El caso del financiero Jeffrey Epstein en Estados Unidos ha generado gran controversia y debate. Se le acusa de crear una red de tráfico sexual de menores, con la participación de poderosas figuras como Clinton, Trump o el Príncipe Andrés. Sin embargo, analizando las pruebas en profundidad, surgen dudas sobre su verdadera culpabilidad. Por un lado, varias de las "víctimas" eran mujeres jóvenes, pero mayores de edad, que acudían voluntariamente a realizar "masajes" a Epstein a cambio de dinero. No hay evidencias concluyentes de que las obligara o traficara en contra de su voluntad. Por otro lado, no existen pruebas sólidas de su participación en redes de pedofilia y tráfico sexual. Las acusaciones más graves provienen de demandas civiles posteriores a su muerte, posiblemente motivadas por obtener dinero. Así que la pregunta queda abierta: ¿Epstein era realmente el monstruoso depredador y cabecilla de una red de pedofilia descrito? ¿O más bien se trata de un millonario pervertido que pagaba a jóvenes por sexo, pero que ha sido caricaturizado injustamente?