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Mimoso32
Invitado
Hola a todos:
Hace unos meses escribí en este mismo foro para comentar los problemas de celos que sufría con mi pareja. Finalmente la relación se ha terminado. Fueron tiempos duros sufriendo la desconfianza, la presión y el control de esa persona. Siempre le respeté y nunca le di motivos reales para nada de todo eso pero su cabeza nunca descansaba. Terminaba viendo amenazas en todas partes, generando interrogatorios y peleas. La consecuencia es que terminaba consiguiendo generarme culpa y remordimientos que me iban aislando y paralizando. El último mes empezó a haber unos cambios de humor que nunca entendí. Todo molestaba y ofendía. Las peleas eran continúas así que decidí cortar a pesar de que aún le quería.
Ha pasado casi un mes y me ha seguido contactando. La última vez ayer, pidiendo otra oportunidad y reprochando mi firmeza porque yo le digo que no va a cambiar por muy buenas intenciones que tenga. Es su forma de ser y contra eso no se puede luchar o, si se puede, requiere de mucho tiempo y sufrimiento. Se echó a llorar, me eché a lloraren fin, un drama todo.
Yo me mantengo firme a pesar de que me duele en el alma lo que estoy haciendo pero sé que es lo mejor. Pensar que iba a cambiar es engañarse. Es muy duro ver llorar a alguien que quieres por una decisión que tú tomas por considerar que es lo correcto a pesar de que una parte de ti no quiere hacerlo. Es quererme a mi, priorizar mi bienestar y mi salud psicológica.
A pesar de todo me encuentro muy mal. Triste, apagado, sin ganas. Lo sé, es cuestión de tiempo y paciencia pero me cuesta pelear con la nostalgia por los buenos momentos que, obviamente también los hubo. He escrito una lista con todos los motivos que me llevaron a dejarle y cada vez que dudo o me siento mal la leo.
Escribo todo esto por desahogarme un poco y como terapia para sacar algo de esta tristeza que llevo dentro y, si a alguien le ayuda, pues estupendo. A seguir luchando y dejar que el tiempo haga su trabajo.
Gracias a todos por leerme.
Hace unos meses escribí en este mismo foro para comentar los problemas de celos que sufría con mi pareja. Finalmente la relación se ha terminado. Fueron tiempos duros sufriendo la desconfianza, la presión y el control de esa persona. Siempre le respeté y nunca le di motivos reales para nada de todo eso pero su cabeza nunca descansaba. Terminaba viendo amenazas en todas partes, generando interrogatorios y peleas. La consecuencia es que terminaba consiguiendo generarme culpa y remordimientos que me iban aislando y paralizando. El último mes empezó a haber unos cambios de humor que nunca entendí. Todo molestaba y ofendía. Las peleas eran continúas así que decidí cortar a pesar de que aún le quería.
Ha pasado casi un mes y me ha seguido contactando. La última vez ayer, pidiendo otra oportunidad y reprochando mi firmeza porque yo le digo que no va a cambiar por muy buenas intenciones que tenga. Es su forma de ser y contra eso no se puede luchar o, si se puede, requiere de mucho tiempo y sufrimiento. Se echó a llorar, me eché a lloraren fin, un drama todo.
Yo me mantengo firme a pesar de que me duele en el alma lo que estoy haciendo pero sé que es lo mejor. Pensar que iba a cambiar es engañarse. Es muy duro ver llorar a alguien que quieres por una decisión que tú tomas por considerar que es lo correcto a pesar de que una parte de ti no quiere hacerlo. Es quererme a mi, priorizar mi bienestar y mi salud psicológica.
A pesar de todo me encuentro muy mal. Triste, apagado, sin ganas. Lo sé, es cuestión de tiempo y paciencia pero me cuesta pelear con la nostalgia por los buenos momentos que, obviamente también los hubo. He escrito una lista con todos los motivos que me llevaron a dejarle y cada vez que dudo o me siento mal la leo.
Escribo todo esto por desahogarme un poco y como terapia para sacar algo de esta tristeza que llevo dentro y, si a alguien le ayuda, pues estupendo. A seguir luchando y dejar que el tiempo haga su trabajo.
Gracias a todos por leerme.