Sin lugar a dudas, muchos y probablemente muchas que hayan viajado a bordo de un autobús (guagua) sabrán de qué hablo.

Mi abuela decía que en su tiempo, también existían estos personajes. Pero, precavida como era (y bromista como pocas) siempre tenía un alfiler o una aguja de coser a mano. Un leve pinchazo en "salva sea la parte", bastaba para cambiar la mentalidad del repellador y de paso darle un buen susto (con dolor incluido). Hace tiempos atras, este era un ¨modus operandi¨ (como se le pegan palabras a todo el que ve Tras la Huella), de los carteristas y en combinacion con una mujer. Mientras que por delante ella mantenia al tipo idiotizado, repellandole su anatomia, por detras le sacaban limpiamente la billetera al baboso. Yo le cogi un miedo a los ¨camellos¨ por esa gracia que para que les cuento. Ya la gente cuando iba a subir, se alertaban entre ellos: Ojo con los repellos y los carteristas. Pero al final siempre caia alguien.

¿Y tú? ¿Has pasado por este mal momento del Repello?

Que crees al respecto.