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Articulo El Drama del Banco Metropolino

NEMESIS X

El Amo de las Bestias
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¡Buenas noches, a todos los pocos foreros Habituales! Hoy vamos a hablar de algo que nos toca a todos en La Habana… el Banco Metropolitano. Ese lugar mágico donde tus sueños de comprar pan a veces se convierten en auténticas películas de terror.​

Desde hace unos días, nuestra amada entidad financiera está “trabajando intensamente en la solución” de unas problemáticas. Me encantaría ver cómo se define “trabajar intensamente” en su glosario. ¿Es enviar memes a sus compañeros de trabajo mientras su tarjeta se niega rotundamente a liberar la renta mensual del alquiler? ¿O es ir al gimnasio a levantar pesas con el mismo vigor con el que levantan los plásticos de sus tarjetas? ¡La verdad es que eso suena más a un nuevo plan de fitness que a un mantenimiento bancario!

Así que, agobiados, tomen nota: el Banco Metropolitano ha decidido que, en lugar de ser el banco que protege su dinero, es mucho más divertido convertirse en el protagonista de una telenovela. “El drama del cajero automático que ni respira” con actores como Blanqui Franquiz y Jennifer González, quienes parecen estar muy interesados en saber “¿Cuáles son los motivos?” Bueno, querida Jennifer, los motivos son tan inalcanzables como el Wi-Fi en la calle… ¡una cuestión de fe!

Aparentemente, la infraestructura del Banco Metropolitano se basa en la misma tecnología que usó Colón para navegar hacia América. ¡Quién necesita servidores modernos cuando puedes seguir utilizando computadoras que podrían salir en un museo de antigüedades! Egor Soria tiene razón, ¡que compren servidores! Pero aquí entre nosotros, ¿quién no preferiría un servidor de pizza, digo, de servidores informáticos?

Y mientras tanto, los hoteles en Vedado están tan desconectados como un par de amigos en una reunión familiar. Me imagino a los turistas, mirando desde el lobby a esos pobres empleados tratando de hacer un pago con Transfermóvil, gritando en voz baja: “¡Ayuda! ¡No tengo efectivo y aquí no me dejan salir sin dejar la propina!”

Además, el mantenimiento que anunciaron para agosto parece haber sido un mito, como la última vez que intentaron sacar una película que no involucrara un héroe que se convierte en villano. La gente ahí se está preguntando si deben sacar su dinero en efectivo y simular que viven en el siglo XXI, porque claro, ¿quién quiere tener confianza en un sistema que se colapsa más rápido que una relación que empieza en Tinder?

En fin, amigos, con la crisis está el banco, y con el banco está nuestra fe. ¡Así que saquemos nuestro dinero, guardemos todo en efectivo y preparemos un fondo de emergencia para emergencias… porque nunca sabemos cuándo necesitaremos comprar los mandados de la bodega!
 
Ya no tengo ese problema.
Y doy varias opciones:
- Espantarse una cola extensa en horas de la mañana en un cajero. No es tan malo como parece. Te distrae y puedes interactuar con las personas que están ahí. Haces buenas amistades y los temas de conversación salen solos. Casi todo se basa en frases como:
¡Me "resigno" en todo!
¡Es de "piña" el trabajo que pasa uno para sacar 4 kilos".
¡Ese no va ahí! Cuidado que se va a colar.
¡"Cajones", como saca dinero ese tipo! ¡Va a dejar el cajero vacío!

El lío del banco es que el bloque de dinero (efectivo) lo tienen los particulares, Mipymes, privados, etc. Si vas a cobrar a la caja, después de otra cola, te encuentras con billetes de $10, $20, $50. Y si vas a sacar más de 2000 cañas, te veo llevando una mochila o un vagón y un saco para todo ese billetaje.

Aún siguen hablando de la bancarización y creo que más bien será una "embarcarización", viendo todos los problemas que hay con el banco y los cajeros.
 
Bueno, bueno, bueno… ¡Eso no es nada! Ya yo tampoco paso ese trabajo, ¡no, que va! Yo te doy otras opciones estudiadas científicamente, ¡y aquí van!

Escúchame bien: si quieres sacar más de 5000 pesos, la mejor opción es ir a tres bancos diferentes. Porque, claro, el límite de extracción es de mil CUP o tres mil CUP, dependiendo de si decides estimular el trabajo extra de la cajera con un billetico de 200 CUP. ¡Oye, que a veces un detallito puede abrir más puertas que un currículum!

Así que ahí vas, a caminar por Cerro y Plaza, buscando la mejor “opción”. Pero cuando piensas que vas a resolver, ¡bam!, no hay conexión. Es horario de almuerzo o es el de cobro de los pensionados. ¡Qué ironía, ¿no?! Mientras tú caminas como si estuvieras buscando el Santo Grial de los billetes, la gente está ahí, tranquilamente disfrutando su almuerzo, como si la vida no fuera un ciclo eterno de esperar en la cola.

Después de tres horas de caminar, de esperar en la comelona, y de convertirme en un viejito que recuerda los "buenos tiempos" para resolver algo tan sencillo como retirar dinero, ¡llegan los de Sepsa! “¡A esa hora, abran paso que llegó la guardia del Pipo Canel, a recoger la pasta!” ¡Es como si toda Cuba hubiera decidido hacer fila al mismo tiempo!

Pero todo es una odisea. Como en una buena película, siempre hay un feliz final, ¿verdad? Y justo cuando estoy a punto de perder la fe en la humanidad, allí llega mi ángel de la guardia. Desde lo alto, me trae un mensaje del todopoderoso señor que dice: “cambio efectivo por transferencia”. ¡Amén!

A esa hora, no hay pensamientos de desconocidos, ni de estafas. En ese momento, solo pienso: “¡Arriesguémonos! ¡Compremos una cerveza y regresemos a casa!” Así, con una sonrisa en la cara y un coraje que ya no me queda, me voy a casa con la tarjeta, el plástico todavía levantado, mirándome como si pudiera entender el sufrimiento de su dueño.

Y aquí viene el final: mientras la tarjeta me mira con cara de “no me gastes en cerveza, por favor”, yo le digo: “Vamos, querida, tú y yo sabemos que hoy no es un día cualquiera, ¡hoy hemos vencido al sistema!” Y así se va mi espíritu, brindo con la cerveza, y le grito a la vida: “¡Mejor mal que sin billete!”
 
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