciéndonos dar un clic para luego esperar desde la divagación. ¿No te ha pasado antes? Tal vez, ¿ahora? Un síndrome del mundo actual ataca nuestra serenidad como pudiese hacerlo el trauma de un grupo de rock que se fuma la portada de su álbum y queda despierto pasadas las siete antes meridiano pensando en los fans que aspiran el humo. Aunque tengamos relojes incapaces de ponerse en hora con el primer mundo, la internet nos permite colocar la mente a una distancia considerable del cuerpo provocando que la conciencia se hunda en la multitarea jamás eficiente. Mientras piensas en tener un bukake callejero y cómo determinar soluciones para las problemáticas que causan tu malogrado desarrollo económico, realizas quién sabe cuál acción que termina en otra acción haciéndote olvidar completamente el motivo por el cual estás conectado a la red y ya no piensas en sexo o dinero, sino en tus asuntos pendientes para luego volver a realizar acciones en la red que te alejarán más de tu estado actual. Piensa, por qué razón en lo más lejano de tu ser sientes un gran agotamiento estando todo a oscuras. Alguna vez en tal situación se dormía, pero a cada clic y pensamiento le sigue el fortalecimiento de la incapacidad para el letargo y simplemente te preguntas «cómo apago la conciencia». Por tal de no aburrirte o de que no sigas por acá no seguiré discutiendo sobre tu beso con el primer mundo desde tu espectro tercermundista. Pero vamos, que de no terminar en esta situación no dormirías. Solo espero que sueñes conmigo yendo de manos agarradas por la avenida hasta una carnicería de películas inspiradas en documentales sobre escritores que quisieron tener una banda de música, pero terminaron fumando a solas luego de las diez pasado meridiano reconociendo en la internet que hasta acá solo han tenido lo que sea que estés poseyendo. Consulta un médico.
Si disponemos de un instante para divagar en la nocturnidad podría surgirnos una irremediable soledad que determina conversaciones con la memoria entrecortadas por una conexión a internet que de momento se estabiliza haciéndonos dar un clic para luego esperar desde la divagación. ¿No te ha pasado antes? Tal vez, ¿ahora? Un síndrome del mundo actual ataca nuestra serenidad como pudiese hacerlo el trauma de un grupo de rock que se fuma la portada de su álbum y queda despierto pasadas las siete antes meridiano pensando en los fans que aspiran el humo. Aunque tengamos relojes incapaces de ponerse en hora con el primer mundo, la internet nos permite colocar la mente a una distancia considerable del cuerpo provocando que la conciencia se hunda en la multitarea jamás eficiente. Mientras piensas en tener un bukake callejero y cómo determinar soluciones para las problemáticas que causan tu malogrado desarrollo económico, realizas quién sabe cuál acción que termina en otra acción haciéndote olvidar completamente el motivo por el cual estás conectado a la red y ya no piensas en sexo o dinero, sino en tus asuntos pendientes para luego volver a realizar acciones en la red que te alejarán más de tu estado actual. Piensa, por qué razón en lo más lejano de tu ser sientes un gran agotamiento estando todo a oscuras. Alguna vez en tal situación se dormía, pero a cada clic y pensamiento le sigue el fortalecimiento de la incapacidad para el letargo y simplemente te preguntas «cómo apago la conciencia». Por tal de no aburrirte o de que no sigas por acá no seguiré discutiendo sobre tu beso con el primer mundo desde tu espectro tercermundista. Pero vamos, que de no terminar en esta situación no dormirías. Solo espero que sueñes conmigo yendo de manos agarradas por la avenida hasta una carnicería de películas inspiradas en documentales sobre escritores que quisieron tener una banda de música, pero terminaron fumando a solas luego de las diez pasado meridiano reconociendo en la internet que hasta acá solo han tenido lo que sea que estés poseyendo. Consulta un médico.