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Hay cosas que en la vida requieren una balanza . En esta ocasión, el modelo y comentarista deportivo Héctor Villar ha decidido dar un giro curioso: ha subido a las redes un video promocionando la glamorosa marca Mercedes Benz en La Habana. Sí, has leído bien: ¡Mercedes en Cuba! Casi parece un anhelo de aquellos años en los que los coches eran más que un lujo; eran una declaración de intenciones. Pero, ¿realmente es ético que él elija este tema para su promoción? Aquí es donde empieza el juego de preguntas, como en un partido de ajedrez donde cada movimiento cuenta.
Primero preguntémonos: ¿Es justo producir un video que resplandece glamour cuando la realidad cubana brilla por su ausencia? Quisiera decir que esto es una Jugada Perfecta, pero creo que más bien es un autogol en propia cancha. La pregunta que flota en el aire, como un globo de helio en una fiesta sin niños, es: ¿quién es realmente el público objetivo de esta campaña en una isla donde el sueño de muchos es conseguir 3000 pesos para un paquete de pollo? Imagínate, la gente soñando con un Mercedes mientras intenta no tropezar con un bache que podría hacerte replantear tu relación con la ley de la gravedad.
Por el amor que les tengo a mis compatriotas, permítanme reírme un poco de la situación. Yo, por mi parte, sueño con un Lamborghini; pero con esos baches, no durarían ni un día en La Habana. La vida te enseña a ser práctico, y en este caso, vivir con los pies en la tierra es fundamental. La utopía de rodar en un Mercedes por las calles de Cuba choca, en la realidad, con la lucha diaria de un pueblo que se enfrenta al desafío más constante: la supervivencia.
Héctor, querido, tu deseo de manejo sobre cuatro ruedas no te lleva muy lejos si se te olvida que los cubanos, en este momento, aspiran a un plato de arroz con pollo.
Y en cuanto a tu público objetivo, ¿realmente te imaginas que los tres turistas que asoman en la isla harán un test drive de la nostalgia cubana al volante de un Mercedes en vez de un almendron?. La gente, acechada por la falta de energía eléctrica y el encarecimiento de la vida, no está buscando un “Mercedes” en su horizonte, sino un poco de luz en sus hogares y algo de comida en sus mesas.
Otra cosa: Héctor, parece que has aprendido tanto en tus viajes que ya te has convertido en el gurú del Capitalismo cuidado con eso por que tu empresa es Comunista!!!.
Así que, en resumen, querido Héctor Villar, tu video ha sido todo un espectáculo. Tal vez, y solo tal vez, deberías pensar en convertir ese Mercedes Benz en un carrito de hot dogs y seguir el ritmo de la vida real.
Primero preguntémonos: ¿Es justo producir un video que resplandece glamour cuando la realidad cubana brilla por su ausencia? Quisiera decir que esto es una Jugada Perfecta, pero creo que más bien es un autogol en propia cancha. La pregunta que flota en el aire, como un globo de helio en una fiesta sin niños, es: ¿quién es realmente el público objetivo de esta campaña en una isla donde el sueño de muchos es conseguir 3000 pesos para un paquete de pollo? Imagínate, la gente soñando con un Mercedes mientras intenta no tropezar con un bache que podría hacerte replantear tu relación con la ley de la gravedad.
Por el amor que les tengo a mis compatriotas, permítanme reírme un poco de la situación. Yo, por mi parte, sueño con un Lamborghini; pero con esos baches, no durarían ni un día en La Habana. La vida te enseña a ser práctico, y en este caso, vivir con los pies en la tierra es fundamental. La utopía de rodar en un Mercedes por las calles de Cuba choca, en la realidad, con la lucha diaria de un pueblo que se enfrenta al desafío más constante: la supervivencia.
Héctor, querido, tu deseo de manejo sobre cuatro ruedas no te lleva muy lejos si se te olvida que los cubanos, en este momento, aspiran a un plato de arroz con pollo.
Y en cuanto a tu público objetivo, ¿realmente te imaginas que los tres turistas que asoman en la isla harán un test drive de la nostalgia cubana al volante de un Mercedes en vez de un almendron?. La gente, acechada por la falta de energía eléctrica y el encarecimiento de la vida, no está buscando un “Mercedes” en su horizonte, sino un poco de luz en sus hogares y algo de comida en sus mesas.
Otra cosa: Héctor, parece que has aprendido tanto en tus viajes que ya te has convertido en el gurú del Capitalismo cuidado con eso por que tu empresa es Comunista!!!.
Así que, en resumen, querido Héctor Villar, tu video ha sido todo un espectáculo. Tal vez, y solo tal vez, deberías pensar en convertir ese Mercedes Benz en un carrito de hot dogs y seguir el ritmo de la vida real.